Capítulo 15

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Ana salió del edificio y se puso a correr sin rumbo con los ojos llenos de lágrimas. -No, esto no me puede estar pasando…otra vez no.- murmuraba todo el rato cuando de repente se chocó contra una farola en el parque y se quedó sentada en el suelo llorando a moco tendido sin consuelo alguno, pero no por el farolazo recibido, sino porque en su interior, tenia una rabia que solo sintió con aquel al que considero una vez el amor de su vida.

 Al cabo de unas horas, Edu y Rocío se despertaron después de una noche que ambos no olvidarían…aunque el seguía sin acordarse de mucho debido a todo lo que había bebido esa noche, pero solo con verla a su lado en la cama podía hacerse una idea de lo que había ocurrido.

 -Ha sido una noche fantástica chiquitín, que sepas que eres de los pocos que prueba este cuerpazo en profundidad.- le dijo guiñándole un ojo y mordiéndose el labio inferior.

 -Pues…me alegra haber sido uno de los privilegiados en poder disfrutar de ti.- le respondió con una sonrisa resplandeciente en su rostro, algo a lo que ella no pudo reprimir las ganas de besarle, desde luego parecía que esa sonrisa la hipnotizaba.

 En medio del beso, Edu se apartó y se quedó pensativo durante un instante, pues tenia la sensación de que algo se le estaba olvidando…hasta que miró hacia el suelo y vió algo que le resultaba familiar, se trataba de un  mechero de Ana, el cual le hizo recordar lo sucedido la noche anterior, al instante alzó la mano hacia la mesilla y cogió el móvil para localizarla.

 Lejos de allí, concretamente en un banco tumbada, se encontraba Ana, aun con los ojos llorosos e hinchados de tanto llorar, después de todo lo que le había pasado horas atrás. Seguía sin entender nada, ella, una chica la cual era fría como un témpano de hielo, ahora se veía impotente por todos los sentimientos que parecía sentir hacia Edu…

 De pronto, el sonido de su móvil la hizo reaccionar del trance en el que estaba, al ver quien era la persona que la estaba llamando, volvió a echarse a llorar.

 El móvil no paraba de sonar, por lo que se limpio las lagrimas y descolgó la llamada: 

-¿Quién es?- contestó Ana como si no supiera de quien se trataba.

-Ya sabes quien soy, no te hagas la tonta, ¿Cómo estas?- replicó Edu con claro tono de preocupación.

 -Bien- le respondió con toda la frialdad que podía simular, pues no quería que supiera lo que en realidad le pasaba.

 -¿Estas segura? Porque por tu tono de voz no parece que estés bien ni mucho menos.

-He dicho que estoy bien estúpido, ¿es que no me oyes o estas sordo?

-Pues te oigo y no estoy sordo, es por eso que se que no estas bien, ¿Dónde estas? Quiero hablar contigo.

-Tu y yo no tenemos nada de que hablar, ¿me oyes?- dijo con las lagrimas volviéndole a salir de los ojos.

-Te equivocas, si que tenemos que hablar, dime donde estas que voy a buscarte ahora mismo.

 Después de pensárselo mucho, le dijo la ubicación en la que se encontraba.

-Estoy en el parque de los príncipes, al lado de los columpios.

 -Muy bien, ahora voy para allá, nos vemos.

-Lo siento Rocío, me tengo que ir- le dijo mientras se vestía a toda prisa.

-Esta bien, yo me voy que tengo cosas que hacer, y anda, ponte la camiseta del derecho que te la pusiste al revés- le replicó con una pequeña sonrisa mientras le quitaba la camiseta para ponérsela bien. –Espero que te vaya bien pequeñín, nos vemos.- le dio un beso en la mejilla.

-Me encantan tus mejillas ¿lo sabias?-le susurró suavemente al oido, abrió la puerta y se fue, acto seguido Edu hizo lo propio, salió y cerró la puerta y se puso rumbo al parque para localizar a Ana.

Al cabo de una media hora, llegó al lugar donde le había indicado que estaba, pero no la encontró, entonces cogió el móvil para llamarla, pero mientras lo hacia divisó a alguien en uno de los columpios…

-Al fin te encuentro, ya pensaba que me habías mentido.-se acercó a ella y le dio un beso en los labios mientras le acariciaba la mejilla.

 -Bueno, ¿de que querías hablar? No tengo ganas de verte.

 -¿No has dormido en casa? Tienes los pelos hechos un asco y la misma ropa de ayer…

 -Eso no es asunto tuyo, dime que quieres de una vez.

 -Esta bien, ¿estas así por lo que pasó ayer?

 -¿Yo? Pero…pero que di…dices, ¿estas loco? Por supuesto que…que no…no es…no es eso, ¿Qué va a ser eso?- le replico completamente nerviosa por no esperarse aquella pregunta.

 -Aiis, si hay algo que no se te da muy bien es mentirme, dime ¿Qué fue lo que te molesto exactamente?.

 -No pienso decírtelo porque no es nada de lo que dices, ¿te has vuelto loco o que?

 -Que lo niegues solo consigues que me crea aun menos tu palabra, es eso, te conozco, así que dímelo o me voy…

 Ana se dio la vuelta dándole la espalda a Edu, pero el la cogió del brazo, la puso en dirección a el, y ambos se quedaron mirándose a los ojos. Entonces ella le acarició el pelo y suspiró…

 -Ven al edificio que esta aquí atrás y te lo cuento…

 Se levantaron del columpio y se fueron andando en dirección al edificio en cuestión, al estar abandonado nadie les molestaría, por lo que era el sitio perfecto para hablar.

 -Bueno, ya estamos aquí, dime que es lo que pasa.

 -A ver, es un poco largo de explicar, tiene algo que ver con algo que me ocurrió hace años y que me dejo un trauma, si se puede decir así, esto fue lo que pasó:

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⏰ Última actualización: Jul 21, 2014 ⏰

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