v e i n t i t r e s.

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MAYA POV.

Definitivamente hoy no me había levantado con ningún tipo de ánimo, y lo único que me animaba a ir a clases era Riley, y no de la forma motivacional, sino que literalmente estaba animandome para ir a la escuela. Ella al darse cuenta que no pasaba por su ventana vino hacia acá para obligarme a ir a la escuela.

- Riley, ya basta -me queje tapandome con las mantas.

- Riley nada, tu irás a la escuela -ordenó ella tirando de las mantas, y así ambas comenzamos una lucha con mi manta.

- ¿Para qué? ¿Para ver la estúpida cara de Mindy? O espera, ya sé, ¿para ver la estúpida cara de Lucas viendo cómo un idiota a la estúpida cara de Mindy? -alce una ceja, seguidamente estire la manta hacia mi.

Ella puso los ojos en blanco.

- Sabes que a Lucas no le gusta Mindy -dijo cómo si yo estuviera exagerando las cosas.

Yo lancé un pequeño grito indignado.

- ¿De qué lado estás? -le pregunté con molestia.

- Del tuyo, claro está. ¿Sabes qué? Deberías ir a la escuela, digo, para arreglar todo ese asunto con Lucas -me guiño el ojo.

Rodé los ojos.

- ¿Crees que querrá escucharme?

- Por supuesto -respondió obvia.

- Estás loca -murmure con una pizca de incredulidad.

- Cómo digas.

La miré unos segundos, hasta que caí en cuenta de que ambas teníamos sujetadas las mantas y Riley llevaba la ventaja. Ambas nos miramos en pánico, hasta que ella en un paso en falso término de tomar ventaja arrebatandome todas las mantas.

- Tramposa -refunfuñe cruzada de brazos.

- Te espero abajo -me ignoró con una sonrisa triunfadora.

(...)

Caminé como un zombie por los pasillos de la escuela, sin ánimos de nada, mientras Riley me tenía tomada del brazo con una gran sonrisa, cómo todas las mañanas. Riley era lo contrario a mi en estos momentos, y yo claro era la que opacaba su felicidad. Claramente íbamos tarde por la pequeña lucha que había tenido Riley conmigo hace un rato, y que por cierto, ganó. De todas formas habían varios estudiantes que permanecían fuera de sus salones, pequeños grupos riendo y hablando, otros rebuscaban cosas entre sus casilleros y por los demás simplemente estaban dando vueltas por los pasillos para no entrar a clase. Al llegar al salón, Riley paro en seco y fijó su mirada en mi.

Suspiró.

- Hace cómo que no te importa, porque eso es lo que quiere ella, que realmente te importe. Se aburrira y ya está, ambas sabemos porque Lucas está haciendo esto, así que no hagas caso, cómo dijiste; no dejes que de él dependa de tú felicidad -me tomó de las manos, sonriendo para reconfortarme.

Sonreí débilmente.

- Eres la mejor amiga del mundo -dije con honestidad.

Ella me dio una última sonrisa antes de abrir la puerta del salón, y ahí se encontraba el famoso señor Matthews, cómo si nos hubiera estado esperando bastante rato. Yo traté de no mirar a Lucas, así que fijé mi vista en nuestro famoso profesor de historia.

- Ya era hora de que llegarán -más que un regaño sonó como si se estuviera quejando-. ¿Cuál es su justificación, señoritas? -el alzo una ceja.

Yo también alce una ceja puede que algo retadora.

- Tuvimos problemas en el camino -trate de responder lo más indiferente posible.

- Eso es suficiente para mi, a sentarse -ordenó mirándome con suspicacia.

Solté una pequeña risita y fui a sentarme. En ningún momento mire hacía atrás. La clase paso lento, y lo peor de todo fue escuchar las risas de Mindy y Lucas atrás mío, pues la muy.. Pues Mindy ahora se sienta al lado de Lucas, y creo que odiarla es poco. Pero yo trate de lucir como si no me importará, aunque en realidad si me importará, y demasiado.

(...)

Gracias al cielo las clases ya habían terminado, y aunque había sido un día difícil, puesto que tenía que ignorar a Lucas mientras estuviera con Mindy, es decir, lo tuve que ignorar todo el día. Me sentía frustrada por el simple hecho de que a Lucas no le importará lo que tuvimos, yo sólo quería un tiempo pero ni siquiera eso pudo respetar. Siento que ya ni siquiera vale la pena seguir con esto, me siento tan tonta y apenada por todo esto, y además siento muchas de golpear a Lucas, o escupirle en la cara lo mucho que lo odio en estos momentos.

Cerré mi casillero con mucha fuerza, quizá con rabia. Pobre casillero, tenía que soportar mis ataques repentinos. Cuando me di la media vuelta para irme, vi a Lucas caminar hacia mi, pero no sonreía ni me miraba. Yo me quedé quieta sin saber cómo reaccionar. ¿Debía irme? ¿Debía esperarlo? Con desesperación una lucha se comenzó a formar entre mi, y mi corazón comenzó a latir con fuerza. Hasta que el sonrió, pero había un pequeño detalle; esa sonrisa no era para mi. Sin saber cómo tomar la situación, aparte la vista mientras el pasaba por mi lado, sin mirarme ni notarme, cómo si yo no estuviera ahí. Mi corazón se apretó, y por el rabillo del ojo vi cómo se acercaba a Mindy, quien estaba a centímetros míos. Unas ganas de llorar me invadieron, pero no lo hice. Me sentí humillada, y me sentí traicionada por una de las personas que consideraba importante. Me sentía tan humillada por él chico que había roto mi corazón. Sin dudarlo salí de ahí, prometiendome a mi misma que nunca más me dejaría pasar a llevar de esa manera. Ya no le rogaría a Lucas, y supongo que la mejor opción era ignorarlo. Fui una tonta al tener una mínima esperanza de que él me esperaría. Vamos, él jamás se habría fijado en alguien cómo yo. Quizá en su momento pude haberle atraído, pero claramente sólo era atracción quizá. Quizá sólo le gustaba por un rato, pero por mi lado no era así. Estaba completamente y irremediablemente enamorada del chico que había roto mi corazón, de un idiota que jugó con mis sentimientos, y se que debería odiarlo, pero para mi mala suerte no lo hacía, yo realmente lo amaba y por eso estaba comenzando a odiarme, a odiarme a mi misma por ser tan fácil de engañar.

...

¿Se dieron cuenta que tarde menos en subir capítulos? Bueeeenoooo, nos vemos en el siguiente capítulo el cual también trataré de subir lo más rápido posible. En fin, lxs amo.

On Purpose » Lucɑyɑ.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora