Capítulo 5

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Al día siguiente los cazadores armados con sangre de cadáveres, pistolas con balas de plata, machetes y el mal humor de Dean, fueron hacia una vieja casona ubicada en los límites del poblado donde —según Garth y su exhaustiva investigación— se localizaba el nido.

Estando a escasos metros de la casona, se encontraron con una agridulce sorpresa al toparse con un amigo de Dean, quien al parecer también venía a cargarse a los vampiros.

—Hermano, cuánto tiempo sin verte— dijo Benny mientras estrechaba fuertemente la mano de Dean, seguido de un abrazo reconfortante.
Sam no pudo evitar rodar los ojos. Lejos de sentir celos, sentía una severa molestia por cómo trató a Garth en un principio y lo doble cara que lucía al tratar a Benny de esa forma, marcando las diferencias.

—Buenas tardes a todos.— Saludó el vampiro al resto de los cazadores.
Los presentes ahí se limitaron a alzar la mano para corresponder el saludo cordial.
—¿Qué te trae aquí, eh?— preguntó Dean a Benny.
—Un jodido nido de vampiros— resopló, evidenciado su molestia junto con un pesado suspiro— bien podría estar en otra cacería, pero...
—Ésto también es importante— interrumpió el vampiro—. Puedes irte si quieres. Yo junto con tus amigos podemos encargarnos del nido.
—¡Si!
—¡No!
Contestaron al unísono los hermanos Winchester.

—Dean, no irás solo contra la secta— sentenció Sammy con la misma severidad con la que Dean negaba a Garth.
—¡Yo soy el mayor aquí! ¡Yo tomo la decisión!— Gritó el cazador señalando inquisitivo a su hermano menor.
—El verdadero viejo de aquí soy yo, idjits— intervino Bobby—. Dean, te vas controlando o te controlo yo— silenció el viejo Singer a al mayor de los Winchester.

El hombre de ojos verdes bajó la mano y miró hacía otro lado, volviendo la vista hacia donde estaba su hermano, finalizando su ademán pasando sus manos sobre su rostro como una señal de fatiga e irritación emocional.

—Bueno, ¿vamos por ellos?— preguntó Garth
—Vamos— contestó Sam.

Todos de manera sigilosa se introduceron a la casona.
Mas adentrados en el sitio, lograron divisar a los vampiros que estaban dormidos sobre una sala desgastada. Seguramente eran los encargados de vigilar la entrada.
No se fiaron de que todos estuvieran en sus laureles, así que se dividieron para explorar toda el área.
En el segundo piso, entre los pasillos polvorientos y desgastados —y para su extraña suerte— Garth se encontró con un vampiro que merodeaba en el lugar, pasando lo que menos quería Dean; el escuálido cazador salió volando desde el segundo piso cayendo al suelo inconsciente, dando así inicio la riña que había despertado al resto del nido, estropeando el sigilo con el que todos habían entrado.

Desde un punto alejado dentro de la casona abandonada se pudo escuchar un «¡balls!» tan característico de Bobby.
Sam, quién se encontraba más cerca del escuálido cazador, fue a auxiliarlo cortando la cabeza del vampiro.

Donde se localizaban los vampiros durmiendo se deliberada la pelea de Benny y Dean contra casi todo el nido que resposaba ahí. Bobby por su parte, se cargaba a los que se encontraban en la enorme cocina.

Después de poner a Garth en un lugar más seguro, Sammy se encargó de rescatar a las chicas secuestradas que se encontraban moribundas en el sótano —que más bien parecía laboratorio del terror—. Algunas de ellas estaban en tan mal estado que se dudaba si sobrevivirían.

Siguiendo con la batalla, Dean cortaba cabezas de cuanto vampiro se acercaba a él y Benny no se quedaba nada atrás.
Ambos chocaron espalda con espalda, volteandose a ver por un instante, diciéndose con la mirada «protégeme la espalda» como en los viejos tiempos.
La sangre salpicó por todos lados, las cabezas de los vampiros rodaron por el suelo hasta que por fin llegaron al líder.

—Dean Winchester. Ya había escuchado de ti— alardeo el vampiro sentado en lo que sería su trono—. Bueno, ¿qué criatura sobrenatural no sabe de los Winchester?, y qué decir de ti, Benjamín.
—Lástima que no podrás platicar de nosotros con tus compañeritos de clase— contestó altanero el cazador.
La siguiente acción a cometer de Dean era cortarle la cabeza como al resto del nido pero el vampiro lo interrumpió.
—¡Hey! ¡espera un segundo!— gritó la criatura sobrenatural—, sé algo que es de mucho interés para ti.
—Dudo demasiado que sea así— dijo mientras alzaba la mano para de una vez acabar con la vida miserable del vampiro.
—E-espera, sé que estas involucrado con un ángel, mismo que fue raptado junto con otros ángeles. Apuesto a que no sabes que los controlan a través de su gracia, ¿eh?
La cara del mayor de los Winchester cambió de enfado a asombro radicalmente.
—¿Cómo lo sabes?
—Te lo diré sino me matas— regateó el vampiro—. Entonces, ¿qué? ¿es un trato?
Dean le sorrajo un golpe tan bien dado que dejó inconsciente al alfa del nido, después le ató de manos y pies para arrastrarlo como la bolsa de basura que era hacía el auto.

Para cuando Bobby y Sam —con Garth en brazos— llegaron supieron que de entrada el lugar ya estaba limpio de vampiros.
Llamaron a emergencias para que vinieran a recoger a las chicas que rescataron y las llevaran al hospital más cercano, entre ellas Marie O'Donell, quien no dudó en darle encarecidamente las gracias a los cazadores por haberla rescatado.

Subieron al escuálido cazador al auto y se marcharon hacia el motel donde se hospedaban para recoger sus pertenencias, llevándose con ellos al vampiro/cazador.
Cabe mencionar que Garth, quien aun se hallaba inconsciente, y Bobby iban incomodos en el asiento de atras, pues en medio estaba Benny.
El alfa del nido estaba recluido en la cajuela.

Necesitaban ir a otro sitio para interrogar —torturar— al vampiro alfa. Por fortuna, Rufus atendió la llamada rápidamente y gracias a un plan improvisado, se encontraron en una cabaña abandona.

Liberen a los ángeles [Destiel]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora