Orión POV.-No puedo creer que vas a hacer tu servicio social con las monjas –masculla Ginna, dirigiéndose a Alexa.
-Es un convento –replica esta-. Y voy a trabajar en el área administrativa. Será internado, así que me contarán las horas nocturnas, aunque me la pase durmiendo. Terminaré el servicio en un mes y medio, mientras que tú en tres meses. Y voy a poder disfrutar la mitad de las vacaciones. Y tu no.
-Pero vas a estar con las monjas –le dice Ginna, sin importarle todo lo que Alexa dijo.
-La verdad es que es mejor hacer Internado, deberías preguntar si puedes hacerlo tu, Ginna –sugiero mientras doy un sorbo al café-. Yo también voy a terminarlo en un mes y medio.
Esta se encoje de hombros y se cubre con la manta a su lado.
Hoy fue nuestro último día de clases, tenemos tres meses de vacaciones, de los cuales tendrán que ser ocupados por nuestro Servicio Social, un requerimiento obligatorio de la universidad para poder graduar. La mayoría preferíamos hacer un internado en la institución que elegimos para poder terminar antes, aunque hay otros, como Ginna, a quienes no les interesa lo suficiente.
Estamos sentados en el jardín de Pearl, mientras comemos una caja de Krispy Kreme y bebemos café. Es principio de junio, pero en este lado del país nunca hace calor.
-¿No te parece perturbador hacer un internado con el loquero? –inquiere Ginna.
-Es un hospital Psiquiátrico, y si no lo recuerdas, estoy estudiando para ser psicólogo. Así que...
-Pero Ginna tiene razón –interviene Pearl-. Ese lugar da miedo. Incluso de día.
-A mi me gusta –me encojo de hombros.
El hospital está a varios kilómetros por la carretera, alejado de la ciudad, rodeado de un bosque precioso y con una arquitectura moderna-clásica.
Ya había hecho mis prácticas en ese lugar, durante un mes, hace un año, y estaba deseando regresar. Es un lugar tranquilo y la verdad es que terminas interesándote por todos los pacientes.
Mañana tengo que irme. Inicio el internado y lo termino en exactamente mes y medio. Así que tendré otro mes y medio para hacer lo que yo quiera de mis vacaciones.
-Los voy a extrañar –masculla Alexa recargándose en Pearl.
-Solo es un mes y medio –le dice esta-. Tendremos la otra mitad de vacaciones para divertirnos. ¿Verdad, Orión?
-Sería mejor que Ginna nos acompañara –golpeo su hombro con el mío.
-Ni loca voy a internarme en ningún lugar durante un mes y medio. Suficiente tengo con darles ocho horas de mi día.
-Pero después tendremos un mes y medio para nosotros –se queja Alexa.
-Alexa, tu vas a ir con las monjas, no tienes palabra en esta discusión.
Aunque la mayor parte del tiempo los comentarios de Ginna eran insultos, ninguno lo tomaba personal, al contrario, siempre nos sacaban una sonrisa.
Cuando la noche cae todos nos damos un abrazo de despedida. El monasterio a donde se va Alexa es en la ciudad vecina, Pearl estará en un pueblo sobre la carretera norte, sirviendo como apoyo a una escuela abierta para personas de escasos recursos y yo me iré a doce kilómetros de la ciudad. Ginna es la única que se quedará aquí a hacer su servicio, aun así no la veremos por lo menos en mes y medio.
Regreso a casa para descansar, ya que tengo todo listo para irme. Pearl me invitó a pasar la noche con ella y su familia, sabiendo que esta noche sería una pequeña despedida de nuestros familiares porque los que entramos a la modalidad de internado no podemos recibir visitas. Pero yo no tengo a nadie de quien despedirme y por tanto nadie que me visite. Y Pearl lo sabía.
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Interior
RomansaOrión sabía que al entrar a un hospital psiquiátrico para realizar sus practicas profesionales se vería afectado emocionalmente por los pacientes. Pero nunca creyó que uno de ellos lo tocaría de manera especial: Gabriel Hills, doble intento de suici...