Yandelenka: Canción de Amor Psicópata [Lenku] (#VocaloidAwards) //Pausada\\

Capitulo 5 - La curiosidad mató al gato

- Y... ¿Qué se siente ser tan famosa? - le preguntó una rubia a la aquamarina.

- No sabría cómo explicarlo...

- Bueno... ¿Tienes hermanos?

- Si, trata de adivinar - Le dijo la mayor sonriendo.

- ¿Es Kaito?

- Ehm... no.

- ¿Meiko?

- No, ella es mi "madre adoptiva"

- Ah... Espera ¡¿Madre adoptiva?!

- Si - La sonrisa que tenía la aquamarina se hizo más grande, pues sabía que la rubia se emocionaría...

- Eso quiere decir... Si Meiko es también mi madre adoptiva... ¡¿So-Somos hermanas?!

- ¡Sorpresa! Me da gusto ser tu hermana...

Rin simplemente se abalanzó hacia Miku para darle un abrazo, mientras las dos sonreían Miku seguía pensando sobre el tema del diario...

- ¿Y que hay de Kaito? ¿El también es "algo" nuestro? - Preguntó la menor

- Ehm... eso no lo sé - le respondió la mayor con duda... Realmente no sabía si Kaito habria firmado también los papeles como su "padre adoptivo" o solo sería un amigo.

- ¿Y cómo te conocieron?

Miku se quedó paralizada con esa pregunta, contarle eso implicaría que ella también sepa de su pasado, y ese es un tema que no quiere recordar por nada en el mundo...

A la vez, si le cuenta puede que ella...
ella...

**Flashback**

Ya era la salida, los alumnos del instituto Hikarizaka se encontraban en diversos lugares de la institución, mientras que a otros los recogían sus padres o se iban solos. Miku estaba a punto de irse a su casa como solía hacer todos los días, pero...

-¿Adónde crees que vas, pequeña? - Dijo una persona adulta mientras la sujetaba con fuerza de su brazo.

- Por favor, hoy no... - Trataba de disimular su nerviosismo y le pedía con miedo al mayor piedad, pero sabía que no iba a funcionar.

- Aunque no lo quieras hoy serás mía de nuevo... - Dijo mientras colocaba disimuladamente la punta de un cuchillo en la espalda de la menor - Y ya sabes lo que pasará si te resistes.

Ella se quedó inmóvil mientras contenía las ganas de llorar, su propio padre abusaba de ella y lo peor era que no podía defenderse, si pedía ayuda o se negaba él asesinaría a su madre y a la vez la mataría a ella. Ella no quería que su madre perdiera la vida injustamente, solo por eso y por temor obedecía los deseos lujuriosos del mayor.

- Ven - Ordenó el mayor mientras jalaba del brazo de ella para poder llevarla a una de las aulas, se dirigieron al tercer piso del establecimiento y entraron a una de las aulas vacías.

- Pa-Padre por favor... - Suplicaba la pequeña mientras unas cuantas lagrimas bajaban por sus mejillas.

- Quítate la blusa. - Le ordenó este con impotencia en su voz

- Pero...

- ¡Qué te quites la blusa! - gritó mientras le tiro una cachetada a la menor, está solo empezó a llorar mientras se cubría con las manos el lugar del golpe.