Call me a bad mother.

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Reconozco que una madre no debe pasar por el diario de su hija.

Pero Mel había estado actuando muy raro, ya que su novio desapareció; lo que me llama una mala madre es husmear entre sus cosas y cotillearle el diario, pero yo sólo tenía que saber cómo se encontraba.

Cuando sus amigos finalmente lograron sacarla de la casa, me arrastré a su habitación. Metí la mano en el forro de la almohada y encontré el bloc de notas de color rojo claro.
Era su diario.

No sé por qué lo esconde allí, parece ser que cree que no lo voy a encontrar.

Busco la fecha. 8 º de agosto de 2016.

Bingo.

Ella explica con detalle cómo se despertó esa mañana en una resaca.
Había bebido mucho en la fiesta de la noche anterior.
A medida que su visión se aclaró se dio cuenta de que estaba de pie en el bosque.

También se sentía muy pegajosa y húmeda.
Ella parecía estar sosteniendo algo blando en su mano.

Parecía que eran intestinos de alguien.

Ella gritó y arrojó las entrañas.

Miró hacia abajo para encontrar que estaba cubierta de sangre.

Se sintió tan sucia que se quitó la camisa y trató de utilizarla para limpiarse de la sangre de su piel.

Ella escribe cómo entró en pánico, disgustada y preocupada y sobretodo confusa.

Ella escribe sobre la forma en que estaba nerviosa acerca de lo que podría haber ocurrido durante la brecha en su memoria.

Ella escribe que esperaba que todos estuvieran bien.

Ella escribe cómo se espera que haya confundido la cosa de su mano en su aturdimiento con resaca, y cómo espera que fuera simplemente una gran cantidad de sangre, del primer período fuera de lugar.

Pero lo que vio al lado aplastó todo su mundo.
Era el cadáver eviscerado de su novio tumbado delante de ella.

Ella escribe cómo se vino abajo. Vomitar, llorar.

Ella gritó y suplicó.

Ella seguía mirando, con la esperanza de ver el rostro de un extraño, no el dolor y la cara deformada de su novio.

Ella escribe en silencio cómo ella lo cubrió con hojas y suciedad.

Ella escribe cómo lentamente y en silencio se dirigió a casa.

Sonrío para mí misma al leer las entradas más nuevas, donde se explica el trauma horrible que la dejó, con las pesadillas, flashbacks, las visiones, la culpa... Ella no puede dormir, no lo hace.

Reconozco que una madre no debe manipular a su propia hija, pero es mejor que sea yo a que sea ese "machote" inútil de secundaria;

así que llámame mala madre.

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