―Eso no es cierto, eres un mentiroso. ―es lo único que salé de mi boca. Pues no tengo otra respuesta.
―Lo soy, pero no con esto. Te he guardado secretos, y aún tengo ―ríe irónicamente―, pero creo que todos tenemos algo que ocultar, eso nos hace adolescentes. ¿O me dirás que tú no tienes nada que ocultar?
―¡Eso no te incumbe! ―grito mientras me levanto― Estoy pensando que hacer, no puedo romper tú promesa porque soy Camille Cusnier, eso me deshonrará toda la vida... pero tampoco puedo perder a Carter.
―Entonces no se lo digas, si se lo dices ella se irá, y perderás tú única entrada a los datos directivos.
―¡No trates de controlarme!
Nunca había estado tan frustrada... como aquella vez.
―Era un secreto Lana. Mi secreto ―le espetaba con lagrimas en los ojos.
No respondió, sólo me miró con desagrado. Mi corazón estaba tan acelerado que tenía miedo. Miedo de lo que sucediera a partir de aquí.
―Ya no vuelvas a hablarme ―le grité, grité tan fuerte que comencé a frustrarme― ¡Yo misma me encargaré de divulgar tus secretos, me encargaré de destruirte como tú me lo hiciste!
―Inténtalo ―me respondió mirándome de frente―, Camille la bastarda no logrará mucho.
Enterre mis uñas en la palma de mis manos al formar un puño, respiraba con dificultad y con rabia, mi gesto se frunció y...
―Escucha... ―habla Samuel.
Inhalo aire hasta llenar mis pulmones, y parpadeo varias veces, hasta serciorarme de estar en la "realidad".
―Los rumores destruyen en tan solo unos segundos lo que forjaste por tantos años. ¡Me destruiría! ¿Sabes a lo que me refiero?
<<Sí Samuel, sé lo que ocasiona divulgar un secreto en el momento adecuado>>.
―Tendrá que irse de Newton, es la única manera en la que Carter se olvide de él. ―afirmo―, y tú, me debes un favor Samuel.
Él asiente, y yo sólo tomo mi bolso y camino lentamente a casa. Lo único que quiero en esté momento es caminar.
Llegó a casa y me quito los zapatos de plataforma. Me dirijo a la cocina y tomo un vaso de agua. Como algo ligero y me doy una larga ducha; una de las mejores maneras de relajarse.
Pasadas las 8:00 pm, me dedico a ver algunas películas en Netflix, pero antes de que se reproduzca me lanzo a la nevera por un bote de helado y una cuchara.
Tomo asiento nuevamente en el sofá, pero segundos después el timbre de casa me interrumpe.Me muevo el cabello ―un poco humedo― al lado de un hombro, y abro la puerta.
―Lana. ―susurro, una corriente de nervios me recorre todo el cuerpo, mi corazón late con intensidad.
―¿Qué?
Su voz me hace reaccionar, parpadeo sutilmente y suspiro de alivio al ver que es Carter.
―Carter ―digo nerviosamente―. ¿Qué haces aquí? ―pregunto.
―Y-yo, sólo quería visitarte.
―¿Cómo sabes dónde vivo? ―me reincorporo firmemente.
―Lo vi en los datos del computador de Sara. ―responde con su tono amigable.
―Ah, ya vas mejorando eh. ―la halago, me aparto de la puerta y me dirijo a la cocina.
―Sólo quería platicar.
―Pasa ―le digo―, estaba a punto de ver una película, porqué no te sientas. ―salgo de la cocina y le doy la cuchara que tomé de la cocina.
―Claro. ―se sienta a mi lado y comenzamos a disgustar el helado mientras vemos el televisor.
<<Esto no se repetirá Camille>>.
~•~
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- Mario Swan. 👤
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Ladrona de Secretos
Novela JuvenilMuchos me suelen llamar "metiche", otros me dicen mentirosa, murmuradora, entrometida. Pero la verdad es que sólo soy una ladrona de secretos, es lo que hago y eso me encanta. ¿Qué porque lo hago? Sólo digamos que soy como una súper heroína. Los sec...