d i e c i s i e t e.

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Maya POV

- ¿Y bien? ¿Qué quieres hablar? -preguté luego de unos minutos de silencio incomodo con Lucas.

Él se aclaro la garganta.

- Sí no mal recuerdo, tu fuiste a mi casa a hablar conmigo.

Diablos, es cierto. ¿Qué se supone que debía decirle ahora?

- Buen punto -sonreí de lado, aunque más bien salió cómo una mueca. Rogaba internamente que el no notará lo nerviosa que me sentía en estos momentos-. Bueno, estuve pensando y prácticamente ese día en el parque... -trague saliva, recordando ese horroroso día, sin duda uno de los peores. Intenté que mi voz no fallará-. Prácticamente ese día en el parque no te deje hablar -terminé la frase algo avergonzada, bajando la mirada.

- Oh, eso -murmuró el-. ¿Qué pasa con eso?

Tomé aire. -Quiero escucharte, quiero saber que ibas a decirme ese día -respondí sin vacilación. Claro que quería saberlo, Riley que dijo era importante para mi, y también para ella, así que debía saberlo.

No fui capaz de mirarle a los ojos, así que mantuve mi mirada en un punto fijo. Asentí para que comenzara a hablar.

- Está bien -suspiro, dispuesto a contarme-. No quiero perderte. Ni a ti, ni a Riley. Ustedes son muy importante para mi, y siempre me han apoyado, bueno tú casi siempre -dijo dándome una sonrisa triste-. Jamás pensé que esto pasaría, mucho menos pensé que podría llegar a gustarte -admitió. Yo me removí en mi asiento incómoda.

- No me gustas, ya te dije que...

- ¿En serio vas a seguir con eso? -me interrumpió. La verdad, me sorprendí porque ahora sentia que estaba molesto.

Sacudí mi cabeza lentamente, derrotada.

- No -murmuré por lo bajo.

- ¿Te gusto?

Esa pregunta había caído cómo un balde de agua fría.

Miré la ventana.

« No Maya, está vez no puedes salir corriendo, ¡vamos! Deja de ser tan cobarde, ¿qué te sucede? »

- No -respondí levantándome del asiento de la ventana.

No, no, no y no, no podía decirle que me gustaba, no después de que Riley dijera que yo estaba enamorada de él.

- Maya... -dijo mi nombre en tono de advertencia.

Le di la espalda, tampoco podía decirle aquello frente a frente, de seguro saldría corriendo antes de poder mirarle a los ojos. Cerré los ojos con fuerza, arrepintiendome de querer hacer las cosas bien. Odiaba estar en está situación, simplemente lo odiaba.

- Supongo -respondí en voz baja.

- ¿Qué? Perdón, no te escucho -hablo Lucas detrás de mi.

- ¿Te arreglo los oídos? -pregunté fastidiada, aunque con una pizca de malicia.

- No, en serio no escucho -se quejo.

Rodé los ojos.

¿En serio me gusta este chico?

- Que creo que sí, bueno, sí -respondí en voz alta, para que pudiera escucharme.

- ¿Qué sí qué? -volvió a preguntar, confundido.

On Purpose » Lucɑyɑ.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora