El prisionero | LarryStylinson [Terminada]

Capítulo cinco.

"No, por favor Tyler"

"¡No lo estaba mirando te lo juro!"

"Esto te pasa por ser una maldita puta"

Y seguido de eso el tal Tyler propinó un fuerte golpe en el pómulo del chico que se veía tan indefenso.

La mayoría de los prisioneros nos encontrábamos en el patio, algunos jugaban al básquet, otros simplemente estaban parados hablando entre ellos y después estábamos Connor y yo que nos sentamos en las pequeñas gradas observando al resto y teniendo una conversación tranquila tratando de adivinar que comida de porquería nos iban a dar hoy para cenar.

Todo parecía ir tranquilo hasta que un hombre fornido, y con muchos tatuajes alrededor de sus brazos empezó a gritarle a un chico de cabello rubio y tez blanca.

El pequeño quedó tendido en el suelo, esperando seguramente por más golpes del otro, pero yo no podía permitir eso, mi lado amable y blando me decía que tenía que ir ahí y ayudar a ese pobre chico.  Probablemente me iba a arrepentir de hacer esto.

—¿A dónde vas, Harry?— Cuestiono Connor a mi costado, pude notar en él cierta mirada de terror cuando observaba lo que le pasaba al rubio.

A paso firme me acerque a ellos, sentía mi garganta seca, y tragar saliva se me dificultaba demasiado. Bien, de acuerdo, ya me estaba arrepintiendo.

—Déjalo tranquilo.— Masculle con mi típica voz gruesa.

El grandote se giró y me observó arqueando una ceja, tenía una mirada oscura y penetrante, sus labios se mantuvieron en una línea recta y parecía no comprender si mis palabras fueron dirigidas a él.

Dos pasos y se encontraba frente a mi, era tan sólo un poco más alto que yo, pero si lo bastante fornido como para propinarme seguramente unos buenos golpes y hasta una nariz rota. Dios, es que por qué nadie me detuvo o me dijo: harry, no seas suicida, quédate en tu lugar.

—¿Quién mierda te crees que eres para decirme lo que tengo que hacer?. — Su voz era gruesa y ronca, pero hablaba de una manera lenta que daba escalofríos.

—Yo... — Carraspe — es que...

Ayuda.

—¿Qué está pasando aquí? — Gracias dios, prometo rezarte cada noche.

—Nada de lo que te incumba, Tomlinson.

—Uhm. — tarareo. — todo lo que tenga que ver con esta princesa — Me señaló con la cabeza. — me incumbe, Tyler, así que voy a preguntar de nuevo, ¿qué mierda está pasando aquí?

—A con que tu princesa ¿eh? Parece que ya tienes nueva puta, Tomlinson — Ambos parecían tan inmensamente tranquilos, pero en su voz se notaba el deje de rabia. — Bueno, déjame decirte que tu pequeña puta quiso venir a hacerse del listo dándome órdenes.

— ¡No es así! — me justifique casi histérico. — Yo sólo trataba de que dejarás de golpearlo — señale al rubio quien ahora se encontraba parado observando todo, aún podía notar el temor en sus ojos azules.

—No tenes por qué hacer eso, Harry.— Se dirigió mirándome con desdén. — Niall es su puta y él hace lo que quiere con su puta.

—Exacto, menuda puta te buscaste, Tomlinson.— Y eso fue lo último que dijo antes de tomar al tal Niall por el brazo e irse.

Sentía mis ojos arder y me encontraba completamente confundido, él dijo que yo era su puta, él defendió que golpearon a ese pobre chico, estaba a favor de eso, de toda esta violencia e injusticia. Era simplemente horrible.

—Yo no soy tu puta.

—Cariño, si quieres sobrevivir en un lugar como este, te conviene ser mi puta.

[...]

—¿Quién es ese Tyler? — Cuestionó Connor a mi costado cuando me volví a sentar junto a él. Simplemente me encogi de hombros, ¿cómo se supone que iba a saber eso sí era tan nuevo como él en esa prisión?

—El rey de esta prisión. — Dijo un pelinegro repleto de tatuajes acercándose a nosotros. — Él es el que manda aquí y nadie debe de faltarle al respeto al menos que quiera terminar muerto, por lo cual ojos verdes, te sugiero que no vuelvas a intentar ser un héroe. — Le dio la última calada a su cigarro y lo tiró al suelo. —Soy Zayn.

—Yo soy Connor y él es Harry.

—Lo sé, la nueva puta de Tomlinson.

Rodeé los ojos y estaba dispuesto a negar aquello si no fuera porque un castaño de ojos azules se acercó a nosotros. Joder, era un idiota pero eso no quitaba el hecho de que estaba malditamente bueno.

El ojiazul rodeo por los hombros al pelinegro.
—Tenemos que hablar, Zayn. — Soltó. El nombrado sonrió y murmuró un "bien" antes de que ambos girasen y desaparezcan de nuestra vista.

—¿Es que acaso en esta prisión todos van a estar buenos? —Observe a Connor divertido. Niño atrevido.

—¿Te gustó el pelinegro?

—Si, definitivamente. Y Louis tampoco esta nada mal eh.

Bien, ese comentario no debería molestarme. Pero me molestó.

—Igual, sé que te quiere a ti como su puta, así que tranquilo que me quedo en el molde.

—Idiota. — murmuró en chiste rodeando los ojos.

Se rió —Bueno, me voy a ir a dar una ducha, me siento muy sucio.

—Cuidado que no se te caiga el jabón. — Bromee observando la mueca de Connor.

—Mejor acompañame. — Solté una carcajada y asenti. Yo todavía no me había bañado por el simple hecho de que tenía miedo, por dios no quería irme a bañarme y terminar violado. Quiero decir esto puede ocurrir en cualquier parte de la prisión, pero sobre todo en los baños.

Caminé junto a Connor hasta llegar a las duchas, habían sólo tres prisioneros y gracias a dios no parecían de esos tipos matones.

Ya que estaba ahí y con compañía, decidí también darme una ducha.

Sonreí con alegría al sentir el agua caliente caer, ¡había agua caliente!

Disfruté de la ducha pero no demasiado, ya que prefería salir lo antes posible y estar completamente cambiado.

[...]

Louis, Louis y sólo Louis ocupaba mis pensamientos en este momento, ese hombre me hacía erizar todos los vellos del cuerpo, cuando hablaba me recorrían escalofríos, y cuando me miraba, podía ver la oscuridad en sus ojos; y no lo pienso negar, eso me asustaba como la mierda.

Sin embargo había algo en él que llamaba mi atención, y me hacía querer ir donde él esté ahora mismo y llenarlo de preguntas hasta el punto que la única manera de que me haga callar sea por medio de un golpe... cosa que si me pongo a pensar bien, no, no me gustaría.

Quería saber todo de él, cuantos años tenia, hace cuanto tiempo que estaba aquí, qué hizo para terminar preso, su color favorito. No sé, simplemente quería saberlo todo y escucharlo de su boca.