Capítulo 23

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-Nada que aparece.

-Lo siento chicos, ni siquiera en el mar la han visto.-se lamento Auriel.

-Yo le avise a mi madre, pero me dice que tampoco a sido vista por allá.

-Tampoco en los demás reinos.-dijo Audrey.

Justo cuando Mal iba a agradecerles la ayuda, la tierra tembló y una rama enorme de espinos hizo un hueco en el suelo, a esta le siguieron muchas más rodeando la escuela y quién sabe tal vez todo Auradon.

-¡Sorpresa!

-¿¡Madre!? Pero que...-Mal estaba en shock.-¿Como escapaste, crei que...

-¡Ay Mal! ¿Cuando aprenderás que tienes que empezar a temerme? Que no ves que soy poderosa, algo que obviamente tu no eres y si mal no recuerdo te dije que me vengaría de todo aquello a lo que te vendiste.

-Pues te detendré cada vez que lo intentes y ahora tengo ayuda como puedes ver.

-*risa* Eso esta por verse.- y desapareció dejando como una especie de camino, al parecer queria que la siguieran.

A lo lejos se escucho un gran estruendo, no se supo con exacttud quien lo dijo pero gritaron ¡La Catedral Central! Y sin pensarlo nuestros jovenes heroes siguieron el rastro de Malefica hasta el lugar. Uma se desvió a mitad de camino.

***

-¡Llego la hora de vengarnos villanos!-grito la joven bruja que en un abrir y cerrar de ojos tenia el tridente en sus manos y con el destrozó la cúpula en la isla.

El día anterior ella había enviado una nota por ordenes de Maléfica para que Garfio preparara los barcos, que estuvieran listos y ahora cada uno de ellos pisaba las reales tierras de los Héroes que tanto odiaban.

Uma le entrego las armas que se encontraban en el museo a sus respectivos dueños.

Jafar al tocar su cetro absorbió de nuevo la magia que este poseía y como regresando a los días de antaño su cuerpo volvió a tener su vigorosa y alta figura pero esta rápidamente fue remplazada por su infame forma de genio rojo.

La Reina Malvada estaba ahora ubicada en un pequeño montículo que parecía una pequeña montaña de tierra, el espejo mágico estaba frente a ella y al igual que Jafar ella también regreso a su antigua "belleza" y si, el fragmento de espejo que tenia Evie había vuelto a su antiguo lugar; Uma lo había robado.

El tridente fue entregado a Úrsula que al tenerlo entre sus manos fue creciendo a proporciones enormes dentro del agua y con un movimiento del enorme tenedor, sus dos anguilas secuaces también adquirieron mayor tamaño.

A los demás también les paso algo parecido y ya desperdigados por todos lados, causaron estragos sin reparar en las consecuencias, al fin y al cabo eran villanos. Sus hijos por otro lado; Maléfica los mantuvo en la isla, no confiaba en ellos y tomando en cuenta el rumbo que habían tomado los otros 8 decidió que mejor estaban allí encerrados.

-¡Deten esto ahora!

-Llegas tarde querida, como ya habran notado invadimos su "hogar"*risa malvada*.

Christian ya estaba molesto y no era para menos: Gaby no aparecia; Shantal estaba insoportable y para completar los villanos invadian su hogar.
Con un enrrabiado grito, el chico lleno todo el lugar de hielo, las estalactitas estaban alrededor de todos.

-¡Atrapenlos!-grito la hechicera con la furia en sus ojos.

Sus fieles lacayos y algunos de los villanos que alli se encontraban se abalanzaron sobre los adolescentes que no tardaron en regresar el golpe. (N/A: tengo la imaginación quien sabe donde chicos, solo imaginense una batalla).

Malefica al ver que esos inútiles no hacian nada, con su cetro levantó a los chicos por los aires y con unas cadenas que se encontraban en el techo los dejó colgando; Mal quedó justo en el centro como si fuera una especie de trofeo.

Sin previo aviso el Hada Madrina apareció y levantando su varita...

-Bibbidi Babbidi...

Uma la habia convertido en piedra con todo y varita.

-Ya me tenia obstinada esa mujer.

-¡Uma!-gritaron los amordazados.

-Hola chicos.-Sonrió malvadamente.

Descendientes: Dragon DobleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora