Parte. 394- El portador de la Matanza

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En cualquier pueblo o ciudad de cualquier país, ve a cualquier estatua memorial de guerra, busca su placa y mira los nombres escritos en ella. Mira en la lista hasta que encuentres un nombre escondido por el polvo. Confía en tus sentidos. si lo haces será más fácil de encontrar. Quita el polvo de encima para revelar letras rojas debajo y mira el nombre que allí yace. Memorízalo.

Ve a una florería y compra una rosa negra, nada más, sin decir nada. Una vez se te haya entregado, toma las tijeras del florista y corta todas las demás rosas en la tienda, ignorando todo lo que el dueño pueda decir o hacer, entonces vete del lugar con la rosa en tu mano.

Ve hacia el campo, por cualquier medio necesario, y toma un tallo de cicuta donde puedas. Asegúrate de tenerlo en tu mano derecha, y sostén la rosa en la izquierda. Camina hacia el campo, sin importar qué crezca allí, mientras no haya vida animal cerca. Mientras caminas hacia adelante, su mente se llenará de imágenes de guerra, muerte y lucha. Se te mostrará todo, desde discusiones familiares hasta famosas batallas. No las tomes en cuenta, porque con el tiempo te enloquecerán. Una vez llegues al centro del campo, siéntate y deja la rosa negra delante de ti, mientras susurras las palabras: "En recuerdo de..." terminando con el nombre que viste en la placa memorial.

Si no puedes recordarlo, o tenías la rosa en la mano contraria, sentirás vides enredarse en ti, las cuales te enterrarán en el suelo fértil. Te ahogarás, mientras sientes como eres desgarrado por las plantas. Te sentirás morir lentamente, permaneciendo consciente todo el tiempo.

Si, sin embargo, susurraste el nombre correcto, la rosa se levantará, abriendo una puerta. Entra, pero no mires alrededor. A tus alrededores se lleva a cabo una carnicería interminable: plantas y animales muriendo, gente siendo asesinada, edificaciones cayendo en pedazos, la naturaleza en sí misma cediendo a la destrucción. Ver cualquiera de estas escenas es formar parte de ellas.

Verás un hombre de pie a la distancia, acércate lentamente. Permanece en silencio, debes respetar a la muerte. Se dará la vuelta y te encarará. Míralo a los ojos y te verás a ti mismo en la floristería. Escucharás los gritos de cada flor que cortaste. Él entonces te mostrará cada escena en la que hayas causado dolor o muerte a cualquier criatura, plantas vivas o personas.

Esto lleva a mucha gente a la locura, pero si puedes encontrarte capaz de soportarlo, pestañeará, estirando su mano hacia tu planta de cicuta. No se la des, en lugar de eso, rompe las flores y dile: No serás la muerte de mí. El hombre gritará y arrancará otra rosa negra de tus alrededores. La empujará hacia ti y sentirás como atraviesa tu corazón.

Colapsarás, despertando posteriormente frente a la placa memorial. Mira en ella y verás que el nombre que usaste, está una vez más cubierto de polvo. Quítalo otra vez y esa parte de la placa caerá en tu mano.

Este es el Objeto 394 de 538. No olvides que el mayor daño puede ser causado por la acción más pequeña.

Los portadodes (the holders) 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora