Parte. 378- El portador de la Sed

49 3 0
                                    


En cualquier ciudad, en cualquier país, ve hacia cualquier banco de sangre a donde puedas ir. Si eres un donante regular, quizá no tengas que esperar tanto, pero en cualquier caso, dona la cantidad que solicita el centro, y en lugar de recibir tu pago luego de terminar, pregunta por hablar con "El portador d la sed". El trabajador insistirá en pagarte con efectivo; pero debes ser más insistente en hablar con el portador. Si estás en el lugar correcto y eres apropiadamente agresivo, el trabajador te llevará ante una máquina expendedora y te comprará una botella de agua. No tendrá etiqueta, pero no debes preocuparte por eso.

No importa dónde estés geográficamente, la puerta por la que el trabajador te guiará te llevará a un desierto árido, con ni siquiera un cactus que eche a perder su inmensidad. Deberás cruzar este desierto sin beber una gota de agua de la botella. No importa qué tan tentado estés, no la destapes. No es para que la bebas.

Luego de kilómetros y kilómetros de interminable desierto (el podría ayudar) llegarás a un oasis lleno de verdor. Si no te pierdes dentro de este extracto paradisíaco, te darás cuenta de una mujer sentada en una silla formada con palmeras, rodeada y consentida por otras mujeres. Ofrécele la botella de agua. Si no quitaste la tapa ni derramaste o bebiste una gota de su interior, podrás continuar. Cuando termine de beberla, pregúntale: ¿Su sed será saciada?

Ella responderá con suavidad: "Su sed nunca podrá ser saciada. Sólo cuando hayan sido reunidos se conocerán a sí mismos, pues no fueron hechos para que vivieran separados como están".

Un viento frío soplará. El desierto se desvanecerá, y estarás de regreso en el centro de donaciones, con la botella vacía en tu mano.

La botella es el Objeto 378 de 538. No se conoce la sustancia que realmente yacía en su interior, pues repele todo líquido conocido.

Los portadodes (the holders) 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora