Rechazo.

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Bueno, tal vez debería aprender a no subestimar a las personas, o situaciones. Sí, eso trataría de ahora en más.

Una vez que llegaron a la mansión y los chicos con Erik se fueron al comedor a almorzar junto a los demás, Peter fue llamado por Charles.

- Hola –dijo mientras se sentaba en la silla frente al escritorio de Charles, quien revisaba algunos papeles.

- Buenos días Peter –le contesto este sin levantar la vista de los papeles -. ¿Cómo te fue hoy?

- Oh, genial. Erik insistió en darme una charla sobre confiar en los demás y bla bla bla. ¿Sabes? Pudiste habérmelo dicho vos mismo.

- Yo no lo mandé a darte ninguna charla Peter –dijo Charles que había dejado los papeles a un lado y ahora lo miraba fijamente y con una pequeña sonrisa en los labios. Peter lo miro extrañado.

- ¿No?

- En lo absoluto. Creo que tal vez él se dio cuenta de que había algo mal y...

- ¿Lo sabe?

- Creo que todos lo saben.

- No me refiero a eso.

- ¿Y entonces a qué...? Oh. ¿Por qué preguntas eso?

- Porque tengo este presentimiento de que es así. Y de que todo esto es una tremenda estupidez.

- ¿A qué te refieres con "todo esto"?

- Me estas cambiando el tema –contesto el peli plateado al tiempo que se levantaba de su lugar -. ¿Lo sabe o no?

- Me temo que yo no puedo contestar a eso.

Peter detuvo su caminata junto a la ventana. –Como si no lo supieras.

- Sabes Peter, que tarde o temprano tendrás que tener esta charla con él.

- Y dime, Charles –dijo mientras lo miraba directo a los ojos-, ¿para qué? ¿De verdad crees que cambiaría en algo el decirle la verdad? La verdad –Peter bufo molesto-. Una verdad que él ya sabe, tal vez antes de que yo mismo me enterara.

- Eso no lo sabes.

- No me gusta que me traten de idiota Charles.

- Yo no estoy...

- ¡Por favor, Charles!

- Solo estás prolongando lo inevitable Peter –contestó el profesor sin inmutarse-. Dices que no le tienes miedo al rechazo, pero muy en el fondo, sabes que eso es exactamente por qué todavía no se lo has dicho. Erik es tu padre, y como cualquiera en tu posición, tienes miedo de que al decírselo él te diga que no quiere saber nada de vos.

- ¿Sabes? –interrumpió al hombre con una voz muy calmada para ser él. Charles lo interpretó como su forma de evitar soltar las lágrimas-. Yo... en realidad no quiero una relación padre/hijo con él. Tal vez sí antes, hace no mucho, pero ahora... no lo sé. Simplemente es cierto cuando digo que, estando toda mi vida sin un padre, podré seguir haciéndolo. Pero si, tienes razón, por más que me cueste admitirlo. El miedo al rechazo ha estado ahí, dentro de mí desde siempre y aunque algunas veces el sentimiento no es tan latente, otras es desgarrador y tengo que desaparecer por un tiempo para poder entenderme a mí mismo. Siempre voy a sentirme así, como si fuera el raro, el de afuera, el que nunca va a encajar en ningún lado con ninguna persona. Sin importar lo que haga. Y esta vez, es mucho más desgarrador que nunca considerando a quien tengo que decirle que. No puedo evitarlo.

Hubo un momento de silencio en los que ninguno dijo nada. El profesor estaba demasiado sorprendido por las palabras de Peter, jamás pensó que él podría sincerarse de esa manera.

- Peter, yo...

- Charles, necesito que... -Erik se quedó en silencio al ver que no uno, sino dos pares de ojos lo miraban entre sorprendidos y confundidos -. Eh... lo siento. Pensé que estaba solo -. Dijo dirigiéndose hacia el más joven.

- Da igual. De todas formas ya me iba.

- Peter...

- Adiós Charles.

El peli plateado se dirigió a la cocina, tomo una manzana que se encontraba en la mesa y se sentó ahí a pensar un poco.

Probablemente haya hecho una escena al irse así como así, pero luego de haberle dicho todas esas cosas a Xavier él definitivamente no iba a quedarse a averiguar qué es lo que él telepata pensaba sobre él. O mejor dicho, a escuchar sus palabras de consuelo. A él no le iban esas cosas. También pensó que el hombre tenía razón en otra cosa: tarde o temprano tendrá que decirle a Erik la verdad cara a cara y enfrentar lo que sea que eso signifique. Para estas alturas, estaba sorprendido de todavía no habérselo dicho; si había algo que caracterizara a Peter, era su impulsividad.

No tenía ganas de seguir pensando en eso, así que se levantó y fue a recorrer la mansión. Cruzando por una de las aulas, se encontró con Raven y Hank hablando entre ellos.

- ¿Qué crees que haya pasado? Erik se veía bastante raro cuando llegó.

- No lo sé –respondió la mutante -. Pero no creo que haya sido alguna pelea; tampoco creo que Peter le haya dicho la verdad. Aún no está listo para eso.

- ¿Alguna vez se está realmente listo para algo así, Raven? –la muchacha simplemente suspiró.

- No lo creo.

Se recostó contra la pared durante un par de segundos antes de salir de ahí. Estuvo caminando por los alrededores de la mansión.

Luego de tantas cosas que han pasado en su vida, de todas las cosas que ha vivido, que ha enfrentado sin temor... seguía sin poder decirle la verdad a Erik. Pero estaba seguro de que el mayor sabía que él era su hijo, especialmente luego de casi haberse delatado durante la batalla con el viejo azul. Entonces... ¿por qué no era él quien le diga la verdad a él? ¿No se supone que al ser el padre, es quien debe tomar la responsabilidad? Y más aún si fue él quien lo abandonó. Peter suspiró; tenía tantas dudas, y tanto miedo de preguntar. No mentía cuando decía que una relación padre e hijo era lo último que quería, pero por otro lado tampoco lo hacía cuando dijo tener miedo al rechazo. Esa pequeña parte de él que, después de tantos años, aún tenía la necesidad de buscar por la aceptación de los demás. Se sentía patético, ya no era un niño, ya no necesitaba de la aprobación de nadie y sin embargo ahí estaba, buscándola.

Se prometió a sí mismo tantas cosas a lo largo de su vida, rompió tantas promesas y a tantas personas, ha hecho cosas de las que definitivamente no esta orgulloso pero que de todas formas no le importaron demasiado y siguen sin hacerlo que, honestamente, y en ese momento, debe darle la razón a su madre: se parece a su padre. En lo autodestructivo y destructivo. Esperaba que a diferencia de Erik, él pudiera encontrar una forma de ser feliz y no terminar igual que él.





Okeeeey. Sé que ha pasado mucho tiempo y que este es un capítulo corto pero en unos minutos publicaré otro (también corto) e intentaré explicar un poco mi situación. 

Cartas Para Papá // Peter MaximoffDonde viven las historias. Descúbrelo ahora