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13 de enero del 2013. Londres, Inglaterra.

Llevaba más de media hora esperando su turno en la maldita barra. Sólo quería un trago, maldita sea, para luego irse y fingir estar dormido en su habitación como la mayoría de los presentes aquí lo harán. Pasó una mano por su cabello, estaba frustrado. Estaba a punto de irse cuando vio una chica de vestido negro de cuero. 

Y, oh, acaba de llegar y le acaban de dar dos bebidas en su maldita mano delgada y fina.

Eso hizo que se molestara.

"¡Hey! ¡Vamos, hombre, llevo toda mi vida aquí y ella se está llevando dos malditos vodkas!" la chica se volteó.

Tenía su boca adornada con una sonrisa sorprendida, como si no pudiera creer lo que estaba escuchando, como si ella fuera la reina y él hubiera escupido en su tiara. 

"¿Tienes algún problema, unverschämte scheiße(5)?" dijo fluidamente y él alzó las cejas totalmente ofendido.

"Ich verstand perfekt(6), boquita sucia." dijo totalmente enojado.

"Oh, así que por lo menos tienes algo rescatado en tu cabeza hueca. Esperar no te va a costar diez años de vida, ¿sabías, smarty albern(7)?" y bebió uno de los shots de vodka sin hacer un gesto.

Algo dentro de él, una ligera llama, se encendió totalmente decidido a explotar y quemar a esa cosita linda. De una zancada se acercó a ella, estaban a unos centímetros, ambos retándose con la mirada. Odiaba que le dijeran 'sabelotodo', lo odiaba con su alma. 

El chocolate y la mora azul combinándose, haciendo que un agridulce sabor aparezca en las lenguas de ambos. Esto era cuestión de orgullo, lo sabían. No dejaban de retarse con la mirada, el que la bajaba era el perdedor. Oh y a ninguno de los dos les gustaba perder. Y al más alto se le ocurrió una brillante idea.

Saboreó su sonrisa ladina, tomó el shot de la delgada y tibia mano de la chica y la bebió enseguida dejando esta en la barra de un tirón.

"Ahora estamos a mano, bonita cosa pequeña, esa competencia de miradas ya me cansó." rozó su hombro para pasar de ella.

Pero, de nuevo, su delgada mano lo detuvo.

"Cuando ofendes a una dama se le pide disculpas." ella giró en su dirección con una mirada sería y los labios fruncidos.

"Gracias por el consejo, lo seguiré cunado vea a una." le guiñó el ojo.

Sus labios fruncidos empezaron a ser una sonrisa divertida, con dientes y todo. Tenía una muy linda sonrisa, ella carcajeó y negó con la cabeza, haciendo que sus ondulaciones se muevan junto a ella. Él recordó a Medusa, con sus cabellos de serpiente, hipnotizando a pobres seres humanos en desgracia que caían por ella. 

Al igual que él, que estaba cayendo muy duro por ella.

"Me caes bien y cuando hablas en mi idioma suenas muy caliente." él lo sintió, sintió el coqueteo desprendiendo de los deliciosos poros de la más pequeña.

Y él no podía no resistirse a ello.

"Mi nombre es Chris." no pudo evitar reír. Él se juró que no iba a flirtear con una extraña y ahí lo tenían.

 Ella entrecerró los ojos y luego se mordió los labios. "Soy Natalie, Natalie Tomlinson." tomó un vaso de bebida de la barra.

"Es un gran placer, Natalie."

"

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Cruel Intentions[LS]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora