8. Agradable Caos

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Cerré los ojos cuando el doctor se acercó a mí con una especie de tijera o pinza. Sentí los ligeros tirones cuando introducía la tijera entre el hilo y la piel de mi frente y fue cortando punto por punto.

Me recetó una pomada para borrar la fina línea rojiza que tenía en la esquina superior de mi frente y salimos de allí. Papá se arregló la corbata y volvió a ponerse el saco.

- ¿Seguro no quieres que te acompañe? -. Interrogó preocupado.

- Hice que te escaparas del trabajo por esto, no quiero robarte más tiempo.

- Tiempo -. Se quedó pensativo después de repetir esa palabra.

- ¿Sucede algo? -. Agité mi mano frente a él.

- ¿Crees que les estoy dedicando poco tiempo?

- Yo creo que te estás esforzando mucho con tu nuevo puesto de trabajo.

- Tu madre, algunas veces se comporta de manera extraña -. Se relamió los labios y sentí un enorme peso de culpa.

- ¿Por qué lo dices?

- ¡Aish! - Sacudió la cabeza - ¿Por qué estoy contándote esto? - Me revolvió el cabello - Nos vemos en casa.

Le di un corto abrazo para alivianar el sentimiento de culpa que se apoderó de mi garganta. Y me dejó en la parada para que tomara el autobús.

¿Le será mi madre infiel con otro hombre? ¿Y si Junhoe me estaba mintiendo y seguían viéndose?

Un montón de dudas me invadieron, y no era bueno porque se suponía que debía concentrarme en los exámenes.

Me preguntaba qué tal les estaría yendo al resto de los chicos, mis dedos se movieron automáticamente sobre la pantalla del celular.

"¿Qué tal vas?" -. Le mandé el texto a Donghyuk.

Tardó una larga hora para contestarme, para ese entonces ya estaba entrando a casa.

"Sé que no te interesa cómo me está yendo" -. Contestó antes de mandarme una imagen.

Y sonreí al verlo. Como si acabara de recibir una dosis de alguna droga para la felicidad.

"De verdad está poniéndole ganas" -. Decía la descripción.

Junhoe estaba leyendo unos libros y al parecer haciendo algún resumen porque su mano sostenía un lápiz, un lápiz que rozaba sus labios.

El recuerdo de aquel sueño terminaría por volverme loco. Amplié la imagen para observar mejor sus labios.

- ¿Vas a quedarte parado allí o vas a ayudarme? -. Me sobresaltó la voz de mi madre.

Habíamos maquillado nuestra relación frente a mi padre, pero cuando estábamos a solas podíamos hablarnos de esa forma, ella como si no me soportara y yo como si la odiara.

- ¿Qué quieres?

- Necesito que te asegures de que no se queme la comida, voy a salir un rato.

Caminé directo a la cocina sin contestarle, cuando oí que la puerta principal se cerró volví a mirar el celular.

Estuve toda la tarde encerrado en mi habitación regañándome a mí mismo por haber dejado todo para última hora, mis ojeras eran notables, no tenía tiempo para descansar, ni siquiera iba a la tienda de los Song o a la biblioteca porque sabía que si lo hacía, terminaría distrayéndome con los chicos con cualquier cosa y eso no nos convenía a ninguno, de hecho cada uno de nosotros nos estábamos aislando.

Prohibido Tocar - {Junhwan}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora