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Las cosas cambian.
Para bien o para mal pero cambian.
Y hay veces en los que esos cambios nos hacen feliz o nos hacen muy triste.
No voy a decir que de nosotros depende si nos ponemos felices o tristes. Porque eso no lo decidimos nosotros. Pero nosotros sí decidimos que máscara enseñar a las demás personas.
Aunque nos duela por dentro, nos desgarre y nos haga sentirnos dolidos o tracionados no podemos mostrarlo. En mi caso el cambio me ha puesto triste pero que se le va a hacer... Sólo me queda seguir adelante, sonreír, mostrarme tranquila y estar a su lado siempre que me necesite. Como lo he estado siempre.
Por mi no hay problema en estar a su lado, aunque eso signifique que me romper más el corazón. Simplemente no quiero verla sufrir. No quiero ver a nadie sufrir. Y aunque no pueda hacer sonreír a todas las personas o por lo menos evitar ser un problema para todos, puedo evitarlo ser para ella.
Con el tiempo las cosas cambian, no des nada por sentado.

Lo que yo pienso IIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora