Amaneció un nuevo día en el mundo mágico, mejor dicho, en un mundo nuevo. Cuando Harry derrotó por primera vez a Lord Voldemort, todos los magos y brujas festejaron la proeza, mas muchos sabían y sentían la presencia de un poder oscuro rondando a nuestro alrededor. Esta vez, ya no se siente la oscuridad, todos vemos la luz allá por donde vayamos.
Estaba durmiendo en la cama de mi primo, en casa de su abuela. Estaba muy cansada: acababa de volver de otra dimensión -lo cual suponía ya demasiado esfuerzo- para meterme en la batalla final de la Segunda Guerra Mágica. Neville me llevó a su casa, no sé donde durmió él, solo sé que al despertar estaba sola en su cuarto, recientemente arropada. Sobre la silla había doblado un vestido negro y en el suelo, bien colocados, un par de zapatos a juego. En seguida supe que eso no era mío. Retiré las sábanas y me levanté. Sin hacer mucho ruido salí de la habitación, que estaba en la segunda planta de una estrecha casa, de estrechos y largos pasillos, cuartos y escaleras; me recordaba en algo a la Casa de los Black. Bajé un par de escalones sin hacer ruido, me detuve al oír dos voces, una anciana y severa, otra suave, dulce y joven. Bajé más escandalosamente los escalones y giré a la izquierda donde, en la cocina, una fregando los cacharros y el otro ayudando a recoger, hablaban Neville y su abuela, la madre de mi tío Frank. Nada más verme, Neville calló, y me sonrió falsamente. No quería empezar de buena mañana malhumorada, y lo pasé por alto.
-Buenos días, Neville. Señora Longbottom. -la aludida se giró a mirarme con una cariñosa sonrisa.
-Ay, hija, llámame abuela, o Augusta, como prefieras.
-Está bien, Augusta. -Me senté en la mesa mientras mi primo me miraba petrificado.
-Neville, sírvele a tu prima el desayuno. Hoy tienes prisa. -Pareció despertar de un pofundo sueño, obedeció a su abuela.
Aún tenía heridas en la cara, y en su mirada permanecía el horror de ver a sus amigos muertos. Me sentía impotente. Neville nunca había sido un chico duro, era más bien débil, y a mi parecer, debería estar en Hufflepuff, pero su valentía era muy grande. Aún así, sabía que siempre perduraría el miedo en él, desde que era pequeño, cuando torturaron a sus padres. Neville me sirvió una taza de capuchino, de esos muggles que tanto me gustan, con la forma de una carita sonriente. Cruzado de brazos se apoyó en la encimera donde sua abuela seguía fregando. Tomé un sorbo, sentía que Neville rumiaba algo, y me dijo:
-La abuela y yo hemos estado pensando... -Vi como Augusta le hincaba el codo en las costillas y le decía entre dientes que no mintiese, él enrojeció. -Vale... YO, he estado pensando, y creo que, lo mejor que puedes hacer ahora, es venirte a vivir con nosotros. -Le miré. -Ya no tienes casa, y no pienso dejarte por ahí. Soy tu primo, y esta es tu casa... Ahí es donde entra la abuela, ella ha dicho que puedes, -decía emocionado, casi parecía una súplica -que no la molesta y la vendría bien que alguien la ayudara y la hiciera compañía de vez en cuando. Y tú, que eres chica, te entiendes mejor con ella que yo, que soy un chico, y siempre me está dando collejas... -Al decir esto, ella le dio una colleja, sin a penas girarse para mirarle.
-Perder a la familia es una tragedia, hija. -Me dijo ella. -Mi Neville ha estado siempre sin sus padres, pero él me tenía a mí. -Me miró. -Quizás no seas mi nieta de sangre, pero yo seré tu abuela y te cuidaré como cuidé a Neville.
-Ya la has oído... ¿Qué dices?
Sonreí: -Desde que has empezado, primo, me ha parecido una idea fantástica. Claro que aceptaré tu oferta. Pero debería pasar por casa, para coger algunas cosas.
-Mira que bien, -dijo Augusta -Neville va hoy a ver a sus padres a San Mungo. Yo no puedo ir, ¿por qué no vais juntos y luego pasáis por tu casa? Así, para cuando queráis llegar, tendré hecha la comida, y luego podremos asistir a los funerales...
- ¡¿Fu-Funerales?! ¿Va a haber funerales? -Miré a mi primo.
-Nikky... Sé que será duro verle en ese ataúd, pero...
-Oh, George... -No podía escucharle. -Pobre, debe de estar agotado. No habrá dormido nada, y por si fuera poco, ahora va a ver a su hermano bajo tierra...
-Nikky, ¿por qué te preocupas tanto por él?
- ¿No te das cuenta, Neville? George está inestable ahora mismo, y ver a Fred... Ahí... Podría hacerle mucho daño, causarle un trauma cerebral o algo, y que le diera una vena, y que se suicidara o algo por el estilo.
- ¡Hey, tranquila! ¡Eso no va a pasar! George es sensato, no se suicidaría. -Me dijo. -Anda, términate eso y vámonos. Respira hondo y no pienses en esas cosas tan espantosas. -Asentí poco convencida.
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Más que amor (George Weasley): Segunda temporada.
Fanfiction❛❛ El destino se esconde a plena vista ❜❜ 2017 © | Charly Sawyer GEORGE WEASLEY | Harry Potter cover by @-reelle