11. Somos una de esas parejas divertidas

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- Sigo creyendo qeu deberiamos usar esposas - me susurro el detective.

- Eso parece increíblemente fuera de contexto - conteste.

- No se a que te refieres - acepto mirándome fijo mientras yo le daba otro bocado a mi almuerzo en Angelo's. Luego su cara se iluminó como si una lamparita se encendiera sobre su cabeza - oh, estás hablando de sexo - me reí por lo bajo y el revoleo los ojos - recuerdo cuando terminamos esposados escapando de la policía.

- Yo tambien lo recuerdo, te suicidaste al día siguiente - masculle y la culpa se reflejó en sus ojos, pero logró disiparla.

- Lo que yo recuerdo es que nos tomamos de las manos por primera vez - se explico - y que no quería soltarte, no deseaba que te apartaras de mi, hasta que tuve que obligarte a hacerlo.

Me miró con vehemencia, como si la idea de pensar en alejarse de mí fuera devastadora. Y yo me sentía exactamente igual.

- Aún sin esposas este día no te saldrás de mi radio focal - me aseguro, enrollando sus espaguettis, a los que no les estaba prestando mucha atención.

- Y si quiero ir al baño? -

- Ire. De todas maneras no habrá nada que no haya visto con anterioridad - me reí y él sonrió de costado, complacido.

- Eres un imbécil - le conteste, sacudiendo la cabeza.

- Soy divertido - me corrigió y yo me encogí de hombros.

No podía refutar tales palabras. Para el 99,99999% de la población, Sherlock Holmes era un ser detestablemente útil. Para mi era el ser humano más increíble que la sociedad llegaría a tener jamás. Bien, no estaba siendo imparcial, pero después de todo era mi esposo, no se suponía que lo fuera. Y era divertido, al menos lo era conmigo. Me desafiaba, y era sarcástico, y me miraba esperando que yo dejara de aguantarme la risa que sus palabras me producían.

- De hecho, deberíamos hacer algo divertido, ¿verdad? como en los aniversarios - me daba un tanto de ternura su inseguridad enmascarada. Él quería que esto salga bien, que estuviéramos juntos sin casos ni hospital de por medio y que aun nuestra relación funcionara. Y por supuesto que lo hacía, lo tenía muy claro, pero mi esposo no terminaba de acostumbrarse a la idea de que alguien lo amara tanto tal y como era.

- Yo me la estoy pasando increíble - le conteste con sinceridad.

No necesitaba velas en la mesa (aunque sí, Angelo había llevado una), ni trajes, ni música clásica en un restaurante caro. No necesitaba nada que no fuera a Sherlock Holmes.

- No plenee mucho esto, de ser sincero -

- Lo prefiero así, de verdad - le sujeté la mano por encima de la mesa y le di un pequeño apretón de confianza - me estoy divirtiendo, no debes hacer nada más.

- Lo sé John - contestó - eso es porque somos una de esas parejas divertidas.

Me reí por un segundo y él no comprendió por qué, por lo que me interrogó con la mirada.

- Lo siento, simplemente nos imagine en un sexshop comprando... No, olvidalo - escondí mi rostro enrojecido mirando hacia mi plato.

- ¿Hay una forma de que mis palabras no te hagan pensar en mi pene? - pregunto demasiado en voz alta como para que todo el restaurante se enterara, pero no pude evitar soltar una carcajada.

Sherlock tenía esta habilidad de hacer sería una situación bizarra o estúpida, porque a sus ojos todo era importante, todo detalle útil importaba. Y me había dejado muy en claro a este punto que para él, todos los detalles sobre mi, sobre nosotros, tienen prioridad máxima en su palacio mental. Yo era el detalle más importante de todos. Debo aceptar que proviniendo de él, era muy halagador.

- Probablemente no - le seguí el juego, y sonrió al notarlo, desafiante.

- ¿Así que en qué piensas ahora? - me pregunto mirándome de aquella forma intimidante que solo me ponía cuando estábamos en la cama.

- En que Angelo invito la comida, así que podríamos largarnos ahora mismo - sugeri.

Era estúpido lo sexuales que podíamos ser cuando queríamos. De verdad, nadie en el mundo hubiera siquiera pensado que Sherlock Holmes fuera capaz de decir las palabras que escuche a continuación.

- Perfecto, de todas formas no tenía hambre precisamente de comida -  

N/A: Es de verdad durisimo encontrar tiempo para escribir y lo siento mucho. Es tambien frustrante ir a la universidad para dedicarme a escribir como carrera pero no poder a hacerlo por estudiar. Pero aquí estoy, tenganme paciencia. Y si, por si no era obvio, viene mucho +18 en el proximo capitulo. Saludos!

La historia sobre nosotros - Parte 2 (Johnlock)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora