Prólogo

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-¿Quisiste hacerme daño no es así, Maléfica? Pues te arrepentirás de todo lo que le hiciste pasar a mis padres.

-¿QUÉ ES LO QUÉ QUIEREN DE MI? ¿NO LES BASTA CON HABERME METIDO EN ESTA SUCIA ISLA?

-Este castigo tú misma te lo buscaste y lo que queremos es llevarnos a uno de tus retoños para que sientas lo que sufrieron ellos.-refuto el Príncipe.

La hechicera solo se retorció en una risa malévola y los miró con burla y desprecio. -¿En serio crees que llevándote a una de mis hijas me voy a sumir en una depresión? ¡Ja! nada puede alterarme, ni siquiera eso, ahora ¡LARGO!

-Eres un ser despreciable- soltó la mujer de cabellos dorados.

-He dicho ¡Lar...!

-¿Mami? ¿ Po que guitas?

-¿ Y tienes son elos?

Un par de niñas de dos años interrumpieron la discusión que se llevaba a cabo en la habitación.

-Salgan de aquí ahora.-ordeno furiosa Maléfica.

En ese momento uno de los intrusos tomó a una de las niñas del brazo, la pequeña de cabellos morados se retorsia de su agarre, tratando de escapar.-¡Suetamé!

-¡Mal!-gritó la segunda niña que no lo pensó dos veces y se abalanzó en su pequeño tamaño a por el hombre que retenía a su hermana. Maléfica solo se limitaba a mirar la escena con furia ¿En donde demonios quedó la maldad en sus hijas? Solo de ver como la menor de sus gemelas iba al rescate de la mayor le hizo despreciarla.

-¡Basta! Suelta a Mal, Príncipe de quinta, te llevarás a la otra.- Señaló a la menor- El hecho de tratar algo bueno me revuelve el estómago, llevatela, esa ya no es mi hija.- El príncipe soltó a Mal que miraba a su madre con ojos vidriosos y salió de la habitación sin mirar atrás. Esta pequeña acción por parte de la niña, destrozo el corazón de la otra, llenándola de odio.

-Eres un monstruo.- Le espetó la mujer a la hechicera quien se rió ironicamente.

-¡Largo de aquí o se arrepentirán de esto!

La pareja salió de allí junto con la niña pensando con escandalizado horror como puede existir el desprecio de un villano con su hijo. Los rayos, truenos y centellas adornaron la escena en el nublado y tétrico cielo de la isla reflejando las lagrimas que cruzaban el pequeño rostro de la pequeña que se dirigía a Auradon con los peores enemigos de la mujer que le dio la vida...

Descendientes: Dragon DobleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora