Capítulo 12

146 9 1
                                    

-Bueno, sera mejor que ate los cabos sueltos y me deshaga del cadaver de Lucia.- pensó Ana mientras se metió la mano en el bolsillo para sacar su movil, inmediatamente despues le mandó un whatsapp a Edu:

-Hola Edu, ¿como te encuentras?

-Pues un poco mejor, aunque sigo incrédulo por todo lo que ha ocurrido.

-Bueno, poco a poco te iras recuperando de todo esto, ¿sigues en su casa?.

-No, he ido a pasear para despejarme un poco, son demasiadas emociones fuertes al mismo tiempo y todo esto me supera.

-Vale, despues voy a ir a verte,¿te apetece?.

-Esta bien, necesito desconectar, luego hablamos, un beso.

-Un beso chiquitin.

Mientras tanto, horas después al otro lado de la ciudad, sentado en uno de los bancos del parque, estaba Edu, absorto en sus pensamientos, todos relacionados con Lucia, cuando de pronto, algo hizo llamar su atención, vió a alguien a lo lejos, aparentemente vestida de...¿de leopardo? no atinó a verla completamente, pero tampoco tenía el ánimo para comprobar si iba vestida de esa manera, pero le llamó mas la atencion el hecho de que estuviera cubierta de arriba a abajo de ese mismo diseño, y que estuviera alrededor del banco de España.

-Asi que este es el famoso banco inexpugnable...a partir de hoy, dejará de serlo, vamos allá.

Ana comenzó a andar, cuando de pronto tuvo un mal presentimiento relacionado con Rosa, asi que se volvió en dirección al barranco para comprobar si de verdad estaba muerta, pues al fin y al cabo, una altura tan pequeña no era suficiente para acabar con ella.

Al asomarse, su peor presagio se cumplió, Rosa no estaba donde la habia dejado cuando se fue, y en lugar de su cuerpo habia un reguero de sangre esparcido que se extendia unos metros hacia delante...

-No puede ser que haya sobrevivido, es imposible, morirá desangrada.- se dijo Ana a si misma pero al ver esa escena no pudó evitar quedarse pálida al pensar tan solo en el hecho de que siguiera con vida, pues eso la pondría en un buen aprieto, es la única que sabía la verdad sobre lo ocurrido con Lucia y si la delataba, le sería imposible impedir que la acusaran por mucho que amenazara a alguien.

-Debo de encontrarla ya, o todo se ira a la mierda, soy una tremenda jilipollas, debí haberme asegurado de su muerte antes de irme...

Entonces cogió su movil y realizó una llamada a un contacto de su movil:

-¿Si digame?

-Soy yo estúpida, no creo que te hayas olvidado de mi...

-¿Que coño quieres, acaso no saldé la cuenta que tenía pendiente contigo? dijiste que no me molestarías mas...

-Cállate subnormal, no has saldado nada conmigo, simplemente sigo teniendo algo que puede meterte en muchos problemas si sale a la luz, asi que mas te vale que hagas todo lo que yo te diga, o sufriras las consecuencias de desobedecerme, te hundiría tanto la vida que tu único consuelo seria la muerte...vaya, veo que te deje sin palabras...contesta de una vez, sabes que si obecedes, no te pasará nada.

-¿Que tengo que hacer?.

-Así me gusta, bien, hay alguien de quien quiero que me libres, sabe la verdad de algo muy chungo, y le he perdido la pista, necesito que la encuentres y la mates, y asegúrate que está muerta, es Rosa.

-¿Rosa? ¿porque quieres matarla?.

-No necesitas saber nada mas, tienes 12 horas para hacerlo, o de lo contrario...ya sabes, hasta luego.

Ana colgó y se dirigió al piso de Lucia. -si no encuentran el cuerpo, de nada servirá que esa zorra me acuse de matarla.- Pensó mientras se dirigía rauda a su destino y no tardó mas de 5 minutos en llegar, al atravesar la puerta vió todo revuelto.

-Imagino que habrá sido Edu...bueno, da igual, voy a acabar con esto.

Al asomarse al dormitorio comprobó lo que se temía aunque no pensó que ocurriría, el cuerpo de Lucia no estaba.

-¡Maldita sea joder! no puede ser esto verdad...

Ana empezó a cegarse de rabia, en tan solo unos minutos había pasado todo de estar perfecto a ser la peor pesadilla que podía imaginarse.

Al comprobar con mas calma la cama encontró una carta, estaba visiblemente manchada de sangre, -Tiene que ser de Lucia. -pensó, pero al abrirla y leerla supo que no era de ella...

-Querida "amiga"

Sabía que lo primero que harias sería venir aqui a por ella para que no tuviera pruebas sobre el asesinato, pero lo siento, te acabó de arruinar tus planes, y ahora seras un títere en mis manos, quien lo iba a decir, la "gran" Ana, ahora ya no es tan grande, no te preocupes, pronto nos volveremos a ver las caras, y por cierto, igual que tu tienes contactos, yo tambien, y sabré cada uno de los movimientos que haces y haras a partir de ahora, cuídate reina

Atentamente, Rosa.

Ana al terminar de leerla apretó su puño con fuerza y golpeó la pared con extrema violencia, tanta que se hizo daño en la mano.

-Joder, joder, ¡joder!...esto no me puede estar pasando, no a mi, siempre me he salido con la mia y esta vez no será una excepción...

-Yo que tu no estaría tan segura de eso reina...

Ana reconoció la voz al instante y se giró rápidamente, y hay estaba Rosa, apuntándola con la misma pistola con la que intentó matarla sin éxito.

-Arriba las manos, muy despacio, date la vuelta lentamente y ponte de rodillas...¡¡YA!!

-¿Piensas de verdad que voy a obedecer tus ordenes? estas muy equivocada si piensas que...

Rosa, al ver que no la obedecia la disparó en la mano izquierda.

-Si no me obedeces, el próximo disparo irá directo a la cabeza, ¿esta claro? de rodillas con las manos en la cabeza.

A Ana no le quedó mas remedio que obedecer, e hizo exactamente lo que Rosa le ordenó.

-Ya te tengo justo donde quería hija de puta, has intentado matarme y no lo has conseguido, ¿es increible lo que puede hacer un torniquete eh?, bueno, vamos a acabar con esto, aqui y ahora, hasta nunca Ana...

Y de pronto se escucharon dos disparos...

Una Segunda OportunidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora