A Els le temblaba muchísimo la mano.
Tanto, que acabó pintándose la cara con la máscara.
-Mierda.
-Tranquila, Els. Sé que estás nerviosa, pero tampoco es para decir malas palabras -se mofó Amie, mirando a su hermana desde la puerta.
-Cállate y ayúdame.
Amaya sonrió y ayudó a su hermana a maquillarse, para después hacerlo ella. Se prepararon. Una nerviosa por Cam, la otra emocionada por la americanada que iban a vivir y por estar con los chicos... Y por ver a Matt otra vez.
Salieron de la casa, allí ya estaban los Jacks esperándolas con trajes de noche.
-¿Taxi a su servicio? -preguntó Johnson, haciendo una reverencia y sacándoles una sonrisa a las chicas.
-Muchísimas gracias, señorito -sonrió Amaya, dirigiéndose a Gilinsky, que le había abierto la puerta del coche.
-Muchísimas de nada, Amie.
El trayecto en el coche fue divertido, los Jacks sacaron muchas carcajadas a las chicas, haciéndolas olvidarse de sus nervios. Cantaron a grito pelado por las calles de Los Ángeles y comenzaron a circular por callejones a toda velocidad.
-Gilinsky, ¡que nos matas! -comenzó a chillar Els.
-Tranquila, si ya llegamos -sonrió él, y pisó el acelerador hasta que llegaron al instituto, todos riendo, pero Amaya y Elsa muriendo de miedo.
-Hola...
Cameron y Aaron se giraron al oír aquellas dos voces saludandolos, y a Cam se le iluminaron los ojos al ver a Elsa.
-Hey... -murmuró, repasándole con la mirada.
Llevaba un crop top gris ajustado, unos vaqueros de tiro alto negros y chaqueta blanca, una leve capa de maquillaje y el pelo castaño le caía por los hombros. Al final no habían ido a animar al partido.
-Bueeeno, Amaya, los Jacks, y yo nos vamos a dar una vuelta por aquí. ¡Bye!
Aaron empujó a sus amigos hasta quedar fuera de la vista de Cam y Els.
-¡Esperad hijos de...! -comenzó a decir Elsa.
-Bueno, pues parece que nos quedamos solos -le respondió Cam, sonriendo.
Elsa bufó.
-Y ahora, querida Amie, te vamos a enseñar todo esto. Es tu primera feria y vamos a hacer que sea inolvidable -dijo Aaron.
-Chicos, yo he quedado con Mads, estará por aquí. Voy a buscarla. Pasadlo bien -guiñó el ojo y se fue.
Los tres chicos comenzaron a andar por la feria. Estaban los típicos juegos de tirar botellas, latas, explotar globos...
-¿Te apetece jugar a algo? -sonrió Johnson-. Y hacemos tiempo hasta que lleguen los demás.
Amaya sonrió y dirigió la mirada hacia un puesto de pistolas de agua. Cogió a Aaron y Jack de la muñeca y los arrastró allí.
-¡Llegó la hora de mojarse, chicos!
-Dios mío, está delicioso -murmuró Els, mientras intentaba llenarse la boca de algodón de azúcar.
Cam sonrió mientras la miraba.
-¿Quieres jugar a algún juego? ¿O comiendo ya eres feliz?
Me faltas tú para ser feliz, pensó Elsa.
-Juguemos a algo -sugirió esta.
-Antes acabemos el algodón de azúcar.
¿Me das?-Lo puedes coger tú, Cam.
-Es que me da pereza -sonrió él. Elsa sonrió, cogió un trozo de algodón y se lo metió en la boca. Comenzó a reírse.
Se acabaron el algodón y fueron hacia uno de los puestos tras dar una vuelta. El juego consistía en coger una pequeña manguera e intentar llenar la boca de un payaso de agua.
-¿Y quién lleva esto? -preguntó Els buscando al encargado.
-Bueeeno... -Cameron saltó hacia dentro del puesto y sonrió mientras ajustaba una manguera.
-No creo.
-No lo hice voluntariamente, si te sirve de algo -sonrió. La manguera comenzó a funcionar y Cameron animó a Elsa a empezar a jugar.
Ella cogió la manguera, pero tras un rato, al ver que no acertaba con ningún payaso, dirigió la manguera hacia Cam, que no lo vio venir.
-¡Elsa! ¡Malvada, esto ha sido a traición! ¡Está helada, para, por favor! -dijo entre carcajadas.
-¿Qué pasa, el juego no iba de darle a payasos? -se mofó Elsa, riéndose también.
-Eso me ha ofendido, Gómez. Te enterarás.
Cameron ajustó otra manguera y el agua comenzó a salir por esa también, la dirigió hacia Elsa y comenzó a mojarla.
-¡CAMERON! ¡DIOS MÍO QUE ME CONGELO! -chilló Elsa, entre carcajadas.
-¡Para la manguera, sé buena y parare!
-¡Vale, vale, me rindo!
Elsa apagó la manguera, Cam sonrió y la apagó también. Soltó una carcajada cuando vio a Els con la ropa y el pelo pegado al cuerpo y con el maquillaje corrido por la cara.
-Como te sigas riendo la vuelvo a encender -amenazó sonriendo la chica.
-Quieta, princesa. En lugar de eso vamos a un sitio donde nadie nos vea, que no creo que quieras que la gente se te quede mirando el sujetador -dijo Cam saltando fuera de la caseta.
-¿QUÉ? DIOS MÍO DALLAS, ¿DÓNDE MIRAS? -chilló Elsa avergonzada y cubriéndose.
-Así lo empeoras, pero vayamos detrás de las casetas, así nadie nos verá.
Cameron cogió la mano de Elsa y fueron detrás de la caseta que el chico había organizado. Elsa sentía mariposas por el estómago.
Se sentaron en un banco que había, sin soltarse las manos.
-Sé que no hemos hecho mucho, pero ¿te has divertido?
-El agua ha sido lo mejor -sonrió la chica.
-Llevo el suficiente tiempo contigo para saber que eso significa que sí -sonrió Cam.
Callaron. Y entonces, sin que ninguno lo viera venir, comenzaron a acercarse, lentamente, cada vez faltaba menos para que sus labios se tocaran...
Entonces, la caseta de Cam se iluminó y los dos se giraron a la vez, sin dejar de abrazarse.
-Por los pelos -susurró Els, mirando a su hermana, a Aaron y a Jack.
-¡Os hemos buscado por todas partes! Los chicos ya han llegado, vamos a reunir al squad -dijo Aaron. Ni siquiera esperaron a la pareja, que se miraron.
-A la próxima, Els.
Y tres decir esto, siguieron a sus amigos, ruborizados.
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Sunshine. | Cameron Dallas, Matthew Espinosa |
FanfictionSunshine. Seguro que alguna vez habéis escuchado esa palabra. Dicen que, cuando un ídolo es tu sunshine, es una de las personas a las que más quieres que están presentes en tu día a día. Magcon: un grupo de doce viners y youtubers que viven en Cali...