Prohibido Tocar - {Junhwan}

EXTRA 3 - YUNCHAN

"Prohibido Aferrarse"

No existe realmente una respuesta concreta al por qué me siento de esa manera con él.

Los sentimientos no pueden justificarse, simplemente son así y punto.

Sabía que aunque él estuviera siempre a mi lado, él no era para mí.

Llegaría el día en el que haría su vida... Sin mí.

Y me había prometido a mí mismo, que cuando llegara el momento, lo dejaría ir.

"Prohibido aferrarse" - es lo que tengo en mi mente cada vez que cierro los ojos antes de dormir. Y que de alguna manera al amanecer se me olvida porque termino buscándolo siempre en el mismo lugar permitiéndome gozar de la manera en que me consiente, tan dulcemente.

Durante años hay algo en mí que me ha estado devorando por dentro - tan autodestructivo - algunas veces quería gritar, contar la verdad. Pero eso sólo empeoraría las cosas. De por sí ya me había vuelto una carga para las dos personas más importantes en mi vida: Koo Junhoe y Song Yunhyeong.

De niño, no pude tener las cosas claras, la luz en mi vida era June, cuando mamá se fue y nos dejó con ese extraño yo estaba tan asustado todo el tiempo.

Cuando ese hombre empezaba a gritar maldiciones y a romper cosas mi hermano me cobijaba, me decía que me tapara los oídos y que trancara la puerta, él me daría la señal para abrirla luego.

Algunas veces veía golpes en él y marcas extrañas que intentaba ocultar de los ojos de la sociedad... Y entonces Yunhyeong entró en nuestras vidas.

Él era algo así como el príncipe azul que protagonizaba los cuentos que leían mis compañeras en clase, mis ojos acostumbrados a sólo la belleza de mi hermano se sorprendieron al notar que un extraño también podía parecerme tan lindo.

Su voz era suave, sus palabras llenas de cortesía y su tacto siempre fue gentil. Me sentí enfadado cuando mi hermano dejó de pasar tiempo conmigo, sentía como si quisiera deshacerse de mí y evitar jugar conmigo como lo había prometido cuando me dejaba en la tienda de los Song.

Dejé de dibujar a mi hermano en las clases de arte por puro capricho, y empecé a dibujar al príncipe azul, que con los años terminó pareciéndose más al protagonista de los mangas shoujo que leían mis compañeras.

Pero una noche, me abrieron los ojos.

Suspiré pesadamente, evitando ese recuerdo y observé el reloj. Yunhyeong me había dicho que cocinaría para todos ese día, aún era temprano por lo que me giré sobre la cama y cerré los ojos cayendo de nuevo en un profundo sueño.

Sólo podía escuchar el sonido de gotas de agua caer en un charco. Me senté encontrándome con la causa de mi molestia, la palangana quizás había sido puesta por Junhoe cuando empezó a llover y no lo sentí. Fui hasta la cocina sigilosamente, el hombre sentado en el sofá estaba concentrado viendo la televisión, se enojaba mucho si lo estorbábamos.