Cartas Para Papá // Peter Maximoff

Miedo.

Charles estaba en su escritorio corrigiendo unos exámenes que debió tener listos hace dos días, pero su cabeza dolía. Llevaba casi un mes así; durmiendo poco, con dolores de cabeza y escuchando los pensamientos de todos dentro de la casa, y juraba que también de personas a kilómetros de ella. Hank siempre le decía que descansara un poco, que durmiera, que eso le iba a hacer bien, y él lo sabia, pero no, él se empeñaba en terminar de corregir todo lo que tenia y cuando se iba a dormir, sentía las voces mas fuertes.
En fin, como decía, Charles estaba en su escritorio corrigiendo exámenes que debió tener listos hace dos días, cuando sintió que tocaban a su puerta.
- Adelante. - dijo sin despegar la vista de los papeles. - ¿Sí? - dijo con la vista todavía en los papeles.
- También te extrañe Charles. - dijo Erik con tono burlón.
Al escuchar esa voz el psíquico se congelo en el lugar y su corazón empezó a latir demasiado rápido. Unos segundos después se compuso y levanto la mirada.
- ¡Erik! - dicho esto dejó la lapicera con la que escribía y se enderezó en su silla, como si segundos atrás no estaba completamente nervioso. - Has vuelto. - dijo con una gran sonrisa.
Erik, por su parte, dejó la mochila que traía consigo y fue a darle un abrazo a Charles.
- Bueno, al parecer, sigues tan ocupado como cuando te deje. - dijo el alemán luego de separarse.
- Pues, así es. Diría que incluso más.
- Si... - para Charles, el titubeo de su amigo no paso desapercibido. Y que el otro se tocara el cuello... Esta nervioso. ¿Por qué esta nervioso? Pensó Charles.
- Erik, ¿esta todo bien? - Erik lo miró y Charles no necesito de sus poderes para saber lo que pasaba.
- No lo sé, ¿lo esta?
- Hank - fue todo lo que dijo el telepata antes de suspirar -. No se que te haya dicho, pero estoy bien Erik.
- ¿En serio? Porque conozco tus "estoy bien" Charles.
- Oh vamos Erik. Apenas llegas, estoy seguro de que podríamos estar hablando de cosas mucho mas interesantes que mi estado de animo.
Erik, que se había sentado en frente de Charles, sonreía ampliamente. Sabia que el telepata estaba tratando de cambiar el tema.
- Así que dime, ¿dónde has estado estos meses?
El alemán solo negaba con la cabeza mientras seguía sonriendo. - Por ahí. Ningún lugar interesante para ser sincero.
Charles sonreía complacido. Agradecía que su amigo haya decidido cambiar de tema; si tenia que ser honesto, no quería hablar sobre lo que le pasaba en esos momentos y mucho menos con Erik. No porque no confiara en él, sino porque parte de lo que le pasaba tenia que ver con él, otra parte con su mutación y la otra parte... Bueno, todavía no sabia que pasaba ahí.
- ¿Y cómo has estado?
- He estado mejor. - fue apenas un susurro, pero lo suficientemente alto para que Charles pudiera escucharlo.
- ¿Algo en particular de lo que quieras decirme?
La verdad es que quería decirle a su amigo lo que sentía por él lo más pronto posible, pero al verlo ahí, delante de él, siendo tan... tan real, sintió miedo. Miedo de que Charles lo rechazara. Sabia que si eso pasaba su relación no cambiaría, o al tal vez un poco, pero también sabia que Charles no era el tipo de persona que se alejaría de uno en ese tipo de situaciones. Estaba siendo paranoico pero...
- Acabo de llegar Charles, estoy seguro de que podríamos estar hablando de cosas mucho mas interesantes que mi estado de animo. - dijo Erik repitiendo las palabras de su amigo, haciendo que éste le regalase una de esas brillantes sonrisas suyas que tanto le gustaban.
Charles iba a decir algo cuando se vio interrumpido por un gran ruido proveniente de afuera.
- ¿Qué sucede? - preguntó Erik algo confuso por el ruido yendo hacia la ventana, pero se detuvo al escuchar al otro suspirar y se dio vuelta. - ¿Charles? ¿Estas bien? - se preocupo al ver con este se masajeaba la cabeza.
- Si, si. Es una pelea. - dijo al fin mirándolo a la cara. Erik pudo ver el cansancio en sus ojos y, por alguna razón, sintió que también tristeza y dolor. Reaccionó al ver como Charles se encaminaba hacia la puerta.
- ¿Una pelea?
- Así es. Dios, ¿qué voy a hacer con Peter? - lo dijo mas para si mismo pero aun así Erik escucho.
Y por alguna razón, no pudo evitar el sentimiento de preocupación que comenzaba a crecer en su interior respecto a Peter. Y no sabía porqué. Estaba algo confundido, así que solo siguió a Charles.