La Guerra.

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Estaba parada frente a mi ropero, mirando que vestido podía ponerme para la cita de hoy. Pase frente a la puerta de Daniel y el estaba sentado en su cama con un libro en sus manos. Seguí mi camino hasta el baño y me di un larga ducha dejando la frustración de que Daniel no quisiera hablar conmigo. Todo el día se dispuso a estar en su cuarto pero con la puerta abierta como si esperar que yo entrará y le hablase. Solté el aire de mis pulmones, y salí de la ducha, tome el primer vestido que mire y me vestí.

El vestido era amarillo y mi cabello estaba con unas hermosas ondulaciones, negué mirarme al espejo. Me senté en la sala y saque mi celular, tenía una llamada perdida de Thomas. Tarde o temprano tenía que hablarle. Suspire y me levante del sillón, entre a la habitación de Daniel y me pare frente a el. Él subido su mirada a mi y me miro fijamente.

-Estas muy hermosa - dejo el libro a un lado y se apoyo con sus brazos por detrás de él en la cama .

-Gracias - sonreí - ¿Y.. Que haras hoy?

-Nada - Dijo - creo que miraré una película más tarde.

-Oh.

-¿Y que sucede? - frunce el ceño.

-¿De que hablas? - me cruce de brazos.

-¿A que viniste?

Claro ahora me veo como una tonta

-Quería pedirte perdón - Dije - por lo de ayer...

-No te disculpes... Yo quisiera que..

El timbre de la casa sonó. Y mire a Daniel, su mandíbula estaba Tensa y miraba hacia la sala como esperando que Travis apareciera y matarlo con la mirada.

-Mírame - Dije y me agache quedando a su altura - Solo es una noche, volveré pronto.

-Puedo confiar en ti, lo sé - miro al suelo - pero no en él.

Tome su rostro entre mis manos y hice que me mirara.

-¿Puedes dejarme en la puerta? - él sonrió y me tomo se la mano, con los tacones llegaba a su altura.

Cuando estaba apunto de abrir la puerta, Daniel quito mi mano del picaporte y se paro frente a mi y me abrazo, sentía su aliento en mi mejía, mi piel empezó a vibrar y podía derretirme en él .
Apoye mi cabeza en su hombro y suspiro.

-Me Debes Algo ¿Recuerdas?

Me separe de el y lo mire. Le debía el beso. Pero yo no lo quería en la mejía
Sus ojos me daban un cálido sentimiento y asenti con la cabeza. Acerco su rostro y sus libios tocaron mi mejía, mi cuerpo se estremeció ante su tacto y yo negué con la cuando se separó de mi.

-¿Qué? - su sonrisa se borro.

-No nada -  baje la cabeza y lo bese de nuevo

-¿Podrías llamarme cuando estén de regreso?

-Lo prometo.

Había pasado con Travis una gran noche, las películas y helados de distintos sabores. el era algo manipulador que digamos, me decía que quería hacer cosas que ami me aburría pero por otro lado hacia reír y me compraba ¡Kilos de helado! Sin que lo pidiera.

-¿Te gustaría ir por un café? - mire mi reloj.

-No lo creo, Daniel ha de estar esperándome y ya es tarde.

-Oh, vamos, solo será un rato. -  rogó.

-Lo siento, pero debo regresar.

-Yo quiero un café -  se cruzó de brazos - Y el que anda con el auto aquí soy yo.

-No estoy para juego -  empuje su hombro en modo juguetón.

-Iremos a tu casa cuando yo lo decida.

Dios... Estaba molesto y ahora yo estaba en un lío

-Iré al baño.. ¿Me esperas? - Sonreí y el asintió.

Corrí al baño más cercano y me encerró en un cubículo . Saque mi celular y le envié un mensaje a Daniel ya que no atendía su celular. Mis manos sudaban y pedí sentir mi corazón en mi pecho.
Salí del cubículo y lave mi rostro y trate de salir lo más feliz ( no te se el sarcasmo) del mundo.

Travis estaba sentado con dos cafés en mano mirando su celular. Me senté a su lado y el me sonrió.

-Háblame de tu familia...

-Oh, pues tengo dos hermanas.. Mis padres siguen juntos.. Y Estoy currando último año. ¿Y tú?

Comencé a pensar en las posibilidades de una plática larga con la esperanza de que Daniel llegara a salvarme una vez que mirara mi mensaje.

-Primero año en la universidad y padres divorciados, hijo único y vivo solo ... - sonrió - Y eso es todo.

-¿Cómo te mantienes?

-Soy asistente en la policía.. Pronto terminaré mi curso.

Él podía traer un arma si quisiera, y esto era la vida real, no podía darle un golpe en la cabeza y dejarlo  inconsciente.

-Oh, me alegro por ti, tu vida ya está echa...

-Aun falta la última parte, espero casarme en unos años..

-Espero que encuentres la indicada - cada vez me podía más incómoda.

-Eso espero - Dijo y tomo un sorbo de su café.

¿Por qué Daniel tardaba tanto? La casa estaba a unos minutos de este lugar.

-Podrías disculparme - tome mi café -  creo que le hace falta más leche.

-Claro.. Después iremos a la playa y me gustaría que conocieras mi departamento - Dijo como si fuera la cosa más normal del mundo y fui al mostrador indicándole a la empleada que me diera más leche.

Mientras yo me dedicaba a mandar otro mensaje a Daniel cuando el respondo.

Daniel 😑

Ya estoy en el lugar ¿Dónde estás?

Yo

El Café de Praga.

Daniel😑

Ya te vi.

Camine hacia Travis y tome mi bolso de la silla. El me miro confuso y luego sonrió con malicia.

-Aun falta ir a mi departamento.

-No iré -  hable lo más duro posible - Daniel llego por mi.

-¿Y porqué tendría que el arruinar nuestras cita?

-Tu la arruinaste -  comencé y el levanto una mano señalándose haciendo que todos nos mirarán

-No te atrevas a responderme.

-Eres un abusivo, me ha querido ir hace una hora y tu solo..

Me golpeó.

¡ME GOLPEÓ!

LEVANTEN LAS MANOS LAS MUJERES QUE NOS DEFENDEMOS.

Con mi mano le di una cachetada y el agarró mi mano a la segunda vez.
Daniel llego de la nada y se metió entre los dos causando que Travis lo golpeara a el.

Y la guerra empezó.

¡Por las mujeres con agallas! ¡Somos valiosas y ningún hombre nos puede lastimar!

Después De TiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora