Capítulo 13

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El invierno había llegado a Fukushima, y "La alianza" -nombre provisional que los pequeños habían adoptado para su unión, inspirados por la fantasía medieval- contaba ya con cuatro barrios del distrito incluyendo el propio; Fukushima, Yodogawa, Nishiyodogawa y Konohana. Aquellos territorios solo estaban bajo el dominio teórico de los Zan, pues no pasaban mucho por allí y prácticamente podrían darse por "tierra de nadie", así que "La alianza" los tomó como propios, y se paseaban por sus calles como si el mundo fuera suyo.

A pesar de que ambos líderes de paja habían planeado ataques a Kyo con anterioridad, la pericia de Aki y Koichi tenían para manipularlos consiguió que esperaran al momento justo, pues con la llegada del invierno las filas de los Zan enmudecían a causa de las gripes que asediaban la salud de aquellos drogadictos. Ahora venía la parte que Mao y Tsuzuku consideraron la más divertida; ya que para ellos era como un juego, mandar el aviso.

—Cuál es el plan enano, que lo de la cabeza de caballo en la cama ya está muy pasado.—Tsuzuku iba por su segundo chute de "Mary Jane" del día, y estaba hasta de buen humor.

—No lo sé...No hay nadie a quien Kyo aprecie lo suficiente como para tener en cuenta nuestro desafío si se lo mandamos amoratado y con el mensaje en la boca.—

—Y eso lo sabes porque eres un fanboy. Tiene que haber algo que le importe un mínimo. Aunque sea un objeto.—

Fue entonces cuando Aki entró a la habitación -era el cuarto de Mao y su madre, algo descolocada, lo había dejado subir- acompañado de un siseo.

—¿Y eso?—

—La serpiente de Kyo.—

—...no quiero saber cómo la has conseguido.—Mao se quedó mirándola, pero no se atrevió a cogerla cuando Aki se la acercó—¡Nono, para ti!—dio un paso atrás.

—Qué nenaza eres.—Tsuzuku se la puso alrededor del cuello.—¿La degollamos?—

—Como queráis.—y tal como había llegado, Aki salió de la habitación.

—Masao...—la madre de Mao entró a la habitación, preocupada por las actividades de su hijo—¿Ese bicho no es tuyo no?—

—¡Mamá estoy haciendo cosas!—

—Pero eso en casa no se queda, que se la lleve tu amigo.—

—Sí señora.—Tsuzuku ya se llevaba bien con la pitón—No se preocupe, yo me encargo.—

—Bien.—la pobre mujer se fue más tranquila.

Así que Mao le dejó el trabajo sucio a Tsuzuku, que salió directo a casa de Koichi a contarle las conclusiones a las que habían llegado. Este hubiera querido acudir a la reunión pero "no se encontraba muy bien", o mejor dicho estaba ayudando a Aki a conseguir aquel maldito reptil.

—¡Tsuzuku!—la madre de Koichi estuvo muy feliz de verlo—¿Tatuaje nuevo?—se fijó en su mano antes que en la enorme serpiente que lo rodeaba, aquella mujer pecosa lo había visto todo.

—Sí.—y en el fondo Tsuzuku se sintió feliz por eso—Aún no está bien bien pero ya se curará del todo.—

—Y tú toqueteando una serpiente, deberías cuidártelo a ver si se va a infectar.—

—Lo siento.—agachó la cabeza—¿Está Koi?—

—Arriba haciendo no sé qué.—

—Gracias.—subió las escaleras todo lo rápido que le permitía el peso extra—¡Koi mira lo que tengo!—

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