Capítulo 70

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Bastó que de los labios de Camila brotara un gemido para encender a Lauren. El cuerpo de la morena estaba contra la pared, dejándose querer por las manos calientes de la ojiverde que recorrían el contorno de su figura, sobre la seda que estaba cálida por las manos de ésta y la piel de la muchacha. Un simple movimiento bastó para que sus rodillas estuvieran a cada lado de su cadera y Lauren las sostuviera para tenerla en brazos, afirmándose la morena de su cuello y besándola con fuerza. Creía que tenía sueño, creía que estaba agotada y se dormiría tranquila en la cama, pero el simple contacto pasional con ella bastó para despertar y tener toda la energía posible.

Entre pasos torpes producto de las caricias desenfrenadas, llegaron a la habitación de ella. Con delicadeza la acostó sobre las sábanas, parándose y quitándose la camisa con violencia. Antes de que Camila hablase se acostó casi encima de ella sin tocarla, levantando su pijama de seda en la parte del vientre y la besó sosteniendo con ambas manos su cadera, sintiendo como la más pequeña se arqueaba excitada y acariciaba su nuca para acercar más la boca de la astuta mujer que tenía sobre ella.

Lauren se volvía loca con la sola idea de que iba a perderla de verdad, aumentando más aún el amor que estaba vivo en cada beso y gemido que emitían. Le sacó la parte superior de su pijama, lanzándola contra el suelo, así mismo se deshizo de su propio sujetador y se mordió los labios al contemplarla semidesnuda. Con un voraz apetito de caricias y amor, se acostó sobre ella y besó su cuello mordiéndolo con suavidad.

Lauren: Mía...-murmuró entre besos mientras sentía sus pechos rozarse entre sí y eso la enloquecía, por su parte Camila enterraba las uñas contra sus hombros o simplemente repasaba tensa los dedos por su cabello negro.

Con otro movimiento la tomó entre sus brazos y la llevó a la ducha, terminando de desnudarse ambas en el camino. Por suerte era precavida, llevaba en una mano el preservativo. Con rapidez abrió la llave y se cercioró de que no estuviera tan caliente para no quemarse ni arruinar el condón. Salvajemente entraron a la ducha, pegando un leve saltito por lo frías que estaban las baldosas que cubrían la pared. Lauren mordió su labio y asaltó su boca astutamente mientras sus lenguas se encontraban acariciándose de mil maneras posibles. Rápido y sencillo le colocó el preservativo, asegurando su salud y la de su pequeña. Se quejó de forma positiva al sentir como la morena deslizo su mano hasta su entrepierna. ¿Quién dijo que Camila no podía dominar la situación?

Lauren: Oh Dios -gruñía en su oído sintiendo los suaves toques que la más pequeña le proporcionaba a su clítoris- Camila, voy a enloquecer –pero la morena la calló con un beso, insinuando su cadera contra la mano de la ojiverde. Aunque quisieron ser delicadas no pudieron.

Camila: Lauren –se perdía llevada por la excitación- te amo –grave error. Escuchar de sus labios decirle "Te amo", sacaba toda la pasión de la doctora, deseando entregarle tanto amor a su pequeño ángel de formas incluso inimaginables, pero una vez más recordó los peligros. 

Entró con dos de sus dedos en su cuerpo y Camila sintió que se desmayaría con el contacto mientras sus caderas se coordinaban en movimientos perfectos contra las baldosas y el agua corría entre sus cuerpos o sobre sus cabezas. Qué manera de descontrolarse al sentirla dentro, el calor, la humedad y sus besos que querían transmitirle el mensaje de "Te extrañaré demasiado". Era tan deliciosa la sensación, y se incrementaba la excitación con cada movimiento.

Camila tomo algo de fuerza y continuó sus caricias en el centro de la ojiverde, causando así un placer reciproco, de un movimiento la penetro con uno de sus dedos, provocándole un gemido y sonrío agregando otro de sus dedos, comenzando a embestirla al mismo ritmo en que Lauren lo hacía, creando ambas una sola sinfonía. Una sinfonía agridulce, llevada por la pasión y el más bello sentimiento que es el amor, pero  sin olvidar esa amarga sensación de que no podían amarse a su gusto, vivían en un sueño que les sería arrebatado prontamente. Causándoles esa agridulce sensación. 

Bitter Sweet Symphony {Adaptación Camren}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora