CAPÍTULO 14
La tensión se mantenía en la enfermería, Harry estaba sentado cerca de la puerta, sus manos seguían temblando y miraba de forma casi obsesiva la cortina que la medimaga había recorrido, maldijo por dentro sintiendo su labio inferior palpitando con fuerza debido a las emociones encontradas.
Apretó sus puños con fuerza intentando controlarse, no era un chiquillo, y no era un cobarde, debía comportarse como un hombre y hacer frente a lo que ocurría. Cerró los ojos cuando escuchó ese débil sollozo, algo dentro de él se quebró en un solo instante.
Escuchó los pasos firmes de alguien que entraba, se levantó controlando los nervios y caminó tranquilo, por momentos tronaba los dedos de sus manos, y por otros solo observaba aquella cortina.
—¿Potter?
—Sí — respondió automáticamente.
—Dígale a Madame Pomprey que le dejo las pociones aquí, — le indicó el profesor Snape — no tengo tiempo de verla personalmente.
—Le diré — dijo volteando a verlo.
—¿Qué le ocurrió? No cree que usted es bastante grandecito, como para curar sus propias heridas — le cuestionó al joven cuando vio sus brazos manchados de sangre, junto con la camisa del uniforme.
—No es mía la sangre.
—Váyase a su sala común, lo único que me falta es otro castigo, y que impidan sus clases de aparición y su entrenamiento conmigo, por estar fuera de la cama a estás horas de la noche.
—Señor... no puedo irme.
—Claro que puede irse, es una orden — se puso estricto con él.
—Señor Potter, le dije que se retirara por favor — le regañó Madame Pomprey, que salía quitándose los guantes y con el delantal manchado de sangre.
Snape arqueó la ceja confundido, cualquier persona que estuviera herido, lo estaba de gravedad, para que la medimaga tuviera esa expresión en su rostro. Observó a Harry que se mantenía ansioso viendo hacia la cortina, nunca lo había visto tan desesperado como en ese momento.
—No me iré, hasta poder verla.
—No puedes verla, no en este momento.
—Quiero... solo dos minutos — suplicó acercándose pero la medimaga le impidió el paso —. ¿Cómo está?
—La trajiste a tiempo — Harry se tomó el cabello desesperado, Severus creyó por un momento que su hijo se rompería.
—Es mi amiga, e iré a verla.
—La señorita Granger necesita reposo absoluto, no está para ninguna visita como puedes intuir, así que retírate ahora mismo.
Harry la vio con odio antes de salir furioso de la enfermería, el corazón de Severus latió con fuerza observando la cortina que cubría el cuerpo de Hermione, sabía bien que eso lo hacían en casos realmente especiales. Quiso preguntar pero no tuvo el valor, sus pies comenzaron a guiarlo hasta donde se encontraba ella.
—Gracias a dios que llegaste Severus ¿Y las pociones? Debo... combinar unas para la señorita Granger
—Sobre la mesa — respondió automáticamente llegando hasta la camilla.
Sus pasos fueron lentos e imperceptibles, se acercó hasta poder verla pero ella estaba ausente en ese momento, se encontraba pálida y llevaba varios minutos llorando.
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Oculto (Sevmione)
FanfictionHermione ve al hombre que ama, perdido en su dolor, descubriendo así la razón de su amargura. El mayor secreto de Severus Snape se ve en peligro justo cuando cree perder todo lo que verdaderamente le importa.