Descendientes: Dragon Doble

Capítulo 3

"Tan solo dime una cosa.
¿Quién es de este reino la más hermosa?"
Reina Malvada-Blanca Nieves y los 7 Enanos.

El Hada Madrina estaba con los nervios de punta, sabía que Gabriela tramaba algo, lo supuso cuando ella había aparecido esa mañana en su oficina:

La directora estaba arreglando algunos papeles importantes cuando una bruma púrpura inundó la habitación. La última vez que vio una fue en la coronación y Maléfica había aparecido gritando...

-¡Sorpresa!- Pero esta no era Maléfica, era la chica que había mantenido oculta durante años.

-¿Qué haces tú aquí?

-¿Qué no puedo venir a visitarte? Ya veo que tienes nueva favorita.-El Hada la miró confundida luego siguió la dirección que señalaba su dedo: la foto de la Fiesta de Coronación.- Bueno iré al grano, quiero estudiar aquí en la preparatoria. Ya me cansé de tanta tapadera entre Maléfica, Aurora, Felipe y tú.

-Sabes que Mal no puede verte, ya no te recuerda.

-¿Qué no me...?- fingió escandalizarse- Vaya, bueno no importa quiero estudiar aquí y punto.

-¿ Y quién te crees para darme ordenes? Yo solo hago lo que me ordene nuestro rey.

-Bien, pero no creo que a "tu rey" le agrade la idea de que hayas mantenido oculta a una chica durante 14 años, tarea que te habían encomendado Aurora y su esposo ¿o sí?

La directora solo se mantuvo en silencio y le gustase o no, ella tenia razón así que tomó el bolígrafo y fue llenando los datos de la chica en un formulario y le dijo a que hora tenía que estar en la entrada de la preparatoria.

Cualquier cosa que tramase, tenía que detenerla.

***

Gabriela estaba caminando por la escuela cuando se tropezó con un chico de cabellos rubios platinados, los cuadernos se desperdigaron por todo el pasillo, causando un gran desastre.

-Lo siento no te vi.

-Eso se resuelve: búscate unos lentes porque yo seré chiquita, no transparente.-se levantó y recogió sus cosas, el chico, que también se había levantado, se la quedó mirando.- ¿Se te perdió una igualita a mi o qué?- digamos que la paciencia no era una cualidad que se le agregara a Gabriela.

-No, no es nada Mal, es que me sorprende tu actitud y no sabia que te había crecido el cabello.- el joven había llegado el día anterior de un viaje y no había visto a su amigo Ben, ni a la novia de este.

-Idiota- murmuró la chica para sus adentros pero le dijo en voz alta.- Será porque yo no soy Mal, inteligente.

-Yo, esto...lo lamento no sabía que... no importa.-el joven se encogió de hombros y le tendió la mano amistosamente.- Me llamo Christian de Arendelle, hijo de la reina Elsa ¿y tú?

-Gabriela.- la chica por el contrario le dijo el nombre a secas y no tomó la mano que le ofrecían.

-Bonito nombre.

-Si, si lo que digas tengo que irme.-dijo pasandole por un lado pero con lo que no contaba era que el chico iba a gritar en frente de todos y mucho menos, en pleno pasillo.

-¡Tienes bonitos ojos!

Todas las miradas se posaron en ella como zamuros sobre un cadaver y las murmuraciones no tardaron así que recitó un pequeño hechizo para que todos volvieran a lo suyo.

***

-Bien hay que encontrar la varita, al parecer le agregaron máxima seguridad a ese estúpido museo así que no será fácil.- dijo Uma

-Querida ¿olvidas que hablas con una pirata?- señalo la rubia hija de Garfio mientras habría la puerta.

-No, no olvido que hablo con idiotas.

-Bueno ya que eres tan inteligente, debes tener un plan.- replicó Tremaine.

-Vamos al museo y allí empezaremos con esto, quiero salir lo más pronto posible de aquí.

***

Gabriela voló lo más cerca posible de la escuela pues ya era tarde y tenía que regresar.Estaba oscuro y eso era una ventaja porque así estaba camuflada también, en el fondo, agradeció al Hada Madrina que ella no compartía habitación con nadie. Ya dentro del cuarto, se planteó dormir pero unos pasos en el pasillo y la voz de Anthony Tremaine llamando a Alex hizo que le picara la curiosidad aunque pudo más el cansancio y se acostó.

Una hora después, a lo lejos, logró escuchar una alarma de seguridad.