Dejar de seguirlo en redes sociales y borrar fotos
Viviana y yo seguíamos comiendo palomitas, pero esta vez frente a la computadora. Estábamos una junto a la otra, en el escritorio.
― Es hasta feo —dijo al mirar su foto.
― Para mí era lindo —me tapé los ojos con las manos.
― Solo me alegra que lo hayas dicho en tiempo pasado. Bórralo.
Y en dos clics se fue.
― Ahora las fotos. Me duele por los likes.
― Ya vendrá otro y superará el número de likes. Quítalas de mi vista. Me da diabetes solo de verlos tan melosos.
― Claro, olvidaba que tú no eres tan cursi.
― Por supuesto que no.
Y una a una las fotos junto al innombrable fueron eliminadas. Cada abrazo, beso, paseo, se fueron al tachito de basura digital.
― ¿Cómo te sientes ahora, Kat?
― Un poco extraña.
― Por favor, no llores.
― No, no, solo... me da pena.
Dos años de mi cariño sincero se iban desvaneciendo poco a poco.
Un amor en vano.
― ¿Será que alguna vez tendremos a chicos sinceros en nuestras vidas, Vivi?
― Esperemos que sí —suspiró.
― Mejor dejemos esto hasta aquí. Ya nos amargamos lo suficiente. Veamos películas. ¿Te quedas al almuerzo?
― Seguro.
― Hablaré con mi mamá, escoge las películas mientras tanto.
Bajé las escaleras despacio y encontré a mis padres dándose un beso de despedida. Los sábados él salía un poco más tarde de lo habitual, era odontólogo.
Mi mamá y yo nos quedábamos en casa, y compartíamos las tardes, ya que en la mañana me encontraba en la universidad, pero desde que conseguí el trabajo a medio tiempo, solo nos quedaba los fines de semana.
Aquel sábado fue una excepción.
Viviana y yo chateábamos constantemente, pero no nos veíamos tan seguido. Las tareas en la facultad de auditoría absorbían la mayor parte de su tiempo.
― Esta noche saldremos a comer —dijo mamá, después de despedirlo—. Ve pensando en algún lugar.
― Listo. Por cierto, ¿está bien que Vivi se quede a almorzar? —debí haber preguntado esto primero.
― Bueno, no hay problema.
― Veremos algunas películas.
― ¿Quieren más palomitas?
― Sí, por favor.
― Ya les llevo.
Y contenta me fui escaleras arriba.
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La lista del olvido | Relato corto en fragmentos
Short StoryKatherine estaba muy segura de algo: sacar de su mente y corazón a Víctor. Cansada de batallar contra el recuerdo y después de darle vueltas a varias ideas hasta encontrar una posible solución, ejecutaría, paso a paso y en complicidad con su mejor a...