Cruel Intentions[LS]

16.

Continuación del día.

"Eso se ve bien." Harry vio la bandeja de emparedados que preparé con una sonrisa.

"Toma las que quieras."

Él alzó su vista hacia mí e hizo una mueca. "No tiene nada malo, ¿verdad?" alcé una ceja "No me refiero a que esté envenenado o algo por el estilo, sino que el relleno no sea malo." murmuró con una sonrisa nerviosa.

Reí entre dientes.

"Tranquilo, miedoso, no tiene nada fuera de lo común." Harry asintió y tomó una.

Se sentó en una de las banquetas de la isla de la cocina, justo donde Natalie y yo habíamos tenido nuestro primer beso. Fueron muy buenos momentos, mi infancia no fue la más normal pero ella se encargó de acomodarla un poco, sonrió despacio mientras tomo de mi lata.

"No soy un miedoso" exclamó el rizado mientras masticaba, tragó y suspiró "Bueno, tal vez un poco pero no te tengo miedo."

Oh, Harry, tú más que nadie debería temerme.

"¿Y eso último a qué viene?" me senté a su lado.

Harry se encogió de hombros. "No sé. Por tu apariencia debería temerte pero no."

"Espera" lo interrumpí "¿Por qué deberías temerme por mi apariencia?"

"Porque... bueno, eres alto, luces fuerte, rudo y brusco; el típico rompecorazones, el que va de fiesta en fiesta, se emborracha y no le importa la consecuencias de sus actos que siempre son malos."

De acuerdo, eso dio miedo. Un niño que acabo de conocer ha hecho un resumen de mi vida en segundos. Es como si hubiera visto dentro de mí. ¿Acaso Harry Styles era psíquico?

"Pero no eres así." mordió su emparedado y empezó a masticar.

¿Qué mierdas dice este mocoso?

Hice una mueca. "¿Y si te digo que soy exactamente así?"

Harry negó repetidamente con la cabeza. "Estarías mintiendo."

"Suenas muy seguro."

"Lo estoy. Das esa figura pero antes de que Natalie te diera mi nombre yo sabía que no eras así. Eres... sabes escuchar, eres atento, respetuoso, amable, siempre tienes algún comentario que me hace reír, no me aburro contigo nunca, bueno, por todo el día que hemos pasado juntos eso me has dado a sentir acerca de ti. Eres familiar para mí, es como si te conociera de toda la vida. Eres bueno, Louis."

La puta madre.

No puede ser, este niño no debería estar aquí. En este momento me dan ganas de ir a su habitación, empacar sus cosas y llevarlo de nuevo a su casa porque no pertenece aquí. Si no soy yo, alguien más le arruinará la vida aquí. Es tan ingenuo e inocente, tan precioso y angelical. Es una gema.

Y tengo tantas ganas de besarlo pero no como antes sino despacio, tierno. Quiero tomarlo de las mejillas antes, mirarlo a los ojos y empezar a acercarme a él con cuidado, como si chocar mis labios contra los suyos podría romperlo, quebrarlo y destrozarlo. Y mientras lo beso quiero acariciarle el cabello y luego quiero llevar mis manos a su cintura, dejarlas ahí; y cuando el beso termine quiero abrazarlo y demostrarle que no soy para él, que se vaya antes de hacerle daño. Quiero y no quiero romper esa apuesta. Puedo y no puedo.

¿Qué está pasando conmigo?

No, tacharé esa pregunta porque no es la indicada.

La indicada es '¿Qué es lo que Harry Styles está haciendo conmigo?'