d o s.

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Maya POV

Otro estúpido día más, hoy me sentia de mal humor, por más que intentara no podía dormir, la imagen de mi padre, el sujeto que me abandonó a los cinco años, en mis sueños era cómo una pesadilla. De tan sólo verlo en frente de mi una oleada de rabia y miedo pasaba por mi cuerpo, pues en el sueño ni siquiera podía moverme por más que lo quisiera, cómo si algo me impidiera avanzar. La verdad, me estaba asustando, o esto significaba algo o me estaba volviendo una loca desquiciada.

Caminé con toda la tranquilidad del mundo hacia Topanga's para encontrarme con Lucas. No he podido hablar con Riley desde ayer en la tarde y no sabía como decirle realmente cómo me sentia, en parte tenia algo de miedo, de todas formas quería decírselo.

Abrí la puerta del pequeño local y una campana resonó en todo el lugar. Mi mamá me miro y me dio una sonrisa, yo sólo le di una sonrisa débil. Ella sabe de mis sueños y se que le preocupo, y lo que menos quiero es ser una carga para ella, pues ya tiene bastantes problemas. Me acerque a ella para saludarla, pero me vi interrumpida por un caballero que estaba reclamándole algo que no entendí muy bien, de todas formas vi cómo aquel corpulento hombre se iba de allí. Miré a mi mamá confundida y me apoye en la barra quedando en frente de ella.

- ¿Qué sucedió?

Ella suspiro y comenzó a limpiar la barra con un paño húmedo.

- Un mal educado que se cree el centro del mundo, lo usual -respondió restándole importancia.

Asiento, de todas formas no digo nada, no es primera vez que pasa ni tampoco es la ultima vez que pasará.

- De todas formas, ¿cómo es que te has aparecido por aquí y sola? -mi mamá coloco sus manos en sus caderas mirándome sospechosamente.

Ruedo los ojos, sabiendo lo que se le pasa por la cabeza.

- Tengo que hacer un trabajo con Lucas, es todo -me salgo de la barra dando por terminada la conversación-. ¿Lo has visto? -pregunto antes de irme, ya que no lo he visto por aquí, quizás se atraso.

Mi mamá deja de mirarme de aquella manera y asiente con la cabeza.

- Se fue hace una hora -responde confundida, claramente porque sabe que Lucas no me dejaría plantada y menos cuando se trata de un trabajo.

Cierro los ojos y me quejo en un murmuro.

- He llegado tarde -me reprocho.

Mamá ríe.

- ¿Tarde? ¡Has llegado tardisimo! -exclama con tono burlón antes de irse a la cocina.

Perfecto, ahora tendré que soportar a un Lucas enfadado y indignado, pero ya que, nunca me ha importado, se le pasará luego.

Salgo de allí y voy a la casa de Riley para contarle lo sucedido. Cuando golpeo la puerta me abre Riley, lo cual agradecí porque no quería verle la cara al señor Matthews luego de que nos dejo trabajo. Ambas fuimos a su cuarto. Ella se sentó en la cama y yo me senté en la alfombra. Riley me miro por unos minutos sin decir nada. Ambas nos quedamos en silencio y la verdad no sabía cómo comenzar.

- Maya, ¿qué sucede? -pregunta finalmente con ese tono tranquilo que hacia me sintiera un poco más cómoda y con confianza.

Trague saliva y comencé a jugar con los dedos de mis manos, cabizbaja.

- Bueno... -hice una pausa y tomé aire-. Lo que pasa, es que me he sentido rara está ultima semana -admití y ella asintió, diciéndome con la mirada que me prestaba atención, yo me dispuse a seguir-. Primero, he tenido extraños sueños con mi padre, y no sólo uno, sino que toda la semana he soñado con el y eso no me deja dormir, es por una de las razones que estoy de mal humor. Y para completar la mala suerte, dibuje la sonrisa de Lucas involuntariamente y ahora me siento rara, ni siquiera puedo mirarlo a la cara, hoy quedamos de juntarnos para hacer el trabajo pero llegue tarde a propósito para tener una excusa de porque demonios no llegue -me sorprendí cuando confesé con eso, pues era la verdad, lo había hecho a propósito y intentaba engañarme a mi misma con que el tiempo pasa rápido -, no quiero ni siquiera cruzarme con el -solté todo lo que tenía guardado, finalmente solté el aire que tenía retenido y sentí una paz conmigo misma, ya le había dicho la verdad.

Ella me miró sorprendida y en seguida supe lo que estaba pesando. Abrí los ojos cómo platos.

- No, no me gusta -me apresure a decir cómo si aquello fuera un insulto para mi persona.

- Pero quizás podría-

- ¡Ni siquiera lo pienses! -me levanté alterada, interrumpiendola-. Yo y Lucas -lo pensé por unos segundos y un escalofríos recorrió mi cuerpo. Sacudí mi cuerpo-. ¡Jamás! -concluí horrorizada.

- Maya, es Lucas, es lindo, cariñoso y guapo, el podría gustar-

Volví a interrumpirla colocando mis manos en su boca.

- No lo digas, es asqueroso.

Riley mordió mi mano.

- ¡Au! -exclame en un quejido, sacando mi mano rápidamente. Miré mal a Riley-. Caníbal -murmuré mientras me frotaba la mano.

- Podría...

- ¡Riley cállate!

- ¡El podría gustarte, Maya aceptalo! -gritó agudamente, haciendo que me quedará paralizada en mi lugar, sin saber que hacer.

Matar a Riley o reflexionar un momento.

Matar a Riley no suena nada mal...

- Maya, ¿qué pasa sí te gusta? -pregunto ella, está vez con temor al ver que no decía nada.

Arruinaría nuestra amistad, claro está. Arruinaría mi no-gran-amistad con Lucas y arruinaría mi reputación.

La miré cómo si estuviera loca.

- Estas desquiciada, ni en un millón de años me gustaría Lucas -respondí, ella aun así me miro agobiada-. Riley, Lucas no me gusta, eso te lo puedo asegurar, sé lo que es que te guste una persona, lo experimente con Josh -le recorde obvia.

Ella asintió no muy convencida, así que me decidí a cambiar el tema, no quería tener una tensa conversación ahora.

- Mejor hablemos de mi padre, quiero decir, ¿crees que es normal que sueñe constantemente con el? -pregunté volviéndome a sentar en la alfombra.

Ella se repuso y negó con la cabeza.

- No lo creo -respondió haciendo una mueca-. ¿Como son tus sueños?

Suspire, dispuesta a contarle.

¿Lista para una tarde de lágrimas, Maya? Claro que no, pero debía hacerlo.

On Purpose » Lucɑyɑ.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora