Capítulo 8

87 6 1
                                    

– ¿Porque me miras asi? – dijo Logan de forma burlona.

Vaya, no me había dado cuenta de que aún lo seguía mirando, me perdí en mis pensamientos, y ahora el se había dado cuenta.

– Nada sólo estaba pensando – dije volteandome a mirar el lago.

– Pues estabas muy concentrada, ¿en que estabas pensando Mel? – me dijo al tiempo que me  miraba de manera extraña.

– Nada importante, oye ¿te parece si comenzamos a cenar? Muero de hambre – conteste cambiando de tema.

– Oh – dijo mientras se levantaba para tomar la caja de pizza – claro espero que te guste la pizza de pepperoni.

– ¡La amo! – dije mientras tomaba un pedazo y comenzaba a deleitarme con el sabor de la pizza.

Los dos comenzamos a comer y milagrosamente nos terminamos toda la comida, no quedó ningún sándwich o pedazo de pizza, y comenzamos a beber el vino, más sin embargo creo que no fue una buena opción para mi ya que mi cuerpo no tolera demasiado el alcohol, dos copas y Melanie Rose esta pérdida.

– Mel, ¿estas bien? – me pregunto Logan un poco preocupado después de ver que me comenzaba a reír de cualquier cosa que decía.

– La verdad es que me siento un poco mareada – dije tomando mi cabeza entre mis manos.
Comenzaba a ver todo girar al rededor de mi y entonces lo inevitable sucedió: el vómito llegó al picnic.

– Por Dios Mel – Logan me ayudó a sostener mi cabello mientras me daban arcadas y el vómito no paraba de salir.
Definitivamente creo que la pizza y los sandwiches nunca deben juntarse con el vino. Era una mezcla totalmente loca y que dañaba demasiado tu estómago, o al menos ese efecto tenía en mi.

Después de que saque todo la comida posible de mi cuerpo, Logan se separó de mi para traer una botella de agua del auto.

– Disculpame Mel, es mi culpa por combinar todo tipo de comida.

– No te preocupes, no sabíamos que pasaría esto y aparte el alcohol siempre me afecta demasiado.

– Entonces no habrá más alcohol para ti nena – dijo guiñándome el ojo.

– Igual todo ha estado perfecto Logan – dije mientras le daba un apretón a su mano para que no se preocupara.

– Pero falta una cosa Mel, sólo no me vayas a golpear por favor.

– ¿Que cos...

Y no pude terminar de hablar cuando sentí sus labios pegados a los míos. Me quedé en shock, era la segunda vez que me besaba y vaya que se sentía malditamente bien. Me besaba de manera tierna y dulce, más sin embargo yo no comprendía el porque lo hacia y el porque yo le correspondia el beso, simplemente me deje llevar. Y entonces el beso comenzó a subir de nivel cuando introdujo su lengua en mi boca, vaya que hace tiempo que no sentía esto, y sentía bien pero estaba jodidamente mal, esto estaba muy mal.

– ¡Basta! – grite empujándolo.

–Pe- perdón Mel, pero de verdad deseaba hacerlo– dijo mientras bajaba la cabeza.

– No podemos hacer esto Logan, sólo somos amigos – dije totalmente histérica mientras caminaba de un lado a otro – Yo no estoy lista para una relación.

– Bueno, talvez podemos intentar tener algo Mel – dijo mientras trataba de tranquilizarme.

– No... Yo... Sólo llevame a mi casa, ¿quieres? – dije mientras entraba al auto.

Logan golpeó el auto y tomó su cara entre sus manos en señal de frustración para después entrar al auto y encenderlo camino a mi casa.
Durante el camino ninguno de los dos hablábamos, Logan tenía la mirada fija en el camino y la mandíbula tensa, no me dirigía la mirada ni si quiera de reojo; en cambio yo solo miraba por la ventana mientras pensaba en porque tuvo que terminar asi, es decir, todo el picnic iba perfecto hasta que nos besamos, y siento que todo es por mi culpa pero no puedo tener novio, no puedo volver a confiar en nadie desde lo de Lucas.

Tan pérdida iba en mis pensamientos que no me había dado cuenta de que ya estábamos estacionados frente a mi casa.

– Llegamos – dijo Logan de manera fría y cortante.

– Gracias – conteste de la misma manera.

Baje del auto sin dirigir mi mirada hacia atrás y entre a mi casa. Justo en ese momento escuche como el auto arrancó y subí corriendo hacia mi habitación.
Cerré con seguro y me lance a mi cama, no quería hablar con nadie, estaba mal y todo por culpa de un chico.
Me prometí a mi misma que jamás volvería a llorar por un hombre y vaya estoy aquí tirada boca abajo en cama, con el rímel corrido a causa de las lágrimas y con un corazón roto a causa de mis decisiones.
No podía más, prometí que dejaría de hacerlo pero necesitaba sacar mi dolor de alguna forma.
Tome a mi querida amiga y enemiga, a la que siempre estaría para mi sin dudar, a la que gracias a ella podía sacar todo mi dolor y ansiedad.
Entre al baño y me coloque unos shorts dejando al descubierto mis piernas, con la cuchilla en mis manos comencé a ejercer presión en mi pierna derecha, la sangre brotaba lentamente y con ella todas mis penas. Un corte, dos cortes, tres cortes, y aún sentía un gran dolor más sin embargo era suficiente por hoy. El piso del baño quedó rojo al igual que mis manos y el resto de mis piernas. Me levante y tome unas gasas del botiquín de primeros auxilios, las moje y comencé la limpiarme para después tomar otra gasa y colocarmela por encima de las heridas. Tome otra gasa más y limpie el piso, no debía de quedar ninguna prueba.
Tome mi cuchilla y la puse bajo el chorro de agua para después guardarla en mi lugar secreto.
Salí del baño, tome mi cabello en una cometa, me mire al espejo  dirigiendo mi mirada hacia mis lesiones, lesiones que me han calmado ahora.
Me recoste en mi cama y me dispuse a dormir, ya un poco más tranquila, pero pensando en que es lo que pasaría el día de mañana.

RotaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora