Las fotos recorriendo la prensa mundial. John nunca hubiera creído que saldría de Londres ni sería una historia tan inmensa, pero esta vez no se sentía preocupado por lo que dijeran sobre ellos. Se sentía por encima de aquella situación, y aunque Sherlock se quejara por la publicidad, no tenía que ver con su relación. Simplemente le molestaba ser tan visto, por que no ayudaba a su trabajo de detective. Pero aun así, cada vez que abrían los periódicos y leían una historia nueva sobre ellos totalmente alejada de la realidad, se reían de la estúpida situación.
PoV John
- Entonces... nos casamos en una montaña de Nueva Zelanda luego de que te bese cuando me rescataste de una pandilla... - resumi mientras le sonreía conteniendo una carcajada. El revoleo los ojos y sacudió la cabeza divertido.
- Amarillistas - masculló y cuando pase a su lado me incline, ya que se encontraba sentado en su sofá escribiendo en su laptop, lo bese en la mejilla.
Teniamos una noche tranquila y había pasado un mes desde que habíamos regresado. Apenas salia información sobre nosotros, comenzaban a aburrirse, y a Sherlock le molestaba la cantidad innecesaria de personas que entraban diciendo ser clientes y terminaban siendo periodistas. Claro que a mi esposo no lo engañaban, y apenas cruzaban el umbral tenían que dar la vuelta para irse, pero con eso ya podían escribir sobre nuestro hogar y la forma en la que vivíamos. Que no estaba nada mal, y era todo lo que yo quería, pero entre el cráneo y los olores a químicos, no dábamos una buena impresión. Sin embargo, todo lo que importaba, es que jamás tendrían la verdad.
- De todas formas - comente mientras volvía a mi sofá. Era un pacífico domingo, por ahora - tu reacción... ese beso fue... bastante romántico.
Levantó la vista de su laptop, cosa que no sucedía con frecuencia, me miró con incredulidad, y de forma un tanto desagradable.
- ¿R-o-m-a-n-t-i-c-o? - preguntó, con desprecio hacia la palabra, supongo - ¿No puedo declarar mi amor por ti? - entonces me sonrió y entendí que solo estaba bromeando.
Sacudí la cabeza mientras la sensación extraña en mi pecho se disolvía. No sabia porque, pero de alguna forma siempre estaba esperando que volviese a ser aquel sujeto frío y distante que había conocido alguna vez. No que le hubiera durado mucho cuando se trataba de mi, pero ahora hasta intentaba ser mejor con los demás. Estaba creciendo... aprendiendo, y ¿que sería un genio si no puede aprender?
Me quede observandolo trabajar un buen rato mientras disfrutaba de mi bebida caliente y el día libre. Pero no duró demasiado, porque me llamaron de la clínica por una emergencia. Se lo comunique, y no pareció molesto.
- De hecho, recibí un mensaje con una propuesta de un caso que parece interesante - dejo la laptop a un lado y se dirigió hacia su cuarto - se encuentra a algunas calles de tu clínica, te acompañare hasta ese punto.
Yo, al contrario de él, me había vestido aquel día para comprar víveres, pero de todas formas se vestía muy bien y a mucha velocidad. Cuando salió de la habitación lo estaba esperando con su saco en mis manos y su bufanda; me sonrió de costado.
- ¿Alguna vez te he dicho cuán bien te quedan los trajes? - le pregunté mientras lo ayudaba con las mangas.
- Así es - me contestó quedando frente mío - la noche de bodas, mientras me lo quitabas.
Solté una carcajada y lo sujete de las solapas de su abrigo para besarlo. Podríamos haber ido más lejos pero mi celular volvió a sonar.
- Tiempo de ser el Doctor Watson - susurro cerca de mis labios y no pude creer que recordara aquella frase que le había dicho alguna vez.
''Tiempo de ser Sherlock Holmes''... las cosas eran tan diferentes ahora.
Nuestro viaje en taxi se basó en sujetarnos las manos y besarnos cuando tuvo que descender para caminar un par de cuadras a pie, con la intención de no desviar mi viaje. Lo vi alejarse con su saco ondeando al viento y solo pensé en lo enamorado que estaba de aquel hombre, y el buen tiempo que habíamos tenido últimamente.
La urgencia no era una urgencia. O si, para la clínica un tanto mediocre en la que trabajaba... perfecto, me había vuelto egocéntrico. Pero de ser sincero, curar y coser heridas de bala era un chiste para mi. Al parecer, por un error, le habían dado el dia libre al medico que tenia el turno, y yo era el único disponible. No me importo. Le mande un mensaje a Sherlock para avisarle que no volvería hasta que ese turno no terminara, o sea a mitad del día, y volvería a casa. No me contestó, pero no me preocupe, de seguro estaba allí afuera, precisamente, siendo Sherlock Holmes.
Llegó la tarde y el siguiente médico volvió. Me retire con unas cuantas horas extras a mi favor y pensé que tal vez podría comprarle algo a mi esposo cuando tuviese mi sueldo, aunque no se me ocurría que. Placas de petri tal vez...
Mientras iba en el subterráneo para ahorrar dinero busque en mis mensajes pero seguía sin tener respuesta. Tampoco era demasiado extraño, pero hacía meses que pasaba tanto tiempo sin contestarme. Llegue a casa esperando encontrarlo dormido en el sofá largo con algunos parches en sus brazos intentando no estar aburrido; pero Sherlock no estaba allí. Hable con la Sra Hudson para preguntar si lo había visto en algún momento del día, pero dijo que no. Llame a Lestrade y tampoco estaba en el Yard. Luego a Mycroft, y la misma respuesta. Comencé a desesperarme. Entonces escuche la puerta abrirse, mientras me abrigaba para salir a buscarlo, por lo que baje corriendo preparado para golpearlo por desaparecer tanto tiempo, y luego besarlo con mucha intensidad. Pero no era el.
En el umbral estaba su saco, con manchas de sangre y... y una pequeña hoja en la que se leía:
El problema final no fue la caída.
M.
N/A: hola! Les avise que se pondría dramatico... quería comunicarles que la primera parte de este fic esta participando en un concurso LGBT y me harian un gran favor si pasaran por allí y me votaran, juro que es muy facil! Deben buscar el nombre de la novela y comentar allí, y aquí el link: http://my.w.tt/UiNb/HBdLfvHFuv (o buscar como 'Concurso de novelas LGBT).
Tras ese tedioso spam por el que espero que no me odien, muchas gracias por leer y seguir esta historia!
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La historia sobre nosotros - Parte 2 (Johnlock)
Fanfiction'Ambos, John y Sherlock, estaban profundamente enamorados el uno del otro, de eso no había duda. Sin embargo, tras aquella conversación en el laboratorio Barts, tras aquella confesión y aquel beso, había un 50% de probabilidades de que las cosas ent...