Bitter Sweet Symphony {Adaptación Camren}

Capítulo 63

Poco a poco comenzó a abrir los ojos, alzando somnolienta la mirada hacia el reloj que tenía en la pared de la habitación. ¿Había dormido 2 horas? Se sentó bruscamente en la cama, mareándose levemente por el atolondrado movimiento. En ese instante entró su abuela con una cálida sonrisa, llevando en sus manos una bandeja que emanaba un delicioso aroma. Había cocinado la sopa, pero además había un pequeño plato que contenía arroz y una porción de pollo.

Theresa: –apoyó con cuidado la bandeja en la cama y luego fue en busca de la suya para comer con su nieta. - Vine a verte pero estabas durmiendo y te acomodé porque podías ahogarte, no quise despertarte pero lo has hecho sola y justo para la hora del almuerzo –le tomó la mano a su nieta con amor- ¿Qué tal esta?

Camila: ¿Y todavía lo preguntas? Siempre he dicho que cocinas exquisito –gustosa probaba arroz, pollo y sopa a la vez, tenía hambre y sabía que esa comida no era pesada. Bien había expresado Lauren que debía comer cosas livianas para no cargar a su organismo. De pronto Theresa esbozó una sonrisa pícara que demostraba que quería comenzar a hablar lo que dejaron pendiente  horas atrás- ¿Por qué me miras así?

Theresa: No creas que me he olvidado de lo de hace un rato, debes contarle a tu abuela todo lo que sucede con esa muchacha de ojos verdes –¿sabría que había una diferencia de 7 años de edad entre ambas? Mas importante aún, ¿apoyaría una relación entre dos mujeres?- Ya dime, ¿en que estás con esa mujer?

Camila: -se sonrojó y sonrió- La quiero mucho, se ha portado muy bien conmigo, siempre procura  que me encuentre en buenas condiciones y está a mi lado incluso cuando no se lo pido.

Theresa: ¿Crees que soy una anciana tonta? –reía divertida- ¿hay una relación entre ambas no? Tu amigo Shawn se rió cuando se lo pregunté.

Camila: -resopló frustrada, su abuela era demasiado inteligente- Estamos saliendo, me siento increíblemente cómoda, segura, respetada y querida a su lado. -Theresa esbozó una sonrisa de orgullo, sintiendo que ya quería a esa muchacha. Podía ver en la mirada y gestos de su nieta que esto era totalmente diferente a su relación pasada, se le veía contenta y cualquier persona que fuese sincera con ella y la respetara, se ganaría el cariño de ella, su abuela.

Después de comer, la morena se levantó y fue a darse una ducha de agua caliente porque sentía que lo necesitaba de verdad, siempre la relajaba y liberaba tensiones. Si tenía que disfrutar el último día con su abuela, lo haría estando en pie y no "postrada" en una cama. Se maquilló y acomodo su cabello, mirándose al espejo al comprobar que le gustaban los jeans, las botas y la chaqueta ajustada de cuero que llevaba puesta. Salió con su abuela, juntas y tomadas del brazo aprovecharon de caminar bajo un sol que no calentaba nada, corriendo un viento algo frío. 

No, no quería separarse de su abuela porque junto a su abuelo habían sido sus máximo apoyo, jugaron el papel de padres que nunca tuvo y le brindaron todo el amor necesario o la alentaron en los momentos de frustración común que sufren los niños. Se sentaron sobre el césped comiendo unos pasteles rellenos de dulce de leche. Se sentía tan cómoda de esa forma, Theresa no era una abuela quejumbrosa, se acomodaba a todo y a las más simples cosas. El ruido de los pájaros en los árboles del parque le recordaba a cuando era niña, Theresa y su abuelo Henry la sacaban a pasear y dejaban que hiciera pasteles de lodo. Un nudo se hizo en su estómago y en su garganta al recordar los momentos en que era inocente, y estaba apartada del calvario que vivía en este momento.

Camila: Abue, me gustaría hacerte una pregunta hipotética, es que vi un caso en la televisión y me pareció conmovedor –Mentía, el caso era su propia experiencia de vida. Theresa se limpió las comisuras labiales con una servilleta y la miró atentamente- Si tú hubieses muerto primero que mi abuelo y si él tuviera la oportunidad de rehacer su vida de nuevo, ¿estarías feliz desde el más allá? ¿Crees que es lo correcto?