Capítulo 4

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—Adelante.—Aki había guiado a los dos chivos expiatorios de Kyo hasta un pequeño almacén, que por supuesto no cumplía esa función.

Era un lugar angosto, lleno de probetas, tubos de plástico conectándolas, botellas medio vacías... Y entre todo el caos, al lado de una bombona de gas, un hombre sentado. Gastaba una camisa blanca con los puños abrochados y trabajaba con guantes de plástico negros, metódico.

—Kamijo, te traigo carne fresca.—

—Te he dicho mil veces que no me llames así.—

El hombre se dio la vuelta ante la llamada de Aki; para observar a sus nuevos "sujetos de prueba".

—Vaale, estimado señor K.Ho.—

—Que te follen, Akihito.—

Tsurugi y Mizuki se sintieron en la obligación de reírse cuando Aki estalló en carcajadas, pero K.Ho los disuadió:

—Que se sienten.—desechó los guantes con los que había estado trabajando y se levantó—Enseñadme los brazos.—ambos obedecieron asustados—¿Os habéis drogado en las últimas 24 horas?—

—N...no...—Mizuki fue el primero en contestar.

—¿Y tú qué, no hablas?—K.ho miró a Tsurugi.

—Me...me he fumado un...porro...en el descanso de clases...—

—Suerte entonces.—Kamijo rodeó su brazo con una banda elástica—La necesitarás.—hizo lo mismo con el de Mizuki.

—¿Qué nos va a poner...?—Mizuki, aun con el labio roto y el pelo corto se atrevía a preguntar.

—Un consejo.—K.ho se puso otros guantes y dispuso dos jeringuillas diferentes—En este negocio...—palpó la vena de Mizuki con sus dedos—preguntar demasiado puede matarte.—introdujo la aguja, inyectando su contenido directamente en el torrente sanguíneo del menor.

—Ah...—

Después de hacer lo propio con Tsurugi, Aki y Kamijo compartieron una piedra de hachís. Mientras, en el otro extremo de la pared los dos jóvenes empezaban a experimentar los primeros efectos:

—Joder...—Mizuki daba pequeños golpes en el suelo con el pie.

—¿Cómo te sientes?—Kamijo comprobó sus pupilas—¿Estás eufórico, eh?—

—Sí... ¿puedo levantarme?—

—Adelante.—Aki empezó a desgarrarse de risa—Si se le ha puesto la polla dura y todo, qué le has metido.—

—Secreto.—K.ho se llevó un dedo a los labios.

—Qué guapo eres, joder. ¿Quieres echar un polvo luego?—

—Me he follado a una antes, no tengo ganas.—

—Siempre me haces lo mismo.—

—Yo me...me encuentro mal...—Tsurugi habló por primera vez, estaba temblando.

—¿Mm?—Kamijo levantó una ceja.

Y Tsurugi cayó al suelo.

**

Me había pasado la noche dándole vueltas al asunto de la banda; crear una nueva de la nada... Normalmente las bandas no se formaban así, simplemente un grupo de amigos se metía en líos. Pero Masao no hace las cosas como la gente normal, eso sería demasiado aburrido. Entré a clase con esa mentalidad de "voy a avistar posibles miembros", pero en cuanto entré me cayó un jarro de agua fría en la cabeza.

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