18.

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El frío se colaba en su piel hasta llegar a sus músculos y el inicio de sus huesos, sonaba algo exagerado pero Harry lo sentía así estando sentado en el porche de la casa de Niall, esperando a que él regrese, abrazándose a sí mismo con un pequeño puchero inconsciente. Tiritaba y sus dientes chocaban entre sí, agradecía que su cabello estaba algo largo y que tapaba su nuca sino estaría morado del frío.

Deseaba que ese dolor en su pecho sea por el frío y no por lo ocurrido hace una hora y media.

Levantó la vista cuando vio que un auto se aproximaba, se levantó rápidamente. Se estacionó al frente de la casa y se sorprendió un poco al ver quién bajaba del auto. Toda prenda en él era negra y contrastaba con su barba y su cabello color azabache cayendo por su frente, sus ojos color miel se veían dulces y Harry sabía que lo había visto de algún lado pero no sabía de dónde, estaba seguro que de la Universidad pero recuerda haberlo visto con alguien más.

La sonrisa de Niall se fue al verlo ahí. Parado con las mejillas rojas y los labios temblando.

"¿Harry?" no le importó la mano del otro tomándolo de la cintura y fue hacia el rizado.

Este último se sintió idiota. Niall estaba con 'su Zaynie' y lo estaba arruinando. Ahora quería huir de ahí. No dijo palabra alguna, solo recibió algo extrañado el abrigo que el otro chico tenía en la mano y que él mismo se puso por encima de los hombros. Vio que sus labios se movían al igual que Niall, así que sabía que estaban hablando pero solo era un eco muy lejano, quería vomitar.

"¿... estás escuchando? ¿Cielo, estás bien?" esa voz no era de Niall, así que supuso que era del otro chico.

"S-sí, un..." tiritó "...tan solo un poco."

"Zayn, trae un par de mantas y prende la calefacción. Toma, en un momento voy." dijo mientras le entregaba las llaves al más alto.

El chico de ojos bonitos asintió y le regaló una sonrisa de compasión. Las nauseas aumentaron, odiaba ese tipo de sonrisas. No debió venir, no debió salir de su casa en primer lugar, no debería tener ganas de llorar ahora que ve la cara de preocupación de Niall. Tan solo quería irse de ahí y esconderse por un año o puede que dos.

"Harry, guapo, ¿qué fue lo que pasó?" susurró el rubio con cautela.

Y eso le recordó a su madre y ahí fue cuando se largó a llorar. Niall lo tomó de la nuca y lo acomodó en su hombro. Todo su cuerpo se sacudía por cada sollozo que soltaba, sentía el suéter del ojiazul mojado en sus mejillas debido a sus lágrimas, el hecho de estar llorando hacía que llore mucho más de lo que ya hacía. Su pecho y su garganta ardían, sus dedos se aferraban a los hombros del rubio, apretaba sus párpados para dejar de llorar pero no podía, seguía y seguía, como si fuera una catarata. Quería gritar pero eso sería pasarse de dramático así que solo le quedó contraer su garganta y seguir llorando.

¿En qué se había metido?

•••

"Gracias por llamarme, ¿qué pasó, Joe?" dijo la morena al llegar a la puerta de la discoteca. Besó la mejilla del señor alto, robusto, con barba y sin cabello. Lo conocía desde hace años y le sorprendió recibir su llamada a las doce de la madrugada.

"Es Louis, vino con un muchacho muy bonito, así de este tamaño" puso su mano a la altura de su pecho "Tenía rulos y de piel blanca, después de unas horas lo vi salir a él y luego a Louis detrás, el niño lo golpeó, tiene buen gancho derecho, eh." rió Joe y Natalie alzó las cejas sorprendida.

"¿Solo eso?" 

Joe negó. "El niño se fue y Louis regresó como si nada, se puso como loco; gritaba, bailaba, tomaba. Ni en su mejor época era así de descontrolado así que te llame porque sé que algo anda mal."

Cruel Intentions[LS]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora