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Octubre 22, 2017. Londres, Inglaterra.  

Es mi turno, supongo. No puedo creer que Louis sea tan gay para escribir en un diario, recuerdo que cuando era pequeña me regalaron uno y todas las hojas las utilicé la ponerlos en los emparedados de los que me caían mal.

Pero bueno, él ha hecho un montón de cosas por mí y creo que es hora de devolverle el favor.

Recuerdo cuando nos conocimos, yo tenía nueve y él tenía diez. Mi papá tenía ganas de ver a Jay, o sea, a su hermana y nosotros vivíamos en Alemania así que tuvimos que viajar a Londres. Fue mi primer viaje, mi papá me decía que iba a conocer a mis dos primos, a Louis y a Charlotte, yo solo asentía con la cabeza, lo que me decía me valía mierda porque yo solo quería dormir en una cama y no seguir sentada en un maldito avión.

Al llegar a la gran casa, saludé a mi tía Jay y a Mark... Él fue mi primer amor platónico, por así decirlo, siempre fue amable y cariñoso conmigo, a veces me daba dulces a escondidas y me decía que era una niña buena.

Y él era tan atractivo, tan masculino, tan sexy...

Cuando terminé de saludarlos a los dos pude notar que detrás de ellos estaba una dulce niña de ojos verdes azulados y cabello castaño, me saludó y le sonreí.

"Ella es Lottie, Natalie y él es..." cuando Jay volteó no había nadie más, las dos fruncimos el ceño "Ugh no, ¿ahora dónde se metió ese niño? Bueno, te lo presentaré cuando lo veamos, ¿de acuerdo?" asentí.

Al dar un paso, mi estómago rugió, no había comido nada en el avión y me moría por probar algo de comida. Todos escucharon eso y me sonrojé. "Parece que alguien tiene hambre" Mark había hablado y me sonrojé aún más "John, ¿está bien si llevo a tu hija a que coma algo?" preguntó.

Los ojos negros de mi padre pasaron a los ojos azules de Mark y luego hacia los míos. "No veo por qué no."

Mark extendió su mano hacia mí y la tomé con nerviosismo. Su mano cubría toda mi manito y le sobraba para sostener mi otra mano, me llevó hasta la cocina y me dijo que esperara un momento, se dirigió a un cajón y sacó un cofre con llave, sacó la llave de su bolsillo y lo abrió de ahí sacó una gran tableta de chocolate y me lo ofreció.

"Ten, es energético, te gustará" empecé a abrirlo mientras el guardaba el cofre, mordí una esquina y sabía delicioso. "Bueno, ¿uh?"

Asentí. "Gracias, tío Mark." mordí otro pedazo.

"Dime Mark, si me dices 'tío' me harás sentir viejo" acarició mi cabello "Quédate aquí y no le digas a Lottie que te di eso, ¿ok?"

"De acuerdo... Mark" él me sonrió y salió de la cocina.

Y me encontraba sola ahora o eso creía hasta que escuché el sonido seco de una lata cayéndose, rodó hasta el refrigerador. Tragué en seco el trozo de chocolate.

Caminé lentamente hasta la lata en mis pies, lo tomé con mi mano desocupada lo iba a poner en la encimera hasta que alguien habló.

"Eso es mío." dijo con voz dolorosa.

Volteé y pude visualizar a un niño con el típico corte de hongo, estaba bien vestido, se frotaba su pancita por el dolor. Un montón de envolturas de golosinas se podía apreciar a su alrededor. Era muy lindo.

"Pues no veo tu nombre en él." exclamé y me llevé un trozo de chocolate a la boca.

Él sonrió un poco. "Ahí está la 'L' de Louis, ese es mi nombre."

"Uhm, ¿no será la 'L' de Lottie, Louis?" esa fue la primera vez que pronuncié su nombre.

Miró el chocolate que tenía en la mano mientras ponía la lata en la encimera. "Si Lottie te ve con eso empezará a hacer sus estúpidos berrinches."

Cruel Intentions[LS]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora