Capítulo 3.

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-¡AARON CARPENTER! ¡Y CAMERON DALLAS! ¡ELSA, NOAH, QUE SON CAMERON Y AARON! -chilló Amaya, señalando hacia delante, donde estaban dos chicos hablando con dos chicas.

El primero era un poco pálido, con el pelo moreno, ojos marrones y sonrisa que no se esfumaba, y el segundo con piel bronceada y el pelo castaño, ojos oscuros y más alto.

-¿Quiénes? -preguntaron Noah y Elsa a la vez, mirando hacia donde señalaba Amaya. La chica se giró hacia sus hermanos, cogió a Els de la muñeca y tiró de ella.

-VAMOS, VAMOS, VAMOS -apremió.

-Venga, va. Necesito distraerme, y verte en modo fangirl es lo más divertido que se me ocurre.

Noah, sonriendo, comenzó a hablar por el móvil, y dejó que sus hermanas se fueran.

Amaya no se podía creer que los tuviera delante. Ni siquiera le hacía falta una foto. Con abrazar a aquellas personas tan especiales para ella, ya se sentiría muy feliz.

-¿Pasa algo si me voy con Noah? -dijo Elsa, cansada de esperar por la falta de valor que tenía su hermana. No se atrevía a acercarse a los chicos.

-T-tú te quedas, que y-ya casi eres a-adulta y estoy bajo tu r-responsabilidad -dijo Amaya.

-Está bien... Eh, que vienen.

-Eeeeehhhh...

Amaya se quedó paralizada.

-Eh, uh, h-hello, guys!

-Hi -saludó Cameron, dirigiéndose hacia ellas sonriendo. Amaya intentó responder, solo salían tartamudeos de su boca. Elsa se dio cuenta. Ella sabía inglés, pero no iba a hablar porque estaba disfrutando mucho.

-Oh, no estés nerviosa, ven aquí -Cameron abrió sus brazos y se acercó a Amaya, quien, sintiéndose más feliz y animada que nunca, le abrazó con mucha fuerza, dejando que los recuerdos de todas las veces que aquel chico le había animado en sus momentos difíciles con sus vídeos de Youtube y sus vines volvieran a su memoria, recordando cuánto le había ayudado.

Cam le abrazó con mucha fuerza, sonriendo. Le encantaba la sensación de conocer a aquellas personas que tanto le apoyaban y que habían hecho su vida mejor en muchos sentidos.

-Hi, baby -saludó después Aaron, con esa sonrisa que difícilmente se le iba de la cara. Amaya se preguntó por un momento si era real, antes de lanzarse a sus brazos y darle un abrazo de koala. Una lágrima se deslizó por su mejilla de la felicidad. No podía creerse que estuviera en los brazos de su dulce Aaron.

Aaron notó que lloraba y dejó de abrazarla. Le cogió de las manos y sin dejar de sonreír, le secó la lágrima.

-Oh, no llores. Este es un momento feliz, las lágrimas están prohibidas, ¿vale?

Amaya asintió y sonrió lo máximo que pudo.

-Así me gusta -sonrió Cameron.

-¿P-podemos tomarnos una f-foto, por fav-vor? -preguntó Amaya, con las piernas temblando.

-Hey, me gusta tu acento, ¿de dónde eres?

-E-españa.

-Me encantaría ir a España algún día. Los Jacks, Jacob y Shawn me han dicho que es precioso...

-Tomemos la foto. Decid: ¡te amo! -exclamó Aaron, en español, mientras Cam cogía el móvil que le tendía la temblorosa Amaya. Sonrieron mientras él hacía la foto y tomaron otra, esta vez poniendo caras raras.

-¿Tu amiga quiere una foto? -preguntó Cameron.

-Soy su hermana. Igualmente, no, estoy acompañando a la gorda fan de mi hermana.

-Vale. Entonces, muchas gracias por todo, española -Cam le guiñó el ojo sonriendo.

-Gracias a vosotros. Por todo. Por ayudarme tanto, por salvarme de mí y de mis recuerdos. Os amo.

-Aw, qué dulce eres. ¿Cómo te llamas?

-A-Amaya -dijo la chica ruborizándose.

-Qué raro, me encanta -sonrió Cam.

-Amaya, nos tenemos que ir ya, viene Noah.

-Joder, Elsa...

-No te preocupes, volveremos a vernos muy pronto -aseguró Aaron, y le abrazó de nuevo.

-¡Te amo! -exclamaron Aaron y Cam a la vez, como despedida.

Siguieron su camino por el paseo de la fama, riendose y hablando, y girándose de vez en cuando hacia Amaya para decirle adiós.

Esta estaba en shock. ¿Había sido aquello real?

Noah y miró a su hermana casi riendo.

-Te preguntaría qué ha pasado, pero tenemos un problema. Mamá y papá se han perdido.

Las hermanas bufaron.

-Pues empecemos a buscar. Vayamos por allí, la última vez que los vi fue girando la esquina.

Caminaron en silencio hasta llegar a la esquina; Amaya estaba en otro mundo pensando en su experiencia y giró sin fijarse en la persona que iba corriendo hacia ella...

-Cuidado, Am... -le advirtió Noah, pero ella no se enteró y chocó, cayendo sobre la acera. Le comenzó a doler el trasero, pero no se quejó, seguía en las nubes.

-Dios, lo siento -se disculpó la misma persona. Era un chico y parecía preocupado. Amaya vio una mano tendida delante de ella y la aceptó. Cuando levantó la mirada para ver de quién se trataba, un chico rubio, con los ojos marrones le sonreía-, iba con prisa y no te había visto...

-N-no pasa nada... En serio, es culpa mía, no miraba por dónde iba... -Amaya le devolvió una tímida sonrisa.

-Espero que no te hayas hecho daño, lo siento de veras, pero me tengo que ir. ¡Espero que nuestro próximo encuentro sea mejor!

Se fue corriendo hacia donde se habían ido Aaron y Cameron. Amaya se quedó todavía más en shock. ¿Era...? ¿Era Matt, el Matt que le había enseñado a quererse a sí misma y a ser agradecida con la vida?

¿Cómo podía ser que no hubiese caído en que el chico era su sunshine?

Quiso ir tras él, pero sabía que no podía. Sus padres les esperaban...

-El Cameron ese me ha parecido un poco chulo, pero es guapo -dijo Els.

-¿Chulo? ¿Cuándo has vist...?

-¡Noah, Elsa, Amaya! -oyeron. Amaya calló, sin acabar su pregunta, y sin preguntarle a su hermana cómo sabía que uno de los chicos era Cameron.

Mientras se reunían, Amaya se perdió en sus pensamientos.

¿Próximo encuentro? Te juro que habrá otro, Matthew.

Sunshine. | Cameron Dallas, Matthew Espinosa |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora