Capitulo Siete.

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Luego de una hora de camino habíamos llegado a la playa. le había suplicado a mi padre llevar conmigo a Lana, lo cual acepto luego de todas mis suplicas, y dijo que se estaba hartando de mi lo cual me tenia sin cuidado.

Mi padre decidió hacerlo un viaje familiar, osea ir todos en un auto, y ¿Adivinen quien se opuso? oh, Derek. 

El iba en su auto y nos obligo a mi y a lana ir con el, no me queje mucho realmente, si hubiéramos ido con mi padre, iríamos todo el camino escuchando las raras musica de mi padre de sus años atrás, y para colmo el cantándolas. es muy vergonzoso. 

Abrí la toalla y me deje caer en la arena. me saque el vestido de estampado de flores, me coloque mis lentes de sol y me dispuse a broncearme a lo natural, bajo el sol. 

— Oye, Derek no esta nada mal, ha crecido un poco. —Dijo lana quien estaba acostada a mi lado. levante mi vista y me fije en Derek que estaba desnudo de la cintura para arriba, y su traje de baño color azul. me mordí el labio, el realmente esta buenísimo. 

— Pero es un imbécil. —Volvi apoyar mi cabeza sobre la toalla. 

— Te juro que si no lo conociera yo me lo tiraría, como esas chicas. — Levante mi vista otra vez, quitándome los lentes. habían tres chicas a a su alrededor. Rubia, castaña, pelo negro. la tres llevaban un mini bikini y se le veía que estaba coqueteando con la pose que formaban, y lo de enredar su cabello como hace lana, y la típica mordedura en el labio para provocar. 

— Esto es absurdo. 

— Yo tu, iría a marcar mi territorio. —E hizo su típica mueca de yo soy la mejor. 

— ¿De que estas hablando? ¡Es solo mi hermanastro! 

— Lia, mira como lo vez, ¡Estas celosa! — Ella sonrió y se sentó en la toalla sacando el bloqueador de su bolso. mi vista solo iba a mi medio hermano y las tres chicas ¿porque tenia que ser tan mujeriego?

— ¡No estoy celosa! no hay ningún territorio. nosotros solo somos hermanastros.

— Pues entonces deberías simular mas tu mirada, se te nota. 

— No jodas Lana, no estoy celosa. — me volví a recostar en la toalla, sacando cualquiera pensamiento asesino hacia Derek, y poder disfrutar mi día de bronceado y diversión. 

— Como digas, cariño, me voy al mar. 

Luego me sentí sola y relajada, el silencio y la paz me relajaba , tenia los ojos cerrados disfrutando del maravilloso bronceado y tratando de echarme a dormir. 

— Lana, me tapas el sol. —Dije cuando sentí una sombra en mis ojos cerrados. 

— Cuando me vi esta mañana aun llevaba testículos y una gran masculinidad, así que creo que sigo siendo hombre. — ¡Dios mio! esa voz que tanto me irritaba. 

— Muévete Derek, déjame en paz, sigue coqueteando por ahí. —Gruñi. lo sentí sentarse a mi lado. 

— ¿Quieres que te ponga bloqueador? —Pregunto. 

— ¿A que se debe tu generosidad? 

— A que disfrutare tocando tu cuerpo, y si no te pones bloqueador te vas a quemar, y no creo que puedas alcanzar ciertos lugares. 

— Yo puedo hacerlo sola, gracias.  — Ironice. 

— Ven aquí. —Se puso detrás de mi, rodeándome con sus pies, tomo el bloqueador y lo fue pasando por mi espalda, sus manos bajaban y subían. 

Sentí como la parte de arriba de mi bikini se desato. abrí los ojos como plato, y luego sentí los brazos de Derek rodeándome para tapar mis pechos con sus manos y apretarlos a su gusto. 

— ¿Que-estas-haciendo? —Pregunte entrecortada, sin querer moverme para que no vaya a verse nada de mis pechos desnudos, tapados solo por los brazos de Derek. 

— Solo estoy tocando. —Dijo con una voz llena de Lujuria, estaba excitado. 

— ¡Pues deja de hacerlo! —Murmure un grito, para no llamar la atención de la gente que estaba en la playa. 

— Tranquila Lia, déjame disfrutar esto. —Apreto uno de mis pechos y mordí mis labios para no soltar un gemido. Mi vista estaba por toda la playa con el temor de que alguien nos viese. 

— Ahí viene Lana, déjame, déjame. — El soltó mis pechos despacio bajando la parte de arriba de mi bikini para que no se viera nada y luego lo abrocho. Lana al llegar nos miro raro por la cercanía de Derek, levanto los hombros en signo que no le importa y tomo la toalla para secar su cabello. 

— El agua esta buena, Lia, ¿no vas a ir? — Hablo ella. 

—Si tienes razón. —Me pare de la toalla, lo mejor para poder respirar y bajar mi extraña excitación era entrando en el mar.  Mientras camina unos brazos me tomaron de la cintura cargándome. — ¡Derek! —Grite.


Corrió conmigo hasta el agua, y me dejo caer cuando entro. le pegue en el pecho. 

— Solo vives para molestarme. — Gruñi. 

El me sostuvo de la cintura y camino hasta lo mas hondo, envolví mis pies alrededor de su cintura, porque no era muy buena flotando y mis pies no llegaban a la arena. 

— ¿Que estas haciendo, Derek? —Ya íbamos muy lejos de la orilla. 

— Voy a enseñarte algo. —Dijo y luego paro. — Ahora húndete, ya veras. 

Tape mi nariz con mi mano. ¡Por Dios! Era un arrecife de coral, y que hermoso era, habían muchos peces de distintos colores nadando a su alrededor. era otro mundo aquí abajo. ¡Y nemo! vi a nemo, creo que seré feliz para toda la vida. Cuando mis pulmones se llenaron volví a subir. 

— ¡Esta hermoso! —Sonrei. 

— Sabia que te gustaría. —El estaba a poco centímetros de mi. 

— ¡LIA, DEREK! — escuchamos a nuestros nombres a lo lejos vi a la pequeña figura de mi padre haciendo señas. 


Luego de comer algo, y disfrutar lo que quedaba de la tarde en la playa, habíamos ido de vuelta a casa, no si antes dejar a lana en la suya. a pesar de la constante molestia de Derek, había sido un Gran día. 

— Oye, Gracias, por lo del arrecife, aun no me creo lo de nemo, lo escribiré en mi diario. — El rió. aun seguíamos en su auto, frente nuestra casa. 

— Fue un placer, señorita, cuando quieras, solo con una condición. —Sonrio con travesura. 

— ¿Que?

— Siempre y cuando yo obtenga lo que quiero. —Me guiño el ojos, y mis pensamientos se fueron a lo de la playa, y mis pechos siendo tocados por Derek. 

— Te odio. —Sali del auto y pegue un portazo a la puerta de su auto. 

— Yo te odio mas, Lia, no sabes cuanto te odio. —Grito desde el auto. el siempre de molesto.






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Mi vida con DerekDonde viven las historias. Descúbrelo ahora