On Purpose » Lucɑyɑ.

p r ó l o g o.

➳ Prólogo.

Maya POV.

Tome aire, inhalando el frío aire de la madrugada y exhale. Una sonrisa se formo en mi rostro y sentí que hoy seria un gran día a pesar de ser Lunes.

Al terminar de hacer mi monótona rutina de la mañana, fui por Riley para irnos a la escuela. Lamentablemente me vi con la terrible noticia de que sentía muy enferma y tendría que faltar, al verla en su cama con miles de pañuelos a su alrededor y pálida con bastante fiebre quise quedarme a cuidarla, pero claro, ella no me dejo y prácticamente me obligo a ir a clases, no me quedo más remedio que rendirme y hacerle caso.

Al llegar a la escuela me apresure a ir al salón de historia, es decir, la primera clase de la mañana. Al ingresar al salón me encontré con Farkle y Zay hablando animosamente de dios sabrá que.

« Cosas de ñoños quizás » pensé con burla.

- Hola tontos -salude cariñosamente a mis amigos.

Farkle sonrió pero cambio si expresión y ahora se notaba confundido y extrañado.

Seguro porque no me vio con Riley.

- ¿Donde has dejado a la chica arcoiris? -Zay se adelanto a preguntar antes de que Farkle lo hiciera.

Fruncí el ceño.

Que apodo tan patético.

- Está enferma -me encogí de hombros.

Farkle me miro preocupado.

- ¿Qué tan enferma? ¿Demasiado enferma para faltar a clases? -preguntó rápidamente.

- Eh, sí -respondí vacilante, la verdad no le había encontrado sentido a sus preguntas.

- ¿Quien está enferma? -preguntó Huckleberry llegando a nuestro lado con su típica y irritable sonrisa.

Lucas era tan bueno... ¡Tan bueno que me causaba estrés y me irritaba! Sonreía a cada minuto, a cada hora, cada segundo, cada milésima del día sonreía. A veces me preguntaba si no le dolían las mejillas de tanto sonreír.

- Riley -respondió Zay.

Lucas automáticamente dejo de sonreír y también se puso preocupado por Riley, así cómo lo hizo Farkle.

- ¿Pero está bien?

- No lo sé, Maya sabe -está vez respondió Farkle y todos posaron su mirada en mi.

Rodé los ojos, que exagerados.

- Está enferma, no está bien, pero tampoco está apunto de morir -dije y me gane las fulminante mirada de mis amigos-. ¿Qué? -solté confundida hacia sus miradas asesinas.

Antes de que ellos respondieran la voz del Señor Matthews resonó en todo el lugar haciendo que todos volviéramos a nuestros asientos para poder comenzar la clase. Me preguntaba a que hora habrán tocado el timbre, estaba demasiado distraída, sobre todo está última semana quizás debería hacer algo para relajarme.

La clase comenzó con la típica lección del señor Matthes al principio de cada clase. Cómo Riley se encontraba en casa y nadie más era capaz de reprenderme por no prestar atención, saque unos lapices de colores y comencé a dibujar bocetos o lo primero que se me haya venido a la cabeza.

Me sentia muy concentrada. Comencé a dibujar unos labios delgados y finos, sin entender el porque. Me mordi el labio inferior y seguí moviendo el lápiz. Cuando sentí que debía seguir hasta allí, mire mi resultado. Me resulto perfecto y raro, justo lo que me gusta hacer.

- Maya -me llamo el Señor Matthews, haciendome aterrizar y darme cuenta que estábamos en historia.

Levanté la vista y mire a todos, quienes me miraban atentamente. Finalmente, deje mi mirada en en señor Matthews sin nervio alguno, simplemente le mire con aburricón. No me gustaba historia, no era lo mío. Lo mío era ensuciarme las manos con pintura, aunque no tanto al nivel de Riley, y hacer brillar mi creatividad. Yo no era inteligente ni intelectual, mucho menos buena persona, yo sentia que me iba más por el lado creativo, me sentia diferente aunque jamás podría descifrar si me sentia diferente en una forma mala o buena.

- ¿Sí? -mi tono salió indiferente.

- Con Lucas Friar -respondió con la mirada en el libro de clases.

¿Lucas? ¿En qué?

- ¿De qué? -pregunté perdida y confundida.

Él señor Matthews me miro y puso los ojos en blanco.

- De lo que he hablado la mitad de la clase Maya, el trabajo.

- Pensé que se había dado cuenta que no he prestado ni la más mínima atención a su aburrida clase

- Por supuesto, y también me he dado cuenta de que tienes un punto menos en el siguiente examen -sonrió fingidamente.

Entrecerré mis ojos.

- Bien jugado Matthews, bien jugado -murmuré cautelosamente.

El me guiño el ojo dando por ganado la discusión. Mientras seguía dando las parejas me gire para ver a Lucas, este estaba escribiendo alguna cosa desconocida para mi en su cuaderno, más no le tome mayor importancia.

- Hey vaquero -hable para que me prestará atención.

El levanto la mirada y me miro por unos minutos completamente serio, en realidad, no podía descifrar su mirada, pero podía atreverme a decir que ni estaba sonriendo.

- No haré el trabajo sólo, así que ni siquiera lo intentes -dijo sin vacilación.

Suspire resignada, bueno, al menos lo intente.

- Está bien, de todas formas no prometo hacer algo -respondí levantando mis manos en son de paz.

Él bufo. - ¿Sabes? Estoy pensando en dejarte hacer el trabajo sola, así aprendes la lección.

Reí irónicamente.

- No serias capaz -dije desafiante.

El alzo una ceja. - ¿Ah no? ¿Y qué te hace pensar eso? -preguntó con curiosidad, más podía notar su tono retador con su voz.

Lo pensé por un momento, claro estaba porque.

- Porque eres un chico de bien -no pude soltar algo de burla en ese comentario-. Eres un chico bueno, Lucas, y sólo te dedicas a sonreír jamás te tomaría en serio -respondí fingiendo lástima.

El se encogió de hombros dándome la razón y esbozó una sonrisa mientras volvía a lo suyo. Me volteé luego de esa escena acomodándome en mi puesto. Tome mi lápiz para seguir dibujando, de todas formas, no pude seguir haciéndolo. Al ver lo que realmente había dibujado me dejo perpleja y sobre todo mejor confundida y con un revoltijo en el estómago, esperaba que fueran ganas de vomitar de lo contrario terminaría vomitando de todas formas.

Había dibujado la irritable sonrisa de Lucas, ¿qué diablos estaba pasandome?

(...)

¡Hola! Bueno, está sera una de las primera novelas que subo, espero que les guste, no olviden votar y comentar, me harían un gran favor❤. Gracias por leer💞.