Capítulo 7

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Siguiente día

Desperté de un ánimo extraordinario, me cambie de ropa rápidamente y baje a hacer el desayuno antes de que mi hermana despertara.
- ¡Vaya! - exclamó mi hermana - al parecer alguien esta de buen humor hoy.

- Si, estoy segura que gracias a Logan ya no me molestaran más en la escuela - dije mientras servía el desayuno en la mesa. Más sin embargo lo que me tenía feliz fue ese beso de ayer.

- Entonces, debo de agradecerle a Logan por ponerte tan feliz - dijo Nat mientras probaba un bocado de los huevos revueltos - te quedó exquisito hermana, y eso que no sabes cocinar.

- Gracias, pero ahora apurate a comer que tenemos que ir a la escuela.

Terminamos y salimos rápido de casa, pasamos por Esther, la mejor amiga de Nat y seguimos nuestro curso a la escuela.
Al entrar no puede evitar escuchar demasiados murmullos y recibir muchas miradas sobre mi, más las ignore por completo y seguí mi camino hacia mi casillero.
"¿Ya lo sabes? Dicen que Mel le pago a Logan para que la defendiera frente a toda la escuela",escuche que decían unas chicas, " a mi me dijeron que sólo hace para que ella haga todo el trabajo de literatura".
Bien esto era suficiente, las personas no podían entender que Logan y yo nos hicimos amigos y por eso me apoya y defiende, así que tuvieron que inventar un montón de chismes. Más no serviría de nada aclarar la situación, después inventarían más rumores de los que hay.
Abrí mi casillero y de el cayó una nota.

Mel:
Tengo que hablar contigo sobre algo importante, así que nos veremos a la hora del almuerzo en la cancha de fútbol.

Atte: Logan F.

Lo único que se me vino a la mente es que seguro Logan esta molesto porque me fui después del beso que me dio ayer o talvez ya no quiere hablarme por los rumores que corren sobre nosotros.
No podía perderlo, tenía que pensar en que le diría.

Pasaron las clases y llegó la hora del almuerzo. Estaba demasiado nerviosa, no sabía que me diría Logan y la duda me estaba matando.
Llegue y ahí estaba Logan, sentado en las gradas de la cancha.

-Hola- dije al tiempo que en sentaba.

- Hola Mel - dijo mientras se hacia a un lado para dejarme sentar a su lado.

- Bueno, ¿que era eso tan importante que querias hablar conmigo? - pregunte muy nerviosa, pues no sabía que era lo que me diría y temía que fuera algo malo.

- Bueno, yo... - dijo un poco nervioso - me gustaría que nosotros... Eh...

- ¿Que nosotros? - lo incite a seguir.

- Quisiera que tengamos una cita Mel, claro sólo si tu quieres - dijo al tiempo que se ruborizaba.

Bien esto no me lo esperaba, ¿Logan Fitzgerald y yo en una cita? Era algo imposible, pero a quien engañaba de verdad quiero ir a una cita con el.

- Mira, se que el beso de ayer fue muy apresurado pero no pude evitarlo y estuve pensándolo todo y creo que debemos tener una cita porque se que podemos darnos la oportunidad de tener algo y...

- Si - solté de golpe, interrumpiéndolo.

- ¿Si? - respondió atónito.

- Si, me parece una buena idea - dije sonriendo.

- Gracias Mel - dijo para después abrazarme con fuerza y correspondí el abrazo.
Duramos un buen rato así hasta que el se separó y me miró sonriente.

- Paso por ti a las 7

- ¿Como? ¿La cita será hoy? - pregunte confundida.

- Claro, no hay porque esperar más, así que paso por ti a las 7 para que estés a tiempo, ¿vale? - me dijo con una sonrisa encantadora, y ¡demonios! Como decirle que no a esa sexy sonrisa.

- Vale - contesté.

- Bien, entonces nos vemos más tarde - dijo al momento que se levantaba y me daba un beso en la mejilla para después hecharse a correr.

Definitivamente hoy ha sido un día extraordinario, jamás creí que esto pasaría y lo mejor es que me siento bien, completa y jodidamente bien, como hace tiempo no me sentía.
Camine a casa alegre, entre y decidí darme una ducha para después descansar un rato y estar fresca en mi cita.

Sentí como alguien se subía arriba de mi y abrí los ojos para encontrarme a Nat sobre mi tratando de despertarme.

- ¡Vaya hasta que despiertas! Parecías oso invernando.

- Lo siento, estaba agotada y me quede dormida. ¿Que hora es?

- Son las 6:00 pm - dijo Nat mirando el reloj.

- ¡Dios mio! Es tardisimo, necesito arreglarme y no queda tiempo...

- Controlar Mel - dijo mientras me daba una leve cachetada para reaccionar - por eso estoy aquí, Logan me dijo que te ayudara a elegir tu outfit para su cita.

- Entonces manos a la obra.

- No te preocupes, ya me encargue de sacar la ropa, ahora entra y vistete - dijo mientras me empujaba al baño con mi ropa en mano.

Mi hermana eligió una blusa de mezclilla azul marino y unos jeans negros junto a unas zapatillas negras con un moño al final. De hecho era un buen conjunto. Salí del baño para peinarme y ponerme algo de maquillaje.

- Te ves lindisima hermana, justo como pensé que te verías - dijo Nat sonrienes.
Tocaron el timbre y baje corriendo no quería que alguien abriera la puerta y comenzará a llenar de preguntas a Logan.

- Hola - dije sonriendo al abrir la puerta.

- Hola, te ves hermosa Mel - dijo mirándome de arriba a abajo.

- Gracias - dije mientras la sangre subía a mis mejillas.

- Bueno, será mejor que nos vayamos - dijo al tiempo que me tomaba la mano para dirigirnos al auto.

Entramos al auto y no se porque pero tuve un buen presentimiento.
Durante el camino nadie hablaba, estabamos en silencio, pero de esos silencios cómodos que se disfrutan. Vi que comenzamos a salir de la ciudad y le pregunte a que lugar nos dirigimos.

- ¿A donde me llevas? ¿A caso me vas a secuestrar? - dije fingiendo temor.

- Tal vez... - dijo con un toque misterioso.

Nos miramos unos segundo y después comenzamos a reir.

Llegamos a un lago hermoso, con mucha vegetación al rededor, césped totalmente verde, árboles gigantes que no te dejaban mirar el cielo, al contrario puedes ver completamente el interior de esos árboles. Nos estacionamos y bajamos del coche. Ayude a Logan a bajar las cosas del auto y para mi sorpresa tendríamos un picnic en el lago. Un hermoso picnic en un hermoso lago con un hermoso chico.

Preparamos las cosas en el césped, Logan había traído todo tipo de comida, desde sándwiches y pizza hasta vino tinto y sidra.

- Wow, si que sabes combinar los alimentos eh - dije bromeando.

- No sabía que podría gustarte - dijo apenado.

- Es broma, todo esta perfecto - dije invitándolo a sentarse.

Él se sentó mirando hacia el horizonte y entonces pude distinguir perfectamente sus facciones, esa cara de niño que aún tenía, esa sonrisa que ilumina todo a su paso, su piel perfectamente morena, su cabello corto de abajo y más largo de arriba, pero ni hablar de sus ojos, esos ojos que aunque tenían un color café muy normal estaban adornados de unas pestañas tan largas, negras y gruesas, pestañas en las que te podías perder por horas y sentir que apenas habían pasado segundos, sinceramente sus ojos me deleitaban, me hiptonizaban, me pedían a gritos que los mirara y disfrutará cada segundo que lo hacia, sus ojos me daban paz y temor al mismo tiempo. Me daba temor el pensar que esos ojos pertenezcan a otra chica y se que suena egoista, pero diganme ¿quien en su sano juicio no podría enamorarse de él? Cualquier chica lo haría y aunque se que él no sentía lo mismo por mi que yo por él me negaba a aceptar que sus ojos pertenecieran a alguien más, me negaba a dejarlo ir y por más que doliera, por más que me lastimara mirarlo no podía dejar de hacerlo, porque me había enamorado de él y se que suena loco porque en realidad no sabemos mucho uno del otro, pero el simple hecho de hablar con el me hacia olvidarme de mis problemas, de los insultos en la escuela, de las burlas, de las humillaciones y del daño físico y mental que mis propios padres me hacían día a día. Estar enamorada de él era la tranquilidad en mi disturbiosa vida diaria.

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