4. Soy n... nuevo en esto.

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Se casaron con prisa y sin pensarlo mucho, pero sin dudas sobre su mutua decisión. Mycroft oficio y Greg atestiguo, ambos vestidos elegantemente de negro y felices por aquel hombre que creyeron, viviría su vida entera en soledad. Tal vez el hermano mayor había comenzado un tanto escéptico al respecto, pero en el fondo, la felicidad de su hermano menor lo había convencido. Y cuando los novios se besaron tras firmar los papeles simplemente se subieron a uno de aquellos autos negros de Mycroft que los llevaría de vuelta a Baker Street. No había tiempo para ceremonias o fiestas, a ellos les bastaba con sentarse uno frente al otro en su living, con una taza de té entre sus manos y una investigación en curso. Y eso fue lo que hicieron, mientras John no podía borrar la sonrisa de sus labios y Sherlock intentaba no entrar en completo pánico. Acababa de mentirle a su novio, pero a costo de convertirlo en su esposo. Antes de la boda John le había preguntado el porqué de la prisa y él le había dicho solo una parte de la verdad: ''Solo quiero asegurarme que el hombre que amo este conmigo para siempre. No voy a dejarte ir John Watson, nunca más'', pero el Doctor tenía razón, como siempre. Si estaban en peligro; Sherlock sabía que siempre lo estarían, sin importar cuánto se esforzara por protegerlo, cada persona que le importara lo estaría. Y sinceramente, que se casaran no ayudaba en ningún sentido contra aquella situación, pero el detective sabía que eso era algo que su novio deseaba que pasara, aunque no lo admitiera.  Pedirselo había sido su forma de compensar los posibles peligros o dificultades que tuvieran en el futuro, y la confianza de que estarían juntos ante todo.

- Te mentí - le dijo repentinamente mientras John le entregaba el brebaje caliente - bueno, técnicamente fue más bien un ocultamiento, pero creo que puede generar las mismas consecuencias en tu humor.

La sonrisa del doctor se borró instantáneamente, y a Sherlock aquello le dolió en lo más profundo, pero esto era lo mejor.

- ¿La boda fue falsa? Por eso oficiaba tu hermano, ¿verdad? -

- ¿Qué? ¡No! - se apresuró él - mi hermano tiene tanto poder como el primer ministro, firmar papeles de boda es una tontería burocrática para él.

- Lo siento es que... lo hiciste con Janine - un poco más tranquilo, como si que su casamiento fuera una mentira fuera el peor escenario, se sentó en su propio sofá a beber té.

- Yo no estaba enamorado de Janine, John - le aclaró él - y tu jefe no es una mente criminal maestra.

- No, pero tiene una tendencia inquietante a mirar los traseros de las enfermeras... ¿sobre qué me mentiste? - Sherlock, al ver la tranquilidad en los ojos de su esposo, entendió lo mucho que este confiaba en él.

- Si había una razón por la que apresure todo - John esperó a que continuara - Moriarty - lo resumió con sencillez - los mensajes que dejaba en todos aquellos pequeños crímenes, ¿recuerdas? - el doctor asintió; no estaba enojado, solo curioso sobre el caso, como lo estaba siempre - estaban codificados y no sabía bajo qué patrón, hasta que recordé la nota que te dejo a ti meses atrás. En aquel entonces nada te sucedió, supuse que solo quería ponerme nervioso...

- Lo logró -

- Si, lo hizo - aceptó - era una amenaza directa después de todo...

- ¿Qué dice el código, Sherlock? - terminó por preguntar, viendo que este comenzaba a dudar. Él se levantó y buscó la nota para dársela antes de continuar.

- Exactamente lo mismo que el poema - dijo aun parado, mirando a John desde arriba- pero agregando 'Pobre relación herida, no le queda mucho tiempo unida'.

Se miraron el uno al otro unos largos segundos. Moriarty quería ir en contra de lo más importante que tenian: su relación. 

- Él no va a separarnos - fue lo único que John dijo y Sherlock asintió, pero sentía un poco de inseguridad, y su esposo lo noto - tu confías en que está muerto, que no es él, pero ambos sabemos que eso no es un problema. Vive en tu cabeza, invade cada parte de ti y tus miedos y no puedes dejar que lo haga Sherlock - se levantó dejando el té en la mesita y ambos quedaron muy cerca. John tomó su rostro con una mano para que su esposo se mantuviese mirándolo a los ojos - tienes que dejar en pensar en él como el virus, tienes que...

La historia sobre nosotros - Parte 2 (Johnlock)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora