Hoy hace una semana que mi mayor pesadilla, mi mayor miedo en la vida, la persona más horrible y repugnante que puede existir por fin ha recibido su merecido. Hoy hace una semana que Lucas fue encerrado en una cárcel igual de podrida que su interior y de la cual él jamás podrá salir, al menos no vivo.
Sé que Lucas está en la cárcel pero aún así no puedo evitar pensar que quizá podría escapar y tomar venganza, aunque sería algo imposible, he tomado algunas medidas de defensa personal, es por eso que me dirijo hacia Razo's Gym, donde practicaré boxeo y después artes marciales para tener un poco de defensa personal y saber cuidar de mi sola, porque si algo me propuse fue que ya no quiero ser la niña débil.
Aparco mi auto en el estacionamiento del gimnasio y salgo no sin antes tomar mi botella de agua y mi bolso. Camino y entro a la recepción a preguntar sobre mi entrenador.
– Buenas tardes – saludé cortésmente – me asignaron al entrenador Belt, ¿sabe donde puedo encontrarlo?– Claro – contestó el chico amablemente – está en el área de boxeo, es único ahora mismo, no te será difícil identificarlo.
Me despedí con un movimiento de cabeza y un gesto de agradecimiento y me dirigí hacia el área de boxeo.
Al llegar me quedé anonada de todos los aparatos, sacos, equipos y espejos que había en el área, voltee mi mirada y ví a un tipo de algunos 22 o 23 años, moreno, estatura promedio, cabello negro, con una figura totalmente marcada, los músculos de su abdomen, brazos y piernas estaban totalmente definidos, lo que significaba que ese tipo si que hacía un buen trabajo en el gimnasio.– ¿Hola? – pregunté un poco tímida.
El tipo, que supuse era el entrenador Belt, volteó y pude ver que sus ojos eran de un color amielado, cada facción de su cara estaba completamente marcada, haciéndolo ver como un tipo sumamente atractivo, más sin embargo algo intimidante.
Dejo sus guantes a un lado y se puso la camisa algo apenado, lo que verdaderamente me sorprendió.– Hola – respondió con su camisa ya puesta– Melanie Rose, ¿cierto?
– Efectivamente, un gusto entrenador Belt.
– Elliot Belt, puedes llamarme Elliot si te parece más cómodo.
–Perfecto entonces, soy Mel.
Me dedico una sonrisa muy amigable y me indico que lo siguiera. Caminamos hacia una puerta y pude ver que eran los vestidores, me lanzó unas vendas y me quede mirandolas un poco extrañada.
– Vas a vendarte muñecas y tobillos, no queremos ningún accidente – me dijo al ver que no entendía porque las vendas.
– Pensé que me darías guantes de box – dije.
– Tenemos que empezar por lo básico y eso es mejorar tus reflejos, haremos algo de ejercicio y cuando vayas más avanzada comenzaremos con los golpes.
Dicho esto comence a vendarme, tal parecía que esto iría más lento de lo que creía.
2 horas después
Después de terminar con el entrenamiento de hoy, que sinceramente estuvo muy pesado, me dirigí a mi casa para tomar una larga ducha, necesitaba relajar los músculos y deshacerme de todo ese sudor producto de tanto ejercicio físico que no había realizado en toda mi vida.
Después de una siesta de aproximadamente 1 hora, desperté y me dirigí hacia la cocina para comer un bocadillo, me encontré a Nat preparando un pay de queso y decidí ayudarle, hace tiempo que no paso tiempo con mi hermanita, más que para ir a la escuela y llevarla con sus amigas.
-Mel, ¿Cómo van los preparativos de la fiesta de graduación? – preguntó Nat mientras metía el pay de queso al horno.
-Bien, ya tenemos casi todo listo para el gran día – contesté.
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Rota
RomanceEs fácil criticar, ¿no? Es fácil matar a los demás con palabras destructivas. Es fácil hundirte en el abismo de la tristeza y sentir que no hay mejor lugar que merezcas. Pero nunca, jamás, será fácil salir. No será fácil ver la realidad. No será fá...