I like that.

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D Y L M A S.

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-Lo siento Dyl.

Dylan rió, tomando a Thomas por los hombros-. ¿Sabes qué realmente no me importa, cierto? Lo voy a seguir intentando.

Thomas suspiró, con un deje de cansancio-. Ya te dije que no quiero nada contigo, Dylan.

Dylan volvió a reír, y en una fracción de segundo se acercó y depositó un suave beso en la mejilla de Thomas-. Ese sonrojo no me dice lo mismo.

El moreno comenzó a caminar, ignorando las excusas que ponía el rubio para justificar el tono rojo en su cara. Ese rubio que ponía de cabeza la vida de Dylan. Desde que lo había visto por primera vez, supo que él era alguien digno de admirar y de querer.

El inglés tuvo que correr para alcanzarlo-. ¡Dylan, espérame!

Dylan lo miró tan inocentemente como pudo-? ¿Si?

Thomas solo lo miró con cierta molestia. Otra cosa que a Dylan le encantaba de Thomas; su ceño fruncido. Se veía tan sexy con esa expresión. Siguieron caminando por el pasillo del set, en silencio. Thomas aún intentaba descifrar que pasaba por la cabeza de Dylan, por que aún cuando ya lo había rechazado incluso en público, él seguía intentando.

¿Tan enamorado está de ?.

Aunque si lo pensaba bien, lo que realmente debería preguntarse era por qué se sentía tan bien ser perseguido por Dylan. Por qué le gustaba tanto que el morocho le abrazara por la cintura de repente, o por qué amaba cuando Dylan le besaba la mejilla cada que tenía la oportunidad. Y siendo sinceros, Dylan O'Brien no era feo, para nada feo. Y era muy simpático, y tierno cuando se reía. Thomas se deleitaba viendo la sonrisa de Dylan, o el sonido de su risa; lo hacían sentirse cómodo.

Estaba tan ensimisado en sus pensamientos, que no se dio cuenta de que habian llegado a sus camerinos, y que Dylan lo estaba viendo divertido-. ¿Qué pasa, Trombone? ¿Acaso ya te diste cuenta de lo guapo que soy?

Thomas se sonrojo y tartamudeó-. No idiota.

Dylan volvió a reír, pues sabía que Thomas lo miraba y no precisamente en una forma "amistosa". Para empeorar las cosas, Dylan acorraló a Thomas entre la puerta de su camerino y su pecho, poniendo ambas manos a los lados del rubio.

Thomas se hundió en su lugar, sin embargo, la nariz de Dylan hacía contacto con la suya-. ¿Dyl?.

Dylan lo miró, sin embargo, no era una mirada socarrona, al contrario; era una mirada llena de amor y admiración-. Me gustas, y yo sé que también te gustó, y no me voy a detener hasta que lo aceptes.

Se quedaron así unos segundos -los más largos de su vida- hasta que Dylan se separó y comenzó a caminar a su propio camerino. ¿Cómo es qué Thomas no se daba cuenta de lo enamorado que lo tenía? Estaba loco por él, soñaba con él, se imaginaba como sería si fueran pareja.

Bueno, "se imaginaba" era un término fuerte, pues considerando que el 95% de sus fans deseaban que estuvieran juntos y subían miles de piezas relacionadas con el famoso "Dylmas", pues, en realidad y siendo honestos, leer esos escritos o ver esas obras de arte no le dejaban mucho a la imaginación. Río secamente.

Al menos puedo decir que los fans me apoyan en esta locura.

Thomas, por su parte, no se había movido. Aún se imaginaba a Dylan frente a él, acorralándolo. Solo con la fuerza del Señor Divino había evitado que se lanzara a los labios de Dylan, por alguna razón desconocida.

No Thomas, tu no eres homosexual.

Temeroso de que alguien lo viera y lo creyera loco, se metió en su camerino, esperando olvidar lo que había pasado.

Thomas daba vueltas en el cuarto. Se miraba en el espejo, esperando que algo cambiara, pero nada. Todavía tenía las mejillas rojas y las pupilas dilatadas.

¿Qué mierda me sucede?.

Dylan, en cambio, ya había llegado a su camerino, pues no se encontraba lejos del de Thomas, de hecho, eran prácticamente vecinos de camerino.

El morocho no podía dejar de pensar en el británico.

Había jurado enamorar a Thomas,y lo iba a cumplir. Además, a juzgar por la reciente actitud del rubio hacia él, se podía dar el lujo de pensar que lo estaba logrando; estaba enamorando al chico.

Thomas es tan terco, si no tuviera un ego del tamaño del universo, posiblemente ya estaríamos saliendo formalmente. Pero que digo, amo lo terco y orgulloso que es.

La realidad es que le gustaba todo de Thomas, su acento británico, sus ojos oscuros, su complexión delgada, su cabello rubio. Su inocencia en ciertos aspectos, su inteligencia, la seriedad con la que trataba las cosas. Incluso esa fea manía de fumar descontroladamente. Todo en él le gustaba.

-No me voy a detener nunca. Thomas se va a enamorar de mí. Solo es cuestión de tiempo.

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Este en particular me gustó mucho. Me pareció muy bonito.

-I Like That • Before You Exit.

¡Nos leemos luego!

sweet dreams. // dylmas, newtmas. #DylmasAwards2016Donde viven las historias. Descúbrelo ahora