Llegaron al río después de unos 20 minutos, mucho más tiempo del que a Kristal le hubiera gustado, pero mientras más se acercaban, en peor condición se encontraba el terreno, considerando que era una de sus primeras cabalgatas no quería ir más rápido si eso significaba caerse y atrasarse aun más. El bosque por supuesto era sumamente denso, para la vista humana era un sacrificio el esfuerzo por mirar más allá de unos metros por delante, la luz de la luna que era visible en ciertos lugares era sumamente bienvenida y un alivio dando un aire de falsa seguridad.
La paranoia estaba afectando con rapidez a Kristal, esta no podía dejar de observar todo a su alrededor al menor ruido, Thalia a veces le dictaba unas breves instrucciones o que tuviera cuidado con ciertos huecos del camino, casi se les detiene el corazón cuando un ciervo paso a toda prisa por al lado de ellas, seguramente escapaba de los lobos y eso solo hizo que apresuraran el galope.
Kristal no sabía si era más prudente ir aun más rápido, generando una cantidad de ruido que muy posiblemente podría alertar a los cambiaformas o ir a la velocidad en la que iban, demorándose, pero evitando lo máximo posible la audición tan avanzada. Thalia al final le dijo que siguieran a todo galope hasta la cascada pues no faltaba nada.
-Aunque queramos evitar el ruido, si a esta altura ya nos escucharon, no cambiara en nada el ir con más prisa excepto el darnos una leve ventaja. -Kristal sin decir nada apuró a la yegua siguiendo a Thalia.
En cuanto llegaron, Kristal se bajó apresuradamente, solo logró enredarse el pie derecho con el estribo cayendo de espaldas al suelo, su cuerpo sonó en seco como si fuese un saco de papas, levantando a su paso un poco de tierra a su alrededor, sintió una leve punzada en el pie, pero no lo suficiente para generar una lesión.
-Dios Kristal, eres un desastre, ni si quiera puedo imaginar que habrías hecho de haber escapado sola. -Thalia desengancho el pie que había quedado atascado con el estribo, acarició a la yegua para calmarla.
-Mejor dime, ¿Ahora qué haremos? -Kristal se levantó sacudiéndose el polvo, apoyó suavemente el pie derecho y presiona hacia abajo, sintió un leve pinchazo, pero nada grave.
-Kristal, acercate lentamente hacía mí. -Thalia estaba completamente enfocada en la bestia que se encontraba de espaldas a Kristal, en ese momento se escucharon unos aullidos extremadamente cerca de su ubicación.
Kristal sintió sus vellos erizarse ante el retumbar de un profundo gruñido proveniente detrás de ella, giró brevemente su cabeza mientras se acercaba a Thalia con los caballos, estos se mostraban nerviosos haciendo ruidos con sus cascos, estaban lo suficientemente acostumbrados a los lobos para no huir de inmediato, pero el instinto era algo difícil de evadir.
Detrás de Kristal se encontraba el lobo negro más grande que haya visto, caminaba rodeándolas lentamente, el retumbar solo empeoraba en cuanto fijo su mirada en Thalia, esta en cambio se había agachado lentamente recogiendo una piedra del tamaño de su mano, le miraba directamente a los ojos sin apartar la mirad. Cuando Kristal estaba lo suficientemente cerca para correr y llegar al lado de Thalia, saltaron unos lobos marrones desde los matorrales.
Al inicio solo eran dos, que más que preocuparse por la presencia de las humanas estos tenían el lomo erizado amenazando al lobo negro anterior. Kristal se apresuró a llegar donde Thalia, esta sostenía con fuerza las riendas de los caballos que estaban alterados, Kristal no se dio cuenta cuando salto un lobo gris desde el otro lado directamente a su cuello, apenas soltó el aliento cuando Thalia golpeó con fuerza la grupa de la yegua con la piedra en la mano, haciendo que levantara las patas traseras y pateara con fuerza hacia atrás.
Los lobos ahora les prestaban atención al escuchar el crujido de los huesos rompiéndose, el cuerpo sin vida del lobo gris cayó con fuerza contra el suelo. El lobo más cercano al lobo negro se lanzó contra él derribándolo contra el suelo, mientras ellos daban vuelta, el otro lobo corrió contra ellas, Thalia comenzó a tirar las riendas y gritar como una loca, el caballo y la yegua asustados salieron galopando de afrente al lobo, dándole unos valiosos segundos a Kristal y Thalia.
ESTÁS LEYENDO
Alfa Damián
WerewolfKristal despierta en una celda, encadenada y lejos de su hogar. Los humanos se volvieron esclavos de los lobos y debe buscar una forma de escapar. Todos los derechos reservados, prohibido modificar, adaptar o copiar mi historia. La historia empezar...