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―Ya ha llegado. ―dijo Carter mientras miraba las transmisiones de las cámaras
Me coloque al lado de Carter y efectivamente, la tal April estaba siendo grabada por la cámara cuatro, una que se encontraba cerca de la entrada del instituto.
―Debería ir a presentarme. ―susurre con una sonrisa.
Salí de la biblioteca con mi bolso en mano, sólo cruce algunos pasillos hasta quedar cerca de la entrada. No se me dificulto mucho intuir a la chica-de-intercambio-cara-bonita, ya que se encontraba observando todo el instituto. Me dirigí a ella quedando frente a frente, ella me observó con algo de arrogancia.
―¡Hola! Mi nombre es Camille, bienvenida a Newton. ―hablé con un tono fingido de dulzura, vaya que mi garganta ardía.
Ella me fulmino con la mirada, después dibujo una sonrisa en su rostro. Si no fuera observadora no me percataría que era una sonrisa fingida, como la mía.
<< Nos entenderemos perfectamente >>.
―Hola, soy April Anderson. ―habló mientras me extendía una mano.
Con toda mi valentía a flote tome esa mano. La estreche unos segundos y rápidamente la aparte.
―Mucho gusto. ¿Quieres que te muestre el instituto?
―Me encantaría. ―parpadeo un par de veces provocando en si una expresión "tierna".
Vaya que sabía actuar.
Pero no tan bien como yo, dudo que intuyera mi falso comportamiento gentil.
Tenia que estar cerca de ella. Ya saben lo que dicen;"Es mejor tener a los enemigos cerca".
Y así estuve una hora clase, recorriendo el instituto con April a mi costado. No era muy habladora y eso se me dificultaba para sacar sus verdades, así que traté de entrar en confianza contando algunos secretos pocos conocidos.Pasillo tras pasillo, aula tras aula (exceptuando la biblioteca, claro), edificio tras edificio, estuvimos conversando sobre los estudiantes, o mejor dicho; secretos de ellos.
―Mira, el chico de allá ―señale a un chico robusto―, es el que hace de mascota en los partidos. Si los estudiantes se enteraran quien es, jamás querrían a la mascota de animación. ―por eso no se lo dije a todo el instituto, obvio.
Ella soltó una pequeña risa. ―seguramente habrá remplazos. ―su sonrisa se ensanchó mucho más.
―Lo dudó, nadie querría ser un entretenimiento dentro de ese estúpido traje.
Ella no respondió, supongo que le quedo claro.
―Y mira ese otro chico ―señalé a un chico con aspecto de maleante―, es el que distribuye las drogas en el instituto. Así que si necesitas ya sabes con quien acudir. ―le guiñe un ojo y ella me sonrió de lado.
―¿Y que me dices de Amanda Anderson? ―preguntó.
―¿A que te refieres? ―fruncí el ceño levemente.
―Digo, ¿Quién es ella en el instituto?
―Hum.. es la animadora, aparentemente la mejor ―odiaba decirlo, pero era cierto― Y también es tu prima. ¿Verdad? ―le sonreí mientras seguíamos el paso.
―S-si. Mi padre hará negocios con mi tío, por eso nos mudamos.
―Lo supuse. ―hablé mientras quedábamos en frente de el último edificio que le faltaba por presentar.
―¿Qué es este lugar? ―preguntó.
―El gimnasio ―sonreí― ¿Quieres entrar? ―le propuse mientras veía una sonrisa dibujarse en sus labios.
Al entrar vi a las animadoras en las butacas, conversando entre ellas. Pero una de ellas bramo algo en su estúpido idioma animadora y todas dejaron de conversar; de hacer lo que hacían.
Hasta que fijaron su mirada en mí y guardaron total silencio, provocando un ambiente incomodo.―Creo que las asustamos. ―susurró April a mi lado.
―No querida, se le llama darnos las bienvenida ―me acerqué en medio de gimnasio, todas las chicas me seguían con la mirada, me detuve y les sonreí― Hola chicas. ―les hablé con fluidez.
― ¿Qué haces aquí, Camille? ―habla una voz con la misma fluidez que la mía. Sé de quien es la voz, pero no la visualizo.
Hasta que en el fondo veo la silueta de la proclamada voz.
Amanda Anderson.
Ella baja algunas gradas hasta quedar en el piso del gimnasio, con pasos constantes y su cabellera teñida se aproxima hasta mí.
Me fulmina y yo a ella.Me cruze de brazos y hablé:
―Creí que te había dejado claro que sucedía si me retabas. ―le susurre.―No te tengo mido, al fin y al cabo eres una murmuradora, y yo una animadora, sera mi palabra contra la tuya.
―No estés tan segura de eso, o seguro. Como sea ―giré mi cabeza y visualice a April mirando el gimnasio por todos lados― ¡April! ―le espete, y ella se aproximó a mí―, quiero presentarte a mi amiga. ―le dije a Amanda. April se posó a su lado lado y le sonrió a Amanda.
Amanda solo estaba atónita, seguramente le sorprendió que April estuviera conmigo.
―Cr... creí que el tío Albert te ingresaría en otro instituto. ―hablo con... ¿Temor? ¿Por qué?
―No. Le pedí que me ingresará a éste. Para estar con mi prima favorita. - le sonrió ampliamente.
―Debo... debo ir a clases ―susurró mientras se alejaba― El entrenamiento termino, todas a sus clases. ―hablo mientras levantaba las manos y aplaudía.
Todas salieron del gimnasio y solo quedamos April y yo. Ella se giró y quedo enfrente de mí, levanto los hombros y sonrió.
―¿Qué otro edificio debo conocer? ―me pregunto mientras yo estaba... sorprendida.
No entendía como April Anderson había intimidado a Amanda Anderson, solo con mirarse entre ellas. Yo estuve día tras día, semana tras semana, mes tras mes intentando averiguar algo con que intimidarla, además de que no funcionó.
¡Tanto esfuerzo para nada!
Y April sólo aparece y logra cohibirla en mis narices.<< Esto era, ¡Inaceptable! >>.
―¿Quieres conocer la biblioteca? ―le dije mientras nos sonreíamos entre sí.
Ella solo asintió repentinamente. Y dicho eso, emprendimos rumbo a la Camille-guarida.
<< Debería cambiar ese nombre >>.
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- Mario Swan. 👤
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Ladrona de Secretos
Roman pour AdolescentsMuchos me suelen llamar "metiche", otros me dicen mentirosa, murmuradora, entrometida. Pero la verdad es que sólo soy una ladrona de secretos, es lo que hago y eso me encanta. ¿Qué porque lo hago? Sólo digamos que soy como una súper heroína. Los sec...