Bitter Sweet Symphony {Adaptación Camren}

Capítulo 46

A sufrir un poquito.

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Era increíble la lucha interna que estaba teniendo por no llorar, pero simplemente el dolor y la decepción la dominaban tanto que no se podía controlar como lo hubiera hecho tal vez en otra ocasión. Frente a ella Lauren apretaba los puños, le temblaba la barbilla y el corazón había acelerado su pulso a tal punto que llegaba a dolerle. ¿Sería sólo la frecuencia cardíaca aumentada o en el fondo sabía que había cometido un grave error?

"Estoy enamorada de ti, te quiero y deseo tanto a tal punto que llega a dolerme el pecho"

Aquellas palabras resonaban una y otra vez en su cabeza, pasó una mano por su cabello para tratar de pensar con claridad. Debía hablar, sí, debía dejar las cosas claras. Lamentablemente no se daba cuenta que el miedo a reconocer sus propios sentimientos, la estaba convirtiendo en la mala de la historia.

Lauren: -tenía el ceño fruncido- No digas esas cosas Camila, tal vez te estás confundiendo, es común a tu edad.

Camila: ¿A mi edad? –susurró dolida, sus sentimientos eran reales- ¿crees que son caprichos de niña?

Lauren: -tosió nerviosa- No, sólo digo que es común que a las personas de tu edad les sucedan estas cosas, enamorarse de... un imposible, el deseo casi erótico de estar con alguien mayor, la curiosidad por estar con una mujer. –Necesitaba ser dura, necesitaba ser lo que no era para proteger su corazón también. En ese minuto sin pensarlo dos veces, la morena le dio una bofetada en la mejilla, corriendo ésta el rostro por el dolor y endureciendo la mandíbula. La miró de manera casi asesina con sus orbes verdes- Fiore es una mujer increíble, ¿crees que estaría dispuesta a engañarla? –demonios, la mejilla le dolía- ¿cuándo te ha brindado de todo también? Lamento en el fondo haberte hecho entender cosas que no son, yo te quiero mucho, pero como amiga. –La morena bajó la vista, soportando la humillación de quien menos lo esperaba. Y lo peor de todo es que no sabía cómo mantenerse en pie cuando estaba sintiendo el mismo dolor que cuando tenía tan sólo 15 años. Lauren Jauregui le estaba rompiendo el corazón- Eres 7 años menor que yo, ¿entiendes eso? Yo ya tengo una novia, será mejor que te olvides de esas cosas, de seguro no estás enamorada de mí. Tú tienes a Shawn, tú novio, el no merece eso. -Cuando la morena alzó la vista para mirarla fijamente, Lauren no pudo sentirse más malvada porque si no moriría. Los ojos marrones de Camila estaban levemente colorados, brillando de una angustia indescriptible.

Camila: Tienes razón, lo siento, se me olvida que sólo tengo 19 años -Lauren iba a tomarle una mano pero alcanzó a correrla- sólo te pido que todo lo que te he dicho lo borres de tu mente, lamento haberle causado un mal momento Doctora Jauregui.

Y cojeando caminó hacia la habitación, tratando de subir la escalera con todo lo que su cuerpo y tobillo esquinzado le daba abasto. Estaba haciendo otra vez una lucha interna por no romper en un llanto desesperado pero sabía que no daría resultado. Necesitaba estar sola, necesitaba pensar y tratar de buscar algo de paz pero simplemente le era imposible. Jamás esperó que ella la tratase de esa forma y hasta le hubiera hecho sentir que por sólo tener 19 años no podía amar de verdad.

Lauren escuchó la puerta cerrarse mientras seguía parada en medio de la sala de estar casi sin pestañear. Iba a tocarse la mejilla pero no sólo sintió una imperceptible inflamación sino que las yemas de sus dedos tocaron unas lágrimas que habían caído de sus ojos. Su razón le dictaba que había hecho lo correcto, decir la verdad de una vez por todas y poner un freno, mas, sus sentimientos le gritaban que había cometido un error enorme y que su actitud era la de una desgraciada de mierda. Se secó las lágrimas, apagó la luz y caminó hacia su habitación para dormir de una vez por todas, pensando que se le pasarían aquellas "ideas locas" a Camila y que mañana volvería a ser todo normal entre ellas pero, ¿Por qué cuando se metió bajo toda la ropa de la cama y las sábanas, se sintió tan sola? La noche anterior había dormido con Camila acurrucada contra sí. Niñerías, ella era una mujer capaz de darse cuenta de que todo estaba como debía ser.