Más que amor (George Weasley): Segunda temporada.

Capítulo VIII

Llegué a casa algo cansada. Tras mi conversación con Luke, me sentía algo mejor, aunque melancólica. Le echaba tanto de menos...
El abrigo de la abuela de Neville no estaba, por lo tanto, mi primo y yo estábamos solos en casa. Él estaba en el salón, triste, apagado. Pensé que aún estaba enfadado.
Tenía que poner en orden las cosas, arreglarlo todo. Me acerqué a él, y realmente parecía hundido...
-Hola. -Le saludé, pero no obtuve respuesta. - ¿Ahora no vas a hablarme? Te dije que lo haría, que me alejaría de George.
Neville estaba pálido, su respiración era floja. Tenía una carta en la mano, una carta que ya había leído.
-Neville... Por favor, mírame. Reacciona.
Pero no se movía. Mi instinto me decía que tenía algo que ver con la carta, y al mismo tiempo, me decía que no la cogiese.... Pero no le hice caso y la cogí. Neville ni si quiera me lo impidió.
Al leer su contenido, algo muy pesado se me vino encima, me temblaban las piernas, y un nudo se me hizo en la garganta.
- ¿Qué significa esto? ¿Qué clase de broma pesada es esta...?
-Creo...que no es...una broma... -Las lágrimas resvalaron por mi rostro.
Miré a Neville, estaba totalmente en shock.
-Neville... Tenemos que irnos. -Él no se movía, y yo empezaba a desquiciarme. - ¡Neville! -Gritaba llorando. - ¡Reacciona!
Le agarré del brazo y tiré de él, pero Neville siempre fue más grande y pesado que yo, por lo que, mis esfuerzos fueron inútiles.
- ¡Neville! 

Mis fuerzas se desvanecieron de golpe, no sé si por la noticia, o por el cansancio de todos estos días. Caí rendida al suelo, y eso pareció hacerle reaccionar. Me levantó y me abrazó.

- ¿Cómo ha podido pasar esto? -Pregunté, ahogándome en mis propias lágrimas.

-Tenemos... Tenemos que ir a San Mungo... Rápido...

Me cogió de la mano. Salimos de casa en dirección al hospital, aquello me parecía una broma de mal gusto, algo típico de un estúpido que está aburrido y quiere entretenerse de algún modo. Sin embargo, cuando llegamos a San Mungo, todo era verdad. La abuela...había fallecido aquella misma mañana. Fue un golpe de suerte que fuera a ver a mis tíos ese día. Neville me dejó sola en la entrada del hospital para ir a ver a su abuela. Me senté en un banco vacío. Cerca de mí, un par de médicos conversaban sobre qué había ocurrido.

-Fue extraño. Llegó y un instante después se desplomó en el suelo.

-Yo fui su doctor, y la señora Longbottom era una mujer muy sana, muy fuerte. No encuentro sentido a esto.

Estaba destrozada. Tampoco había tenido tanta relación con ella, más que unos días, pero, me dolía mucho, más que nada por Neville. Oh, Neville. Se había quedado solo. Sabía que lo más sensato sería quedarme a su lado, pero, solo sería una carga para él. Yo también pasaba momentos duros. Había prometido alejarme de George por un tiempo, y aunque lo único que podría ayudarme entonces era un abrazo suyo, mi primo tenía razón. Fred se acababa de marchar y yo ya estaba cerca de otro, y encima, era su gemelo. Sacudí la cabeza. Tanta confusión me hacía enloquecer. Igual que Neville, necesitaba estar sola. Ya nadie podía salvarme de aquel oscuro pozo en el que había caído... Nadie, excepto aquel hurón albino.

- ¡Nikky! -Alcé la mirada topándome con Malfoy, que llegaba realmente preocupado.

Se agachó frente a mí, mirándome con los ojos llorosos.

-Hola, Draco. ¿Qué haces tú aquí?

-No he llegado a tiempo, ¿verdad? -Preguntó deprimido. -La abuela de tu primo ha...

- ¡¿Cómo sabes eso?!

-Él me lo dijo. -Se sentó a mi lado. -Ha sido él Nikky. Vino a casa, me dijo qué iba a hacer y desapareció. -Me quedé helada. -Voldemort la ha matado.

Entonces, algo se rompió en mi cabeza. Harry había matado a Voldemort, sí, pero estaba claro que seguía siendo una amenaza. Tení miedo. A penas me salían las palabras. ¿Y si Voldemort estaba controlando a Fred? ¿Y si podía controlarlos a todos? ¿Sería capaz de hacerle frente a él o a Snape?

- ¿Qué demonios está pasando?

Si queréis matarme, sois libres de hacerlo. He tardado un milenio en seguir esto, y tengo una razón. Había perdido un poco el hilo de la historia, y he tenido exámenes, así que no he podido seguirla. Seguiré actualizando, aunque con retraso. También aviso de que la primera historia se está reeditando para presentarla a un concurso. Me disculpo por la tardanza, y por lo corto q es el cap. Sorry.

Travesura realizada.