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"¡Harry, baja, han venido a entregarte algo!" escuchó gritar a su madre.

Deja sus libros a un lado, algunos hacen un gran ruido al caer pero no importa. Harry se pone sus pantuflas de conejo y empieza a bajar las escaleras como alma que se lleva el diablo. 'Ojalá sea algo de Chris' piensa 'Él prometió que me traería algo de Sudamérica'. Su sonrisa es enorme, hace mucho que no sonreía así.

Al llegar a la planta baja, camina apresuradamente hacia la puerta y se encontró con unos ojos azules pero esos ojos azules no eran los de Chris.

Su sonrisa ahora era una mueca. "A-adam, eh, hola."

"Hola, pequeño." él sonrió sinceramente.

"Bueno, yo los dejo solos, mi novela, está por empezar. Diviértanse." Anne sonrió delicadamente y fue a su habitación.

"Pasa."

"Claro."

Ambos caminaron hacia la sala. "¿Qué haces aquí? ¿Está todo bien? ¿Vienes a traerme algo de Chris...?" empezó a preguntar Harry.

"Woah, calma, pececito. ¿Acaso no vas a darme un abrazo?"

Harry sonríe de nuevo y va directamente a los brazos de Adam. Se pone de puntitas y le rodea el cuello con los brazos, Adam sonríe al abrazar la cintura del rizado. Harry nota un olor familiar aparte del singular aroma del mayor, es un olor dulce... Un olor que nunca pensó extrañar, un olor que no sabía que extrañaba. El Chanel N°5 de Natalie estaba en el cuello de Adam y no le sorprendió para nada.

También sintió un bulto en su costilla izquierda, se separó de Adam y frunció el ceño.

"Oye, ¿qué es eso?" preguntó con voz suave.

Era un bolso de cuero marrón lleno de cosas, ya que había cerrado hasta la mitad.

"A eso es a lo que he venido." se quita el bolso y lo pone en el sofá.

"¿De quién es? ¿Es para mí, A?" el de cabello negro asiente "¿Es de Chris?" Adam niega y la sonrisa del rizado se esfuma "¿Entonces...?"

"Es de..." carraspea "Es de Louis."

Ese nombre, maldición.

Harry no creía que iba a volver a escuchar ese nombre en su vida. Es como si una ola lo estuviera revolcando, el aire empezó a faltarle, el pecho le ardía y sentía las lágrimas en el borde de sus ojos. Empezó a boquear (como un pececito, es por eso que Adam le dice así) en busca de aire y contuvo las lágrimas, se prometió a sí mismo que ya no lloraría por él. Ya no más.

"Harry, ¿estás bien?" se acercó Adam a él.

"Estoy perfectamente bien" susurró recuperándose del dolor "Tan solo hazme un favor."

"El que quieras, peque."

"Por favor, devuelve eso al que te lo dio." fracaso total, ni siquiera podía pronunciar su nombre.

Adam resopla, él ya sabía que iba a deir eso. "No puedo, Harry" el rizado quería hablar "Lo siento pero hice una promesa." habló

Harry cerró los ojos por un momento y suspiró, no quería discutir con Adam. Intentó tranquilizarse.

"Lo entiendo, pero..."

"Escucha, Harry. Sé por lo que has pasado, Natalie y yo te hemos escuchado llorar a ti y a Louis, los hemos visto con ojeras al día siguiente, casi todos los días antes de que te mudaras. Nos ha dolido pero sé que a ella más, ella no quiso hacer daño..."

"No intentes defenderla, Adam."

"Tengo que hacerlo, Hazz, porque sé que desde que Nat está embarazada no ha fingido contigo, es más creo que desde antes, todo fue espontáneo y real. Ella también ha llorado pensando que nunca la ibas a perdonar. Le ha dolido como no tienes ni idea. Además, si Louis..." gruñe "A la mierda" susurra "Louis te está entregando eso porque se va a ir del continente."

Harry levantó la vista hacia Adam. "¿Qué?" susurró con ojos llorosos.

"Sí, se va. Y no hablo de esos típicos viajes de niño rico, hablo de viajes de no regresar en un largo tiempo o puede que no vuelva más." Harry empezó a negar con la cabeza.

"No, no, no. E-es imposible, él... Él nunca se iría, no mientras Natalie..."

"Se irá en cuanto los niños nazcan."

Harry empezó a enloquecer. Eso no podía pasar. Oh, maldición, todo se estaba yendo al diablo, maldita sea. Pero era lo mejor, ¿verdad?

"Bueno, ya hice la parte de Louis, ahora haré mi parte: Harry, yo te recomiendo que abras ese bolso. Debe de contener varias cosas de ustedes dos, no te olvides de lo bien que te sentiste durante todo este año, como si te desplazaras por las nubes y estuvieras a punto de tocar el cielo. Louis lograba que tocaras el cielo solo con una mirada, ¿verdad?" el rizado no respondió y Adam ya sabía la respuesta "Tal vez sea como una despedida, solo... piénsalo, pececito." acarició los rizos de Harry y se dirigió hacia la puerta.

Y ahí se estaba yendo su única esperanza de ver a Louis de nuevo.

"Adam" el de cabello negro volteó y Harry suspiró, no podía hacerlo "Te extrañé."

El mayor sonrió sin mostrar sus dientes. "Yo también y oh, me olvidaba... Te llamaremos cuando Mike y Mark nazcan, sé que te gustará estar ahí." Adam cerró la puerta detrás de él.

Rayos.

Adam le había dejado una gran responsabilidad a Harry al dejar ese estúpido bolso, sentía que había una bomba ahí. Pero la bomba era él, estaba a punto de estallar.

"De acuerdo, Harry, tú puedes hacerlo." tomó el bolso y se dirigió a su habitación.

Cerró la puerta detrás de él, se sentó en el suelo y puso el bolso en el suelo con las manos temblorosas. "Debo de estar loco." Tomó el bolsó y lo abrió, dentro de él habían cosas de papel, plástico y algunas fotos pero había algo que ocupaba todo el espacio.

El rizado volteó el bolso bocabajo y todo su contenido cayó al suelo. Un cuaderno pequeño cayó, haciendo un fuerte sonido. Harry no podía creerlo.

"¿Qué?" tomó el cuadernito "El diario de Louis" recordó cuando el castaño no dejaba que ni lo viera y ahora lo tenía ahí, en sus manos, no lograba comprenderlo "¿Por qué me has dado esto, Lou?"

Abrió la portada, en la primera hoja había una gran nota. Reconoció la letra, la tinta del lapicero era fresca, no podía creerlo.

Era una extensa nota hecha por Louis.

Si vas a hacer algo importante, comienza bien, así lo terminarás bien. Eso siempre me decía mi abuelo y creo que lo decepcioné, suelo hacer cosas estúpidas todo el tiempo. Pero, ¿sabes qué no es estúpido, bebé? Escribir esta nota de despedida.

La cagué contigo, la cagué en grande y no tienes la idea de lo mucho que me arrepiento, no te merecías nada de esto.

Dios, ahora mismo siento como mi corazón late rápido y mi estómago brinca. Eso es lo que haces en mí, Harry, no puedo explicarlo. Eso mismo sentí cuando te vi parado en las escaleras de mi casa. Nunca debí evitar esa sensación, siempre intenté quitarla de mí y nunca pude y sé que nunca lo podré hacer.

Aun no me voy y ya empiezo a extrañarte. Extraño tus ojos mirándome con inocencia y como si pudieras reparar cada pieza rota de mi interior, extraño tus labios acariciando los míos o algún tatuaje favorito en mi piel, extraño tu cabello haciendo cosquillas en mi mejilla, extraño tus dedos acariciando mi piel, extraño tu sonrisa haciendo que involuntariamente sonría también, extraño tu voz cantando melodías de musicales tontos y ridículos.

Extraño eso y más y sé que tú también lo haces, lo haces con la misma fuerza, con la misma intensidad.

Harry dejó de leer, la página tenía tres gotas de llanto en ellas. Había más que leer pero decidió leerlo al final.

Y entonces, pasó la página.



Bienvenidas a Cruel intentions, espero les guste, me está llevando mucho tiempo hacerla.

Pobre Harry:( Luego verán toooda la historia je:v Grax por leer

Cruel Intentions[LS]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora