Capítulo 9

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Como era de esperar los lobos lo sintieron primero, era como un sonido punzante y lejano que retumbaba, como una gran vibración que trascendía en el aire, era incómodo y trajo un profundo malestar. Las ventanas profanaban con un tintineante sonido, el sepulcral silencio fue inesperado y angustiante de una forma inexplicable.

Kristal que todavía se encontraba ajena a la situación se sorprendió cuando Alexander la agarró rápidamente por el brazo y empezó a tirarla hacia atrás, directamente hacia las escaleras, el pequeño retumbar empezaba a aumentar, aun ajeno para los oídos humanos del lugar.

- ¿Qué sucede?

Kristal por un momento sintió que Alexander estaba completamente demente, pero como si de una cuerda se tratase, todos los lobos empezaron casi en sincronía a moverse, las palabras que se estaban diciendo en el juicio se cortaron de forma abrupta, todos los del piso de abajo se pararon de las sillas rápidamente. De un momento para otro la desesperación cubrió el ambiente, las personas empezaron a correr en distintas direcciones, la salida estaba completamente abarrotada.

Ella solo alcanzó a ver de forma muy borrosa que Damián junto a los miembros de su manada que lo acompañaban desaparecían entre la multitud. Las personas que se encontraban en el pabellón también corrían hacia las escaleras, mientras más rápido intentaban bajar más chocaban sus cuerpos contra otros, el caos le dio una corriente de adrenalina a Kristal, quien notó que la situación era aún más rara de lo que se mostraba a simple vista, algunas personas empezaron a quedarse quietas en medio de la multitud agarrando a otras personas.

El peso de aquellas acciones le infundió más terror de lo que estaba a punto de ocurrir, se dejaba conducir por Alexander quien se movía ágilmente entre los cuerpos despavoridos.

-Alexander, ¡qué demonios! necesitas explicarme, ¿qué está pasando? -Kristal lo intentó, pero fracasó de todas formas en controlar el temblor que salía del tono de su voz, el miedo amenazaba con consumirla, pero sabía que si se le nublaba el juicio ahora perdería la vida.

-Maldición, no hay tiempo, se aproximan demasiado rápido.

- ¿Qué cosa?

-Bombarderos, cazas, como mierda quieras llamarle, ese maldito zumbido se acerca cada vez más, son un escuadrón de aviones de guerra, van a volar todo.

A penas Alexander término de decirle aquello sintió como su pulso se elevaba drásticamente, era tan esporádica la situación que tuvo un inmenso impulso de reír de la desesperación, pues como si alguien mágicamente hubiera estado en el techo preparando todo, empezaron a caer muebles y trozos de madera en medio de las escaleras para que nadie más pudiera bajar, era absolutamente un desastre. Los gritos resonaban como una sinfonía de terror, por todos lados la gente que se tiraba desde los balcones que aún no estaban cerrados, los vidrios de las ventanas explotaban.

-Tendremos que saltar, no hay otra oportunidad. -Alexander parecía un mástil de confianza al cual aferrarse, su rostro estaba increíblemente inexpresivo.

Kristal soltó una risa histérica mientras Alexander la agarraba y le pedía qué envolviera los brazos en su cuello, puso su cabeza bajo su mentón para prevenir una fractura fatal. Apenas se devolvieron unos metros cuando Alexander que estaba agarrando impulso para saltar y quebrar el ventanal de un solo intento, fue agarrado por el tobillo por un tipo desconocido que saltó desde atrás del pilar, esto produjo el desequilibrio total de su cuerpo.

-Deben morir, todos ustedes deben morir, ningún humano saldrá con vida de este maldito lugar.

En lo que solamente se sintieron como un par de segundos, Alexander que ya no podía lanzarse con Kristal, la agarró por ambos brazos y con una fuerza brutal le empujó contra el tipo que le tiraba, siquiera antes de que pudiera pensar en que la iba a traicionar, Kristal con el impulso junto al tipo cayeron al piso, haciendo que este soltara por un breve momento su pierna. Kristal contuvo el aliento y empezó a rodar por el piso lo más lejos del tipo mientras Alexander se avecinaba con las garras afuera, cortando de un solo tirón toda su yugular. La sangre salpicó el piso y el pilar que se encontraba detrás, incluso el rostro de Kristal se encontraba lleno de manchas.

Alfa DamiánDonde viven las historias. Descúbrelo ahora